¡Me cambio de carrera!
La crisis ha llevado a muchos a buscar empleos de los que antes no habían oído ni hablar
Tamara Carreras (Madrid, 1980) ha ampliado hoy su contrato de trabajo dos meses más. Entró a hacer prácticas como recepcionista de un hotel de Madrid el pasado mes de mayo y, finalizado su periodo de formación, ha conseguido quedarse a trabajar allí de manera temporal. Tamara venía de estar dos años en paro y de trabajar como delineante en obra pública durante otros diez. Ella fue una de las muchas profesionales de la construcción que vio cómo su carrera terminaba con la crisis y los recortes, y decidió, pasados unos meses de búsqueda de trabajo infructuosa, cambiar de sector radicalmente.
“Estoy feliz por haber cambiado de profesión, muy contenta, sabía que no me iba a costar, yo lo que quería era salir del paro, además, no es la primera vez que hago un cambio profesional, hay que adaptarse a todo y en cualquier trabajo te puedes sentir realizada”, comenta ilusionada con el reto que su nueva vida laboral le impone.
El del turismo y la hostelería sigue siendo uno de los sectores en los que se concentra uno de cada dos empleos creados en España en el último año, según los datos del INE sobre la Encuesta de Población Activa (EPA), en el tercer trimestre de 2014. Igual que Tamara, Antonio Castillo (Pamplona, 1983) también trabajaba en otro de los sectores más dinamizadores antes de la crisis, el de la banca, hasta quedarse en paro hace dos años.
La movilidad laboral y el cambio de sector profesional se impone como vehículo para lograr una nueva vida
Desde hace unos meses trabaja como administrativo en una empresa de medio ambiente, otro de los sectores que más futuro está trayendo a muchos jóvenes. “El empleo se parece mucho al que hacía en el banco, siguen siendo números y tablas informáticas”, comenta Castillo. Adaptación al medio lo llaman.
La movilidad laboral y el cambio de sector profesional se impone como vehículo para conseguir una nueva vida. Pero ¿cuáles son las profesiones entonces de ese nuevo futuro? Lola González, directora de la feria AULA, el Salón del Estudiante de Madrid, habla sobre nuevas profesiones que quizá aún no están creadas y que serán las que nos ocupen dentro de unos años: “Si España avanza en su posicionamiento de país que apuesta por la innovación, en especial en el campo de la prestación de servicios, se requerirán sobre todo habilidades y destrezas, no solo conocimientos. Conoceremos profesiones que fusionan disciplinas y que responderán a tendencias que ya estamos observando, como el envejecimiento de la población –y por tanto su asistencia y cuidado–, la concentración en las ciudades, el cuidado del medioambiente (economía verde), la tecnología incorporada de manera natural a nuestra vida diaria… Se trata de un reto adaptativo por parte de todos: trabajadores, empleadores y formadores”.
El bienestar como profesión
La revista neoyorquina Business Insider publicó hace unos meses la lista con los 20 puestos con más proyección de futuro en una sociedad occidental, trabajos de un nivel medio-alto, con salarios anuales a partir de unos 25.000 euros. En su estudio se vislumbraba que los enfermeros y enfermeras serían la profesión con más demanda en los próximos años, con más de medio millón de puestos previstos en EE UU para el año 2022.
También se nombraban otras profesiones como los directores de obra, directores de centros de salud, contables, conductores de camiones, carpinteros, abogados y desarrolladores informáticos, entre otros oficios. Pero son profesiones que se viven ahora de una manera más libre, más relajada y fuera del convencionalismo del trabajo fijo.
El salario medio de un probador de videojuegos va de los 18.000 a los 21.000 euros al año, unas 40 horas semanales
“El mercado laboral está cambiando. Hace años, cuando te planteabas trabajar buscabas algo estable, ahora ya no existe el empleo para toda la vida; el mercado laboral es más flexible, demanda más libertad con la empresa. Cada persona tiene que crear su propia vacante en el mercado y la empresa te contratará para proyectos concretos”, asegura José Ramos, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Europea de Madrid.
El sector de la salud aparece también como uno de los claves a la hora de crear nuevos empleos. El envejecimiento de la población y la mayor esperanza de vida hace que esta área profesional requiera de más oferta. “En los países europeos hay demanda en este sector, pero más allá de la salud aparece también el área del bienestar, todo lo que sea prevenir y estar mejor: enfermeras, fisioterapeutas, médicos…”, cuenta Ramos, que añade que el universo digital también está creando constantemente nuevas profesiones: “Más allá de los famosos community manager, que ya toda empresa tiene en su plantilla, todo aquello relacionado con la comunicación y el diseño digital es una necesidad real ahora mismo. Las profesiones tradicionales evolucionan en nuevos entornos digitales donde trabajar, desde expertos en internacionalizar empresas vía Internet hasta asesoría jurídica en el ámbito digital o las clásicas ingenierías informáticas. Son una buena vía de empleo”.
Y en este ámbito, Fernando Gómez Urquiza (Granada, 1989) consiguió su primer trabajo tras estudiar Traducción e Interpretación. Lleva trabajando desde que salió de la carrera, con 21 años, como game tester (probador de videojuegos) para una multinacional. “Me han gustado desde siempre mucho los idiomas y también los videojuegos, y con esta profesión podía compaginar mi hobby con lo que había estudiado, y estoy realmente contento. Ha sido mi único trabajo serio y cotizando a la Seguridad Social”.
El salario medio de un game tester va de los 18.000 a los 21.000 euros al año, unas 40 horas semanales, y el trabajo está principalmente dirigido a gente muy joven, como Fernando, que no sabe demasiado de horas extras; cuando llega a casa a veces sigue jugando con un videojuego: “Lo hago en casa porque también me gusta, no tengo ningún problema y no siento que estoy trabajando”. Esto también es tener una profesión emergente: trabajar en lo que a uno le motiva.
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