El interés del bono español ahonda los mínimos históricos tras el BCE

Con los papeles intercambiados entre la Reserva Federal estadounidense (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE) -la expansión monetaria que está abandonando el primero se ha trasladado con fuerza al segundo-, el apetito por los bonos públicos de la zona euro se ha disparado en el mercado. El interés que se reclama a los títulos españoles a 10 años ahonda este viernes su mínimo histórico -está en el 1,23%- después de que el presidente del BCE, Mario Draghi, explicase el jueves los detalles de plan de compras masivas de deuda pública partir del lunes. Luego, al final de la jornada, recuperó el 1,28%.

También el resto de bonos europeos se encuentra en mínimos históricos desde hace meses, ya que, como reconoció este jueves Draghi, los efectos de la llamada expansión cuantitativa (QE en sus siglas en inglés) aprobada por el BCE ya ha tenido efectos en los mercados desde antes de hacerse efectiva. Los títulos alemanes (0,39%), franceses (0,68%) e italianos (1,31%) también estaban viendo bajar su rentabilidad ofrecida este jueves -síntoma de que se disparan las compras- y se mantienen en los mínimos de la etapa del euro. Los griegos siguen siendo los farolillos rojos (9,09%) y el BCE ha dejado claro que no cumplen el perfil de inversión.

El euro ha vuelto este viernes por la mañana a tocar por debajo de los 1,10 dólares (1,096 dólares) igual que sucedió el jueves después de la reunión del BCE, aunque luego acabó recuperando esa cota. Al conocerse de buen dato de empleo de EE UU, aún ha descendido más, hasta los 1,08 dólares, porque la buena marcha del mercado de trabajo puede llevar a la Reserva Federal estadounidense (Fed) a subir los tipos de interés en junio.

Europa ve con buenos ojos la depreciación de la divisa frente al dólar -al alza por el repliegue de las políticas expansivas en EE UU- porque hacen más competitivas sus exportaciones y alimenta la recuperación.