Montoro admite el fracaso del IVA de caja y se compromete a reformarlo
Apenas 22.000 pymes y autónomos emplean el régimen, con una recaudación de 60 millones
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, admitió ayer en el Congreso de los Diputados que el IVA de caja, una de las propuestas estrella del programa electoral del PP en las pasadas elecciones, no termina de funcionar como se había previsto.
Montoro se mostró dispuesto a reformar el mecanismo tributario que permite a las empresas que facturen menos de dos millones de euros no tener que liquidar el IVA con el fisco hasta que cobren la factura porque “está muy lejos de lo que es su potencial”. Solo 22.090 empresas y profesionales —10.539 personas jurídicas y 11.551 personas físicas— se han acogido a este nuevo sistema fiscal cuando el Gobierno había previsto que podían hacerlo 2,3 millones de pymes y autónomos.
Ni siquiera las 120.000 sociedades que trabajan habitualmente con las Administraciones Públicas se han inscrito a este sistema de liquidación del IVA que entró en vigor en enero de este año para que las empresas y profesionales dispusieran de más liquidez.
El rechazo de las grandes empresas ha lastrado la medida. Este sistema voluntario de liquidación del IVA obliga a las pymes y autónomos a llevar una doble contabilidad con los registros de pagos. Además, los clientes de estas sociedades no podrán deducirse el impuesto hasta que paguen la factura, lo que acarrea el rechazo de las grandes corporaciones que, a menudo, retrasan sus pagos para equilibrar su tesorería.
El ministro se mostró dispuesto a “revisar” este nuevo sistema de liquidación del impuesto sobre el consumo ante el escaso éxito: “Es el primer año, estamos aprendiendo todos a gestionarlo y lo que tenemos que hacer, en mi opinión, es ver la experiencia para seguir perfeccionando el sistema, por la liquidez que aporta a las pymes. Y, por eso, también estamos a disposición de los grupos, ahora que acometemos la reforma tributaria, para perfeccionar este sistema. Por supuesto, mostrar nuestra mejor disposición (a retocar el régimen) en la tramitación de la reforma fiscal y también en los Presupuestos, que traeremos a la Cámara la semana próxima”.
El ministro respondía así a la pregunta parlamentaria sobre el balance del IVA de caja planteada por el diputado de CiU, Antoni Picó. Este parlamentario cuestionó la configuración de la medida aprobada por el Gobierno dentro de la Ley de Emprendedores en 2013. Recordó que aunque el Ejecutivo concedió un plazo adicional de tres meses para que los empresarios se adhirieran a la nueva fórmula fiscal solo se han recaudado unos 60 millones de euros de los 983 previstos. “La morosidad y el retraso en los cobros de las facturas continúan, mientras la gran mayoría de pymes y autónomos siguen avanzando el pago del IVA que aún no han cobrado”, se quejó el parlamentario de CiU, quien defendió la necesidad de introducir mejoras en el sistema “por qué no ha funcionado”.
Enmienda de CiU a la reforma fiscal
Picó anunció que su grupo parlamentario presentará este mismo jueves una enmienda a la reforma fiscal del Gobierno que se tramita actualmente en el Congreso.
En realidad, el Gobierno no tiene mucho margen para mejorar la medida. Entre otras cosas porque existe una normativa comunitaria que establece una serie de límites para que el sistema sea homogéneo en los países europeos. “Es verdad que existe una normativa comunitaria. Pero lo que hace Bruselas es establecer un marco legal pero no te dice como tienes que hacerlo todo. Cabe flexibilidad en la medida”, justifica Picó. Este parlamentario de CiU abunda en que el actual sistema “es muy rígido” y recuerda que el artículo 163 de la Ley de Emprendedores, que regula el sistema, determina las obligaciones formales de los sujetos pasivos de forma muy exigente.
El régimen del IVA de caja exige, por ejemplo, a los clientes de las empresas que se acrediten en este sistema a llevar un control especial. Deben llevar un registro de sus pagos a las empresas que están inscritas en este régimen lo que les obliga a adaptar su contabilidad y sus sistemas informáticos entre otras obligaciones.
Otra de las posibles mejoras consistiría en que los clientes de las pymes y autónomos que se hayan acogido a este régimen del IVA puedan deducirse el IVA soportado antes de pagar la factura. Aunque este extremo perjudicaría sensiblemente a las arcas públicas y podría dar lugar a cierto fraude.
Fondo de financiación a pymes
Por otra parte, Montoro ha añadido que las cuentas para 2015 también incluirán un "nuevo instrumento de financiación para pymes y autónomos" que se nutrirá tanto de los Fondos Estructurales de la UE como de los préstamos del Banco Europeo de Inversiones (BEI), y que servirá para "facilitar liquidez y financiación no sólo para nuevas inversiones de pymes y autónomos, sino para el propio circulante".
Según el ministro, el Gobierno ya negocia con las comunidades autónomas esta nueva herramienta, que se enmarca en el Plan de Impulso de la Economía y que será fundamental "en esta fase de evolución económica" que atraviesa el país para "apostar también por la supervivencia de todo el tejido" de pequeñas y medianas empresas y autónomos del país, que deben ser "motor" de la recuperación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.