Jack Ma busca refugio en un parque natural al norte de Nueva York
El fundador del portal de comercio electrónico Alibaba compra una inmensa propiedad que perteneció a los Rockefeller
Jack Ma decía hace unos días en un evento en Nueva York que su vida se había complicado demasiado desde el estreno bursátil de Alibaba, el pasado septiembre. Fue la mayor colocación en la historia de Wall Street. Si tuviera otra vida, aseguró, no volvería a hacerlo. Quizás para escapar de esa vorágine, el magnate chino decide ahora comprarse una inmensa propiedad en las Adirondacks que perteneció a la familia de los Rockefeller.
Para situarse, está a un centenar de kilómetros del idílico Lake Placid, al norte del Estado de Nueva York, como a dos horas en coche desde la frenética isla de Manhattan. La compra del terreno, que discurre por casi 15 kilómetros de río y que cuenta con dos viviendas, además de su propia marca de sirope, la hace con fines de conservación aunque le servirá también para evadirse de la observación permanente del mundo. “Es algo a lo que al final tienes que acostumbrarte”, comentó.
Ma está considero como uno de los tres hombres más ricos de China. Llegó a estar en lo más alto, pero los inversores no parecen estar ahora tan contentos con lo que ven en Alibaba. El precio de la oferta pública se fijó en 68 dólares y de ahí escaló el primer día hasta los 93 dólares. Ahora sus acciones se cambian a 85 dólares la unidad, lejos de los 120 dólares que llegó a rozar a los tres meses cotizando. La capitalización ronda los 212.000 millones.
La propiedad, conocida como Brando Park, perteneció a William Rockefeller Jr. y tiene 28.100 acres de terreno, unos 114 kilómetros cuadrados. Es un bosque que en la actualidad forma parte del Adirondack Park. Prácticamente la mitad del parque es propiedad privada y este terreno es de los más grandes, por lo que se considera un oportunidad única. Está lleno de ciervos y en el Saint Regis se puede pescar una de las mejores truchas en la costa este estadounidense.
Ma tiene una fortuna estimada en 25.000 millones de dólares. El magnate es conocido por ser un firme defensor de la preservación del medio ambiente y considera que debe ser una de las prioridades políticas también en China. “Esta compra refleja la creencia de que todos vivimos en el mismo planeta y respiramos el mismo aire, por lo que todos somos dependientes de nuestro futuro”, afirma el magnate chino a través de su portavoz.
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