Balance provisional de la legislatura: menos paro y menos empleo
La caída del desempleo se debe exclusivamente a la reducción de la población activa A finales de 2011 había 100.000 puestos de trabajo más que en el tercer trimestre
El balance provisional de la legislatura arroja un saldo con caída en el empleo y en el paro: 104.300 ocupados menos y 436.500 parados menos. A priori puede parecer una contradicción, pero no es tal. La caída del desempleo durante la legislatura se debe exclusivamente a la reducción de la población activa durante estos cuatro años. Cuando Mariano Rajoy llegó a La Moncloa había 23,4 millones de personas en España en edad y disposición de trabajar o trabajando, ahora hay 22,9, según los datos que ha divulgado el Instituto Nacional de Estadística.
El PP llegó al poder a finales de diciembre de 2011, por lo que el balance más ajustado de la legislatura se podrá hacer cuando se conozcan los datos de la encuesta de población activa correspondientes al cuarto trimestre del año, que se divulgarán bien entrado enero de 2016. Pero entonces las elecciones del 20 de diciembre serán historia. Esta sucesión cronológica viene bien a Rajoy y al PP. En septiembre se cierra la buena temporada de empleo, que suele comenzar con el inicio de la Semana Santa, por lo que los datos publicados por el INE recogen todo este buen momento. Mientras que el cuarto es el comienzo de la mala, por lo que los números de esta foto provisional son mejores de los que arrojará la definitiva en enero.
A finales de 2011, España estaba inmersa en la segunda recesión de esta larga crisis que comenzó en el verano de 2007. Había 18.153.000 empleos y bajando. La destrucción continuó durante dos años más hasta que se tocó el suelo a comienzos de 2014, entonces se cayó hasta los 16,9 millones de empleos. Desde entonces ha comenzado la remontada, y lo ha hecho a un ritmo muy intenso. No obstante, no ha sido suficiente para Rajoy pueda presumir de haber creado empleo durante la legislatura: al contrario, hay 100.000 puestos de trabajo menos.
Hay otros puntos negativos en este lado del mercado laboral que anotar en el balance. La calidad y la composición del empleo es peor que hace cuatro años. En diciembre de 2011, España contaba con 350.000 puestos de trabajo indefinidos más que ahora. En cambio, ahora hay 150.000 temporales más. El resultado es que la tasa de temporalidad ha subido hasta el 26,6%. Retorna así al nivel de finales de 2008, el trimestre en que cayó Lehman Brothers.
También hay otro elemento que ahonda en la precariedad: el empleo a tiempo parcial. Este tipo de trabajo, que en España nunca ha tenido mucho éxito, ha crecido bastante durante esta legislatura de la mano de varios cambios legales para impulsar su uso. Durante estos cuatro años hay unas 250.000 personas más trabajando por horas. En cambio, hay 400.000 menos a jornada completa. Esto implica que la tasa que mide el peso específico en el mercado laboral del empleo por horas ha subido hasta el 15,24%.
Mejor es el saldo que arroja el mercado laboral durante la legislatura por el otro lado del mercado laboral: el paro. Ha caído en más de 430.000 personas y se ha situado por debajo de los cinco millones. En concreto, ha quedado en 4.850.800, con una tasa de desempleo del 21,18%. Tanto en un caso como en el otro hay que remontarse hasta 2011 para encontrar guarismos parecidos.
La caída del desempleo se explica exclusivamente por la bajada de la población activa. Tras bastantes años de destrucción de puestos de trabajo, el desánimo cundió en el mercado laboral español: ha habido parados que han tirado la toalla y han dejado de buscar empleo; también ha cundido el número de inmigrantes que han regresado a sus países de origen o se han ido a otro lugar a buscar trabajo; y han sido muchos los jóvenes que han emigrado. Con estos fenómenos se explica que la población activa haya caído hasta los 22,9 millones de personas, medio millón menos que hay cuatro años, lo que ha devuelto la fuerza laboral española al nivel en que estaba en el primer trimestre de 2008.
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