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Tribuna
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Quedan reformas pendientes

Estamos en un momento económico bueno para mejorar la productividad sin que sea a costa del empleo

Aunque es cierto que las previsiones de crecimiento de la actividad económica (PIB) y de la creación de empleo están mejorando, quedan reformas pendientes por hacer para poder alcanzar un crecimiento estable para los próximos años que permita una reducción sensible del elevado desempleo que padecemos y mejore las condiciones de vida de los más perjudicados. Tanto las instituciones internacionales como los analistas nacionales están revisando al alza las previsiones de crecimiento, y como dije a comienzos del año en curso, el crecimiento del PIB a final de 2015 estará en la senda del 3%, ya que las medias anuales para el segundo trimestre lo sitúan por encima del 2,5%. El Gobierno, según el crecimiento adelantado que publicó el INE para el segundo trimestre (0,9% trimestral y 2,8% anual), ha revisado al alza su última previsión del 2% incluida en los Presupuestos 2015 y ha enviado a la Comisión Europea su nueva previsión del Programa de Estabilidad. La tasa media prevista en el plan del crecimiento para 2015 es del 2,9%, revisándola al alza en 0,9 décimas. Esto influirá en los resultados del déficit público previstos en el Presupuesto. La recaudación de impuestos debería ser más elevada, facilitando la reducción del déficit a no ser que, siendo un año electoral, se incrementen los gastos por encima de lo previsto. El compromiso con el Programa de Estabilidad de la UE es reducir el déficit por debajo del 3% (-2,8%).

También las instituciones internacionales están revisando al alza sus previsiones de primavera frente a las presentadas en el otoño. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha elevado la previsión de crecimiento del PIB en 5 décimas, desde el 2% del otoño al 2,5% actual. También la Comisión Europea (CE) ha presentado esta semana su informe de primavera elevando su previsión anterior para 2015 del 2,3% a un 2,8%. No obstante, ambas instituciones son más moderadas en la tendencia para 2016 al no mantenerla tan creciente aceptando un escenario de desaceleración en el último trimestre (2.6% para 2016). Sus argumentos están en relación con un posible empeoramiento de los factores positivos actuales como la política monetaria del BCE, el reducido precio del petróleo y la devaluación del euro frente al dólar a la vez que mantienen su preocupación por el tipo de crecimiento de la economía española, la dificultad de continuar mejorando la productividad y el empeoramiento del saldo por cuenta corriente de la balanza de pagos.

En cuanto al empleo y el paro, aunque los datos de la EPA del primer trimestre reflejaron el normal retroceso de los meses de invierno, al contemplar un año completo durante los últimos cuatro trimestres, se han creado más de 500.000 empleos, alcanzando la cifra de 17.454.800 ocupados y la tasa de paro se ha situado en el 23.78% de la población activa, tasa muy elevada y que es necesario reducir. También los últimos datos del mes de abril del registro de la Seguridad Social, señal un aumento de las cotizaciones (17.008.296). Pero otra cosa es la calidad del empleo creado y los bajos salarios recibidos por una parte importante de la población. El Gobierno asegura que se crearán, al menos, medio millón de empleos al año hasta 2018. La Comisión Europea, augura un crecimiento sostenible del empleo y una reducción de la tasa de paro hasta el 20.5% en 2016. A pesar de la mejoría observada, el desempleo se sigue señalando como el mayor problema y debilidad de la economía.

En cuanto a las reformas, el Gobierno en su actualización del programa Nacional de Reformas 2015 y teniendo en cuenta que es año electoral, parece centrarse más en el crecimiento que en completar las reformas iniciadas. En uno de los puntos estructurales más débiles, la reforma de las Administraciones Públicas, anuncia no obstante la aproxima aprobación de las leyes del Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común. Además, también incluye que se avanzará en la reforma de la Ley de Contratos del Sector Público. Habrá que conocer su contenido para estudiar su verdadero alcance.

De momento, la reforma del sector público realizada parece insuficiente, cuando desde todos los ámbitos políticos se está pidiendo una verdadera reforma del sector público con reducción del número de parlamentarios en todas las Comunidades autónomas y mecanismos de control que impidan el despilfarro de los recursos y la corrupción padecida en los últimos años e incluso una reforma de la estructura de las Administraciones Públicas. Una vez pasadas las elecciones generales, el nuevo gobierno tendrá que plantearse seriamente dicha reforma.

Estamos en un momento económico bueno que nos permite salir de la prolongada crisis. Las condiciones económicas mundiales mejoran a pesar de la moderación del crecimiento europeo y las condiciones monetarias con el nuevo programa de compra de activos del BCE y los bajos tipos de interés, permiten un entono de financiación que no existía en los últimos años. El desempleo es excesivo, incluso con las mejores previsiones va a ser difícil llegar en torno al 10%. La brecha salarial entre directivos y empleados ha provocado que la desigualdad entre rentas altas y bajas haya aumentado. Sin embargo, en las últimas previsiones el FMI y la CE señalan los riesgos de posibles cambios de este entorno favorable al crecimiento a partir de 2016. Por ello es necesario ser prudentes y realistas, continuar con las reformas que permitan mejorar la productividad sin que sea a costa del empleo. 

Carmen Alcaide es expresidenta del INE.

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