¿Ahorro con un coche eléctrico?
Los vehículos de bajas emisiones se venden con un sobreprecio
La compra de un coche es una gran decisión, y como tal debe de ser tomada tras una exhaustiva valoración de pros y contras de todas las alternativas posibles de transporte que hay. El precio del vehículo, así como todos y cada uno de los costes adicionales que sobrevienen una vez comprado el coche son factores muy a tener en cuenta en la decisión. Pero no son los únicos, hay para quien el medioambiente puede ser un motivo de peso que influya en la elección del tipo de vehículo. Los coches eléctricos se postulan entonces como una alternativa de transporte con la que poder proteger y cuidar el planeta.
Aunque las matriculaciones de turismos en noviembre aumentaron un 17,4% respecto al mismo mes del año pasado según los datos de Anfac, pero en lo que a vehículos eléctricos se refiere existe un bajo número de matriculaciones al mes, en torno a las 80, lo que supone que su compra aún es residual según apuntan desde la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios. Pero ¿un vehículo eléctrico nos permite ahorrar?
Compra del vehículo
El precio es uno de los puntos en los que uno más se fija a la hora de comprar cualquier bien o servicio. Encontrar aquel coche que tenga un buen equilibrio entre precio y prestaciones es la situación ideal. Los coches eléctricos son por lo general más caros que un coche convencional con las mismas características. Afortunadamente hay ayudas económicas estatales con las que poder afrontar mejor la compra de este tipo de vehículos. Desde el Gobierno se propuesto el Impulso del Vehículo Eléctrico 2010-2014 con las que establecer una serie de actuaciones y ayudas para promover la utilización de este tipo de vehículos en España. Por eso se propuso un incentivo económico para la compra similar al Plan PIVE que en este caso se llama Programa MOVELE, cuyas cuantías varían en función del vehículo y de las particularidades familiares –desde los 1.800 euros, hasta los 8.000 euros e incluso hasta los 20.000 euros en algunos casos-.
Repostar
Por definición un coche eléctrico es aquel que se vale de la energía eléctrica para su propulsión total o parcial. Por lo tanto, recargar las baterías que lleva incorporadas es necesario establecer una conexión con la red eléctrica. Es un tipo de energía que reduce las emisiones, favorece el consumo de energías renovables y hace del vehículo un medio de transporte más eficiente a la vez que se deja de depender del petróleo. Se trata por tanto de una energía mucho más barata que los combustibles habituales de vehículos –teniendo en cuenta que éstos tienen variaciones de precio a diario-. Además desde los poderes públicos se está apostando por establecer cada vez más puntos de recarga de vehículos eléctricos de forma gratuita, como por ejemplo puntos de recarga en la vía pública, en parkings públicos –un punto por cada cuarenta plazas-, además en las viviendas unifamiliares nuevas así como en los parkings privados deberá haber una instalación para proceder a la recarga.
Mantenimiento
El mantenimiento a realizar a este tipo de vehículos será similar al de un coche convencional, pero con matices que provocan cierto ahorro. Por ejemplo, en cuanto a la mecánica es un coche más sencillo por lo que las revisiones también lo serán. Además hay elementos que en un coche convencional hay que revisar y sustituir con más o menos frecuencia que en este tipo de vehículos no como por ejemplo el cambio de aceite, filtros de aceite y combustibles, bujías… A cambio, habrá que prestar mayor atención a la batería y a su capacidad de carga y sustituirla en el momento que fuese necesario aunque están fabricadas para que puedan tener una larga vida útil.
Valorar todos y cada uno de los aspectos de un coche eléctrico nos hará ver si es un tipo de vehículo que cumple con lo que necesitamos y si además se adecua a nuestras posibilidades económicas.
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