El Espírito Santo desobedeció 21 veces al Banco de Portugal
La primera parte de la auditoría forense detecta 30 infracciones del banco dirigido por Ricardo Salgado, que podría acabar en la cárcel
El Banco de Portugal ha enviado al fiscal general del Estado la auditoría forense realizada por Deloitte, en donde se aprecian en el Banco Espírito Santo (BES) 30 infracciones y un total de 21 desobediencias a la autoridad bancaria nacional entre diciembre de 2013 y julio de 2014, días antes de que el Banco de Portugal optara por intervenir el banco.
La auditoría de Deloitte, solicitada por el gobernador del banco nacional, revela que la dirección del BES, presidida por Ricardo Salgado, violó las reglas bancarias y además desobedeció reiteradamente los avisos, recomendaciones y órdenes del banco central.
El informe, que ya esta en poder del ministerio fiscal por si viera indicios de delitos, es demoledor sobre las prácticas bancarias del imperio Espírito Santo, pues al margen de sus irregularidades en la concesión de préstamos, ni siquiera disponía de un órgano de control interno.
Deloitte identifica 30 posibles infracciones, la mayoría de ellas cometidas desde que el Banco de Portugal comienza, en diciembre de 2013, a someter al BES a una vigilancia más estricta, dados los avisos y la documentación que le había llegado de las prácticas del holding de la familia Espírito Santo y de su connivencia con el banco. A partir de esas informaciones, el gobernador del banco central, Carlos Costa, tratar de aislar el banco de la actividad financiera con empresas del grupo, es decir del intercambio de papel comercial o de préstamos sin garantías; trata de evitar que la situación de las empresas financieras y no financieras del grupo Espírito Santo contagie al banco. Pero ese plan de aislamiento para salvaguardar el banco, según Deloitte, fue quebrado en docenas de veces por Ricardo Salgado.
En la actualidad, Salgado se encuentra en libertad bajo fianza de 3 millones por su implicación en una operación de blanqueo de capitales
Deloitte concreta esas desobediencias en la venta de deuda del GES (Grupo Espírito Santo) a clientes del banco, pese a que desde el 14 de febrero estaba prohibido; también el banco siguió financiando a empresas Espírito Santo después del 4 de junio, cuando ya se lo había prohibido explícitamente el Banco de Portugal. Lo mismo hizo con la aseguradora BES Vida, que compró deuda de las empresas del Espírito Santo después de la prohibición.
Esa desobediencia formal conlleva posibles delitos de fraude, infidelidad, y favorecimienrto a acreedores en detrimento de otros, cobertura insuficiente de péstamos, actos de gestión ruinosa, delitos que pueden acarrear hasta tres años de prisión o 10 millones de multa en el caso de Ricardo Salgado que, en la actualidad se encuentra en libertad bajo fianza de tres millones de euros por su implicación en otra operación de blanqueo de capitales, Monte Branco. El informe de Deloitte es sola la primera parte, de las cinco que tienen que llegar.
No será la primera iniciativa que el ministerio fiscal tome en relación a la caída de Espírito Santo. Ya tiene abiertos cinco procesos sobre el esquema de financiamiento del BES y del GES, aparte de los procesos internacionales. También la familia Espírito Santo, clientes del BES y fondos internacionales han presentado denuncias contra el Banco de Portugal porque hasta poco días antes de su intervención realizó declaraciones públicas en el sentido de que el Banco Espírito Santo gozaba de buena salud.
Al conocer la difusión de la auditoría, Salgado ha difundido un comunicado en el que anuncia que se mantendrá en su comportamiento de no interferir o condicionar el trabajo de la Comisión Parlamentaria de Investigación y cualquier otro proceso en curso, "esperando, obviamente, que un día le sea dado el derecho de réplica y una defensa con una mínima igualdad de armas".
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