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Golosinas argentinas para el mundo

Arcor es el mayor fabricante de caramelos del planeta y de chocolates en América Latina La empresa se ha internacionalizado con alianzas con Nestlé y Danone

Alejandro Rebossio
Fábrica de Arcor en Argentina.
Fábrica de Arcor en Argentina. rosal’a cameroni

Hay quienes dicen que los argentinos o las argentinas tienen un hablar dulce. Puede ser cierto o no, pero lo que sí es seguro es que en Argentina está el mayor fabricante de caramelos del mundo. Arcor. El nombre es el acrónimo de Arroyito Córdoba, denominación une la pequeña ciudad (22.000 habitantes) y la provincia en la que nació la compañía en 1951. Hoy la empresa no solo el primer exportador de golosinas de Argentina, sino también de Brasil, Chile y Perú, países donde también ha instalado fábricas. Es además la copropietaria de la mayor empresa galletera de Sudamérica, Bagley Latinoamérica, en sociedad con la francesa Danone.

No es extraño encontrarse con caramelos Arcor en Nueva York o con bombones Bon o Bon en India. Estos chocolates parecen una copia del Serenata de Amor, uno de los famosos Garoto brasileños, en lo que constituye una estrategia de imitación que la compañía propiedad de las familias Pagani, Maranzana, Seveso y Brizzio ha repetido también con algunos otros productos, como los Rocklets, similares a los M&M. En España, Arcor apenas han penetrado. En Barcelona tiene su única oficina comercial para Europa, una región en la que sus alimentos derivados del azúcar y el trigo se topan con altos aranceles. A Europa, así como a Japón, Sudáfrica y Australia, la firma exporta desde Argentina alimentos envasados, como conservas, zumos, mermeladas, cacao en polvo, polenta, dulce de leche, etcétera.

Arcor no cotiza en Bolsa, pertenece sólo a las cuatro familias fundadoras, aunque los Pagani tienen mayor peso en la participación accionarial. De hecho, quien preside el grupo es Luis Pagani, hijo de uno de los fundadores, Fulvio, y uno de los más poderosos empresarios de Argentina. Arcor es la sexta empresa de capital privado argentino por facturación, por detrás del grupo Techint (siderurgia, construcción y petróleo), Banco Galicia, Molinos (alimentos), Aceitera General Deheza, y Bridas (petróleo), según la clasificación 2013 de la revista Mercado. Pero solo Techint y Bridas la superan como multinacional.

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Arcor factura el 50% en Argentina, otro 30% en Brasil, Chile, Perú y México —donde se ha asociado con Bimbo para la producción de chocolates y otras golosinas—, y un restante 20% por exportaciones a otros 120 países, incluida China y EE UU.

“Arcor cuenta con una de las mejoras calificaciones de deuda corporativa de Argentina”, destaca Gabriela Catri, analista de la agencia de riesgo crediticio Fitch. “Es de las pocas empresas argentinas con mejor calificación que su Gobierno [el de Cristina Fernández de Kirchner]”, elogia su colega Verónica Améndola, de Moody's, en un país que sufre una crisis de deuda desde julio pasado. “Tiene diversificadas sus ventas y exportaciones, con importante presencia en Chile y Brasil, aunque su flujo operativo proviene casi en un 100% de Argentina”, advierte Catri. De las 39 plantas industriales, 29 se encuentran en el país de origen del grupo, cinco en Brasil y tres en Chile. “En 2014, las devaluaciones [de las monedas sudamericanas] impactaron en su estructura de costes y eso se vio reflejado en el resultado operativo, pero fue compensado en Argentina porque, a pesar de la inflación (24% previsto por el Gobierno para 2014, aunque provincias y consultoras refieren un 40%), ha tenido habilidad para aumentar los precios y lograr así un flujo operativo mayor que en 2013. No está siendo afectada, por ahora, por la crisis argentina. No se reduce la demanda de sus productos porque es líder en los segmentos de mercado en los que participa y es la que marca la tendencia de los precios”, señala la analista de Fitch.

Los precios de sus productos están muy ligados a las cotizaciones de materias primas como el cacao, que Argentina importa, y otros que se producen en el país, como la leche, el maíz y el papel, señala Améndola, de Moody's. Arcor ha buscado desde un principio la integración vertical y por eso produce 135 toneladas anuales de azúcar en la provincia de Tucumán. También es uno de los principales productores de leche del país: tienen 2.900 vacas lecheras que producen 90.000 litros diarios para abastecer sus industrias. Además, fabrica los envases que utiliza. “La mayoría de sus ingresos viene de los alimentos y por eso es una compañía estable. Además tiene casi el monopolio argentino y se han expandido fuera”, añade Améndola, que cuenta quien visite los habituales kioscos de golosinas en Argentina se encontrará con que hasta el 80% de los productos ofrecidos son de Arcor, incluidos su línea de helados que desarrolló a partir de sus marcas de golosinas.

A esa presencia dominante de Arcor en Argentina se refiere un libro Restricción externa. El poder económico durante el kirchnerismo, que recientemente publicaron los investigadores económicos Martín Schorr, Alejandro Gaggero y Andrés Wainer. Los autores señalan que Arcor ha sido uno de los grupos económicos ganadores de la etapa que comenzó con la devaluación del peso de 2002 y se profundizó con los Gobiernos de los Kirchner desde 2003. En este periodo Arcor mejoró sus ventas internas, profundizó su inserción internacional, selló alianzas estratégicas con multinacionales, incluidas Nestlé, Coca-Cola, Brach's y Danone, y compró la argentina Benvenuto. “La mayoría de los grupos económicos locales que mantuvieron o incrementaron su participación en las ventas son los mismos que durante el decenio de 1990 se habían expandido al calor de la aplicación de reformas estructurales de cuño neoliberal que impactaron de forma negativa sobre muchos consorcios”, advierten Schorr, Gaggero y Wainer.

En cambio, en Brasil Arcor ha afrontado “el desafío de un mercado muy competitivo, en el que debió invertir mucho para ganar su actual buena participación”, observa Catri. “No tiene rentabilidad suficiente en Brasil”, alerta Améndola. “La filial de Chile representa una operación pequeña para el tamaño del grupo, pero con mejores resultados operativos que la brasileña”, según explica la experta de Fitch.

Con una plantilla de 20.700 empleados, Arcor es también líder latinoamericano en chocolates. “Tiene una red logística importante”, elogia Améndola. Con 19 centros de distribución en Latinoamérica, alcanza 250.000 puntos de venta en Argentina, 260.000 en Brasil, 100.000 en México y 60.000 en Chile. “A diferencia de otras industrias de alimentos de Argentina, no se concentra solo en productos típicamente locales, como la carne vacuna o la soja. Por su gama de productos elaborados, podría estar en cualquier país del mundo, es una Nestlé hecha en Argentina”, concluye Catri.

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