Lo que hay que saber de dinero
Cuatro cosas que debemos aprender para poder tener independencia económica
Vivir es fácil con los ojos cerrados no solo es una película candidata a los próximos premios Oscar, sino que además sería una situación ideal. Pero por desgracia, lo fácil no siempre abunda en la vida y hay que poner empeño y esfuerzo en aprender y conocer cosas que no se enseñan en la escuela como tal, sino que son conocimientos que se adquieren con el paso del tiempo, iniciativa propia y realizando algún que otro esfuerzo económico.
Aprendizajes que son esenciales para la vida cotidiana y que aunque tengan un precio, es posible conseguir ahorrar en ello sin penalizar la calidad. Son muchas las compañías que en tiempos de crisis apuestan por ofrecer sus productos y servicios siguiendo una política de reducción de costes, como por ejemplo las entidades bancarias apuestan por ofrecer sus productos tanto de ahorro como del día a día reduciendo todo lo posible las temidas comisiones.
- Conceptos básicos para llevar tus finanzas. Si hay algo que no queda más remedio que aprender por la propia experiencia es la forma en la que se gestionan las finanzas personales. Es importante tener unos conocimientos mínimos sobre el funcionamiento de los productos financieros que están al alcance de todos, como por ejemplo saber cómo funciona una cuenta bancaria y los tipos de cuenta que hay –corriente, remunerada, nómina…- con el objetivo de disponer de aquella que mejor se ajuste a nuestras necesidades; o conocer qué productos de ahorro encajan mejor con la cantidad disponible y el perfil de inversor como por ejemplo si un fondo de inversión es lo ideal, un plan de pensiones de cara a al futuro o bien si necesito contratar los servicios de un bróker que guíe mis inversiones. También se aprende con el día a día que hay que estar al tanto del pago de los impuestos que cualquier persona física tiene (IRPF) y por lo tanto también de presentar las cuentas ante los organismos correspondientes (Hacienda por ejemplo). Es importante conocer los derechos y obligaciones que el ciudadano tiene para con el Estado.
- Idiomas. Los diferentes niveles de enseñanza en España cada vez dan más importancia al conocimiento de otros idiomas y los alumnos invierten muchas horas en su aprendizaje. Pero parece claro que con ello no basta y que para poder conseguir alcanzar un nivel óptimo y excelente hay que realizar cierta inversión. Existen infinidad de academias y profesores particulares tanto dentro como fuera de España que sirven como complemento para incrementar los conocimientos del idioma elegido y que por supuesto necesitan de un presupuesto. Viajar y conocer el idioma in situ no solo requiere de cierta inversión inicial sino también de valentía y esfuerzo.
- Mecanografía. Clases para aprender y perfeccionar hay, eso sí pagándoselas uno mismo, pero realmente en un primer momento uno se convierte en autodidacta, encontrando los atajos y la forma de teclear y escribir de manera rápida y correcta en un dispositivo –a máquina, ordenador o cualquier otro dispositivo como tablet o smartphone-.
- Carné de conducir. Como también grande es el presupuesto que hay que dedicar a aprender a conducir y poder obtener el permiso para ello. Según FACUA-Consumidores en Acción, en España preparar el carné y aprobar la parte teórica y práctica a la primera y con unas veinte clases prácticas cuesta de media 708 euros. Si se es de los que suspende dos veces y se necesitan más clases (FACUA pone treinta y cinco), el coste medio se sitúa en 1.315 euros.
Aunque dicen que el saber no ocupa lugar, lo que deja de ocupar espacio es el dinero que uno debe dedicar a aprender según qué cosas. De igual modo, lo más recomendable es rodearse de personas de confianza que asesoren temas delicados como por ejemplo las inversiones y finanzas personales, y además hacerlo con productos de confianza que aporten seguridad a los ahorros.
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