Estos son los 10 depósitos más rentables a medio plazo
La contratación de este producto ha disminuido, pero sigue habiendo ofertas interesantes
El depósito a plazo fijo o imposición a plazo fijo (IPF) es un contrato mediante el cual el depositante aporta un dinero, a cambio de que el banco, en un plazo determinado, le devuelva el capital y unos intereses conocidos en el momento de la firma. Sin duda alguna, se trata del producto de ahorro más sencillo, seguro y conocido por el cliente.
La TAE indica el coste efectivo de una operación: homogeneiza cualquier inversión a un plazo de un año
La extrema bancarización del negocio financiero que ha vivido España, junto a una cultura financiera baja en términos generales, ha supuesto que el peso del ahorro en depósitos respecto a otros productos financieros sea más elevado que muchos de los países de nuestro entorno. La memoria de Inverco del año 2014 indica, sin embargo, un cambio de tendencia: del total de activos de las familias, se pasa del 42,3% invertido en depósitos en el año 2013, a un 39,8% en 2014 —desde el 2008 este porcentaje no bajaba del 40%—, tendencia que se mantiene en el 2015 al calor de los menguantes intereses que ofrecen los depósitos y la creciente intensidad comercial de la banca respecto a los fondos de inversión. En 2014 el saldo de participaciones de los hogares en estos últimos productos aumentó un 24% —más de 30.000 millones de euros—.
En cuanto a la seguridad de los depósitos, se puede decir que es máxima, si el importe a invertir en depósitos o cuentas no supera los 100.000 euros. Si la cuantía es superior, hay riesgo si el banco tiene problemas económicos, ya que el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) español o del país europeo que tenga origen el banco —por ejemplo, Holanda para ING Direct— asegura solo hasta los primeros 100.000 depositados en el banco. Se podría decir que, cuanto más solvente es el país donde reside el FGD, más segura es la garantía.
El particular que vaya a contratar un depósito bancario siempre tiene que leer el contrato y buscar la cláusula que expresamente hace referencia al FGD, para estar tranquilo de que firma un depósito y no otro tipo de producto similar. El buscador del FGD español permite saber si el banco está adherido al Fondo patrio o no. De todas formas, hay que tener claro que, sea cual sea el FGD que cubre los depósitos, el banco que opera en España está supervisado por el Banco de España —o el Banco Central Europeo—, que evalúa su solvencia.
¿Cuáles son los depósitos más rentables?
La rentabilidad resulta muy clara para el ahorrador, ya que es fija y conocida en el momento de la firma. Los intereses se abonan en cuenta, al inicio del depósito, de forma periódica o a vencimiento —formula usada mayoritariamente entre los 10 mejores depósitos listados—. Hay que tener siempre en cuenta que se reciben los intereses descontando la retención a cuenta del IRPF vigente en cada momento.
En la lista que sigue aparecen los depósitos más rentables actualmente en el mercado con una vinculación de entre seis meses y un año. Si se contrata un depósito de 15.000 euros a 12 meses con La Caixa, la TAE del 1,00% supone cobrar, al vencimiento, 150 euros brutos. El importe que veremos abonado en cuenta es menor, de 120,75 euros netos ya que nos aplican una retención del 19,5% —desde julio—, que pasará a ser del 19% el año que viene. El simulador de depósitos del Banco de España es una herramienta muy útil para calcular intereses y comparar depósitos.
Depósito Facto de Banca
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Usando el simulador del Banco de España, para un depósito de 10.000 euros esta TIN anual del 1,385% pagará a vencimiento supone una TAE del 1,37%. Entonces, para saber los intereses que recibiremos, se utiliza el TIN, para comparar depósitos, la TAE. En el ejemplo anterior, el banco abonará en cuenta 150 euros brutos; si le aplicamos la retención vigente a partir de julio de este, el 19,5%, supondría cobrar 120,75 euros netos. Para calcular los que nos paga el banco en términos brutos, se multiplica el dinero depositado —10.000 euros en el ejemplo— por el interés nominal del plazo —1,50 % TIN—.
La tasa anual equivalente (TAE), por otro lado, indica el rendimiento o coste efectivo de una operación financiera, y es la variable a tener en cuenta a la hora de comparar: homogeneiza cualquier inversión a un plazo de un año e incorpora las comisiones y gastos implicados en la obtención del rendimiento. Si un depósito ofrece un 1,5% nominal a 13 meses, la TAE no es un 1,5%, ya que hay que convertir el interés que se nos da a 13 meses, a 12 meses.
En primer lugar hay que saber el TIN anual, que no es un 1,5%, sino un 1,385% (1,5%*12/13). A la hora de comparar depósitos, hay que tener en cuenta distintas variables. El tipo de interés nominal (TIN) es el porcentaje de remuneración que se pacta por la imposición a plazo fijo. Indica el tanto por ciento que se recibe por depositar el dinero, no incluye los gastos y comisiones y puede no ser anual, haciendo referencia al periodo total de la inversión. Por ejemplo, un tipo de interés semestral del 0,75%, resulta ser un 1,5% de interés nominal anual.
Las comisiones que se acaban pagando alteran también la TAE final. Imaginemos que el banco del ejemplo anterior nos cobra 15 euros de mantenimiento de la cuenta asociada. Resultaría, usando el simulador, que en este caso la TAE se reduce al 1,24%.
Cancelación anticipada
Normalmente, los depósitos permiten la cancelación anticipada, es decir, recuperar el capital invertido antes de que se cumpla el plazo. Sin embargo, es posible que se limite esta posibilidad y se imponga el pago de una comisión: si la cancelación anticipada está permitida, hay que fijarse en el coste.
Los depósitos de Banco Mediolanum presentes en la clasificación anterior no permiten la cancelación anticipada; el depósito de Banco Finantia Sofinloc puede cancelarse si el banco accede a la solicitud, con un coste que se calcula deduciendo el 1,25% anual del principal según el periodo que falte hasta el vencimiento. Bankinter, por su parte, permite la cancelación anticipada, reduciendo el tipo nominal en 0,55%.
Depósitos, ¿la mejor inversión?
Los depósitos a plazo fijo no sirven para cualquier finalidad y escenario temporal. El cliente que va de banco en banco, buscando poner todos sus ahorros en diferentes plazos fijos, no optimiza sus finanzas: el depósito no es un buen producto para ahorrar a medio y largo plazo, hay que diversificar y arriesgar más a cambio de mayores rentabilidades futuras.
El fondo de inversión es el candidato ideal para esta diversificación; eso sí, como siempre alertan los expertos del portal de asesoramiento financiero iAhorro, no se puede dejar en manos del empleado de la oficina bancaria la decisión sobre qué fondos contratar. Al ahorrador no le queda más remedio que formarse e informarse de fuentes independientes y solventes. A fin de cuentas, nos cuesta mucho ahorrar para después no intentar rentabilizar cada euro y dejar que el paso del tiempo y la inflación se coman su poder adquisitivo.
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