Hierbas muy rentables

Antonio Esteban fue una de las víctimas de la reconversión industrial. Nació en Extremadura y creció en diferentes puntos del País Vasco y Navarra. Perito industrial de profesión, aprendió de su padre en los campos de Alsasua a conocer y recolectar plantas con propiedades terapéuticas que constituían un segundo botiquín en la casa familiar. Por eso, cuando en 1982 la crisis le sorprendió dirigiendo una fábrica de cajas de cambio para vehículos industriales en la pequeña localidad soriana de Garray, no se lo pensó dos veces para volcarse en lo que hasta entonces solo había sido una afición. En compañía de dos socios, fundó la sociedad cooperativa Dayton. “Nuestra primera inversión para el desarrollo de la actividad fue la compra de unas hoces para la recogida de hierbas en los campos sorianos por unas 400 pesetas”, señala Esteban.

En una primera fase, el trabajo se limitaba a preparar las hierbas y colocarlas en bolsas de plástico para su comercialización. Dos años más tarde, la cooperativa se tuvo que disolver, situación que empujó a Esteban a iniciar en solitario su proyecto de Soria Natural con la puesta en marcha de una pequeña factoría dedicada a la recolección y transformación de plantas medicinales. Este nuevo enfoque ha llevado a la compañía a convertirse en un destacado laboratorio en medicina natural y una de las referencias del sector. Con una facturación de 40 millones de euros, el objetivo es llegar a unas ventas de 100 millones en cinco años, momento en el que su presidente y propietario se plantea sacar la empresa a Bolsa.

Uno de los pilares más importantes en el desarrollo de Soria Natural, según Esteban, es su vocación por la calidad desde la investigación y la innovación. En este sentido, la sociedad destina sistemáticamente el 5% de la facturación al desarrollo de nuevos productos. Soria Natural dispone en su planta de Garray de más de 30.000 metros cuadrados con un laboratorio. También tiene otro centro similar en la localidad mexicana de Querétaro. La empresa acometió en los últimos años una inversión de 10 millones para la producción de alimentos especiales destinados a personas con algún tipo de intolerancia a diferentes componentes, como es el caso de los celiacos. A este desembolso hay que añadir otros 10 millones para la compra del laboratorio Homeolab.

Soria Natural tiene más de 600 trabajadores y un elevado porcentaje de los mismos es personal cualificado. En la plantilla hay 70 titulados superiores: químicos, biólogos, médicos, veterinarios e ingenieros agrónomos. Esteban presume de la dedicación de sus trabajadores señalando que el absentismo laboral solo supone el 0,2%, consecuencia de una política de remuneración donde una parte importante va ligada al cumplimiento de objetivos. Soria Natural colabora con profesionales de diferentes centros hospitalarios que practican la medicina convencional. En esta línea, la compañía mantiene víncu­los con centros sanitarios de Navarra, Santiago de Compostela, Valencia, Madrid o Salamanca. En este último caso, con un programa para investigar sobre el cáncer. En el marco de estos acuerdos, Esteban destaca que, tras más de una década de trabajos, ha sido la primera empresa en Europa en lograr el cultivo ecológico del ginseng en tierras sorianas a partir de plantas procedentes de Corea.

Soria Natural tiene su cuartel general en un paraje a 1.200 metros de altitud que se nutre del frío clima de la meseta castellana y la escasa contaminación ambiental. En este entorno, la compañía hizo una apuesta por el cultivo directo de una parte importante de las plantas que necesita. Actualmente, el 50% de sus necesidades de materia prima proceden de la importación. En el campo soriano, la empresa cultiva más de 70 especies de plantas de secano y de regadío, a lo largo de casi 400 hectáreas. Con estos mimbres, trabaja en una veintena de líneas de productos naturales que suman cerca de 700 referencias.

TIPOS DE OFERTA

La empresa funciona con tres tipos de oferta: productos de dietética y fitoterapia dirigidos a los herbolarios; alimentación ecológica (desde bebidas vegetales hasta hamburguesas y productos especiales para personas con intolerancias), y productos de homeopatía distribuidos en farmacias con otros de última generación procedentes de sus laboratorios, donde se trata de conjugar la medicina natural con la convencional.

Esteban, que tiene ya más de 70 años y es uno de los consumidores más fieles de sus propios productos, se prepara concienzudamente para poner a su empresa en el mercado bursátil. Con el dinero que recaude con esta operación, tiene la ilusión de poner en marcha una fundación a través de la cual devolver a la sociedad lo mucho que dice haber recibido para atender los problemas de salud de personas que no dispongan de recursos.