La eurozona acumula cuatro meses con caídas de precios
Las compras del BCE suavizan el temor a la deflación
Los precios no suben y el desempleo no termina de bajar en la zona euro: la Gran Recesión sigue dejando al descubierto las cicatrices económicas de Europa. La inflación cosechó en marzo el cuarto mes consecutivo en terreno negativo, según anunció este martes Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea. El arranque del programa de compras de activos del Banco Central Europeo (BCE) —que comprará 1,1 billones de euros en deuda pública y privada al menos hasta septiembre de 2016— permitió suavizar los temores a la deflación: los precios cayeron apenas el 0,1% en marzo, frente al 0,3% del mes anterior. Y sin embargo el continente sigue en zona de peligro: quitando energía y alimentos, la inflación sigue cayendo e inaugura la primavera un poco más cerca del 0%; concretamente, en el 0,6%.
El índice de precios de consumo de la eurozona suma ya 26 meses por debajo del 2%, el objetivo declarado del BCE. Y lleva un año y medio por debajo del 1%, siempre según las cifras de Eurostat. En gran parte por el desplome de los precios energéticos, que en marzo bajaron el 5,8% ante el abaratamiento del petróleo.
Si la inflación es el principal dolor de cabeza del Eurobanco y en general de la tecnocracia europea, las tasas de paro son el indicador del grado de profundidad de la crisis social. Y ahí las noticias son algo mejores, a pesar de que el desempleo se reduce con exasperante lentitud y sigue en niveles estratosféricos en países como Grecia y España, con tasas superiores al 20% y un paro juvenil que supera el 50%. En el conjunto de la eurozona, la tasa de paro se redujo una décima en febrero respecto al mes anterior, hasta situarse en el 11,3%. La incipiente reactivación de la economía del euro permite empezar a suavizar los niveles de paro, desde los máximos alcanzados a mediados de 2013, aunque las cifras están aún muy altas en términos históricos.
La inflación lleva año y medio por debajo del 1% y 26 meses sin llegar al 2%
Las disparidades en Europa son sensacionales en términos de desempleo. Países como Alemania y Austria rondan el 5%, frente al 23,2% de España y al 26% de Grecia, que ha vuelto a empeorar tras la ligera mejoría experimentada el año pasado. Las subidas más fuertes en febrero se produjeron en Croacia (del 17,3% al 18,5%), Chipre (del 15,6% al 16,3%) y Finlandia (del 8,4% al 9,1%), que ha vuelto a caer en recesión a pesar del alud de reformas de los últimos años.
En la eurozona hay 18,2 millones de parados —cifra equivalente a la población de Holanda—, y más de tres millones de desempleados menores de 25 años. En toda la Unión, el número de parados asciende a 23 millones de personas, de los que casi cinco millones son jóvenes de menos de 25 años, según los datos hechos públicos por la oficina estadística de la UE.
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