Argentina demanda a EE UU ante La Haya por el fallo de la bonos de deuda
El tribunal analizará el caso si el Gobierno de Obama acepta esa jurisdicción
Argentina está decidida a resistir el fallo definitivo de la justicia de EE UU que la condenó a pagar los fondos buitre y otros acreedores que rechazaron la reestructuración de la deuda de 2005 y 2010 y que se quedaron con bonos impagos desde el colapso del país sudamericano en 2001. Ocho días después que no pudiera pagar un vencimiento del pasivo refinanciado, dado el bloqueo judicial que la obliga a abonar primero a los fondos buitre, el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner inició los trámites para apelar la sentencia ante el Tribunal Internacional de La Haya, según confirmó el organismo este jueves.
Pero el tribunal con sede en Holanda ha aclarado que solo analizará el fallo si el Gobierno de Barack Obama lo acepta. La demanda de Argentina apunta contra EE UU por presunta violación de su soberanía e inmunidad por el bloqueo judicial que le impidió seguir pagando la deuda reestructurada mientras no salde lo reclamado por los fondos especulativos, demanda que suma 1.300 millones de euros.
Argentina apunta contra EE UU por presunta violación de su soberanía e inmunidad por el bloqueo judicial
Por su parte, el juez estadounidense Thomas Griesa, responsable del fallo en contra de Argentina, ha convocado una nueva vista para el litigio para este viernes a las 15:00 hora local (21 horas en la España peninsular), informó este jueves la Corte de Nueva York. Esta audiencia, de la que no se ha hecho público qué temas tratará, ha sido convocada después de que Argentina presentara la demanda contra Estados Unidos.
Algunos juristas opinan que EE UU rechazará la jurisdicción de La Haya. Uno de ellos es el argentino Luis Moreno Ocampo, exfiscal del Tribunal Penal Internacional, órgano al que la superpotencia jamás quiso someterse. “No veo ninguna chance (opción). Para que Argentina pueda tener un caso ahí, EE UU debería aceptar la jurisdicción y eso no creo que vaya a ocurrir. El lugar (para apelar) sería la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero tampoco puede intervenir sin acuerdo de EE UU y en casos como este, en el que ya hay un juez interviniendo”, se refirió Moreno al juez Griesa.
En cambio, la presidenta de un alto tribunal de Buenos Aires, María Laura Garrigós de Rébori, consideró valioso el recurso a La Haya por su impacto simbólico: “Es una posibilidad de llamar la atención de los grandes mercados y de los dueños del mundo sobre esta locura, demostrando que (el comportamiento de los buitres) es perjudicial para todo el sistema económico financiero internacional”. Garrigós añadió que un “grupo minúsculo está ejerciendo el poder por sobre el Gobierno y los otros poderes de EE UU”.
Acusada por empresarios y analistas en los últimos años por presunta inseguridad jurídica, Argentina ahora imputa eso mismo a EE UU. Así lo hizo su ministro de Economía, Axel Kicillof. “Estamos muy preocupados y le pedimos al gobierno de EE UU que intervenga porque no pude ser que un juez de una jurisdicción quiera bloquear los pagos de un país entero. Aquí hay una cuestión que se llama soberanía”, reclamó Kicillof.
El fallo del juez Griesa es de 2012, fue ratificado por un tribunal de segunda instancia en 2013 y quedó firme en junio pasado porque la Corte Suprema estadounidense desistió de intervenir en el caso. El Gobierno de Obama se había presentado al principio del caso como amigo del tribunal para defender la posición de Argentina ante el posible desaliento de futuras reestructuraciones de deuda de otros países en caso de un triunfo de los fondos que compran deuda impaga para rechazar quitas y litigar en la justicia. Pero después de las relaciones entre Obama y Fernández se tensaron por otras cuestiones y el Ejecutivo de Washington dejó de intervenir por Buenos Aires en los tribunales de su país.
Un grupo de empresas, dispuestas a comprar la deuda
Grandes empresas y hasta pymes de Argentina están dispuestas sumarse a la colecta que organizan cuatro bancos internacionales para comprarle la deuda de 1.300 millones de euros a los fondos buitre como modo de desactivar la moratoria en que el país sudamericano incurrió el 30 de julio pasado por un bloqueo judicial en EE UU. "Hay muchos empresarios, grandes, medianos y pequeños dispuestos a poner 'plata' [dinero]", declaró este jueves uno de los hombres de negocios poderosos de Argentina, Eduardo Eurnekian, cuya Corporación América es el grupo con más aeropuertos concesionados en el mundo.
"Son muchísimos más [empresarios] de los que se pueden imaginar", le dijo Eurnekian a Radio Mitre, de Buenos Aires. "Cada uno va a poner lo que pueda, y algunos más; es una masa colaboradora. Pero esto por ahora es una indefinición total. Estamos de acuerdo en que queremos que esto se solucione; yo no sé cómo se va a arreglar, es una cuestión de abogados y financieros. No participamos en el cómo. Hay bancos que llaman y preguntan si uno colabora y uno dice que sí. Luego de esas llamadas, no aparece la concreción. Hay un montón de problemas de la letra 'chica' que hay que analizar para que prospere la negociación", explicó Eurnekian.
Uno de los obstáculos radica en que, según declararon fuentes cercanas a la negociación a la agencia Reuters, los bancos Citi, Deutsche Bank, JP Morgan y HSBC quieren comprar la deuda con una rebaja del 20%, pero no saben qué suma les reconocerá después el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner cuando en 2015 venza la cláusula que le impide pagarles más a los que rechazaron la reestructuración de 2005 y 2010 que a los que la aceptaron. "Hay una limitante: ¿qué se yo quién va a poner la diferencia (entre lo que pagarían a los 'buitres' y lo que cobrarían de Argentina)? Pero en eso están trabajando los bancos. Me imagino empresarios y banqueros que pongan dinero en la Argentina sin reclamar nada a cambio", despertó suspicacias Eurnekian. Las fuentes cercanas a la negociación dijeron este miércoles a Reuters en Nueva York que el acuerdo podría sellarse la semana próxima.
Argentina se sometió a la justicia de EE UU al emitir en la década del 90 y principios del siglo XXI cuantiosos títulos públicos bajo legislación de ese país, de modo de captar más fondos. Parte de ese pasivo es el que reclaman ahora los buitres. En la reestructuración de 2005 y 2010, los Gobiernos de los Kirchner canjearon bonos bajo la ley norteamericana por otros con menor valor pero la misma jurisdicción. Lo mismo hicieron con títulos con legislación de Argentina, Europa y Japón. El fallo definitivo de EE UU no solo bloqueó los pagos de deuda refinanciada en ese país sino también los de jurisdicciones europea y japonesa.
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