La baja inflación de mayo redobla la presión sobre el BCE para que actúe
El IPC avanza un 0,5% en mayo, dos décimas menos que en abril
Por si no había suficiente presión, el dato de inflación de mayo de la zona euro hecho público hoy es dos décimas más bajo que el del pasado abril y apremia al Banco Central Europeo (BCE) a aprobar este jueves medidas monetarias expansivas que ayuden a dinamizar el consumo y tirar de los precios. El IPC de los países de la unión monetaria avanzó un leve 0,5% con relación a mayo de 2013, frente al 0,7% que avanzó en abril.
Los servicios resultaron el sector más inflacionista, con una subida del 1,1%, pero que queda igualmente lejos del objetivo del BCE, que es del 2% y que además es inferior a la registrada en abril, del 1,6%, según los datos estimados por la oficina estadística europea (Eurostat). También hubo un menor incremento de los precios de los alimentos, el alcohol y el tabaco, de un 0,1%, frente al alza interanual del 0,7% del mes anterior.
En este contexto, el organismo que preside Mario Draghi se reúne este jueves para decidir sobre su política monetaria y el mercado descuenta que esta vez sí se decidirá a actuar con una bajada del precio oficial del dinero (ahora en el 0,25%) hasta el mínimo histórico y se convertirá en el primero de los grandes bancos centrales del mundo en cobrar a las entidades financieras por depositar dinero.
Azad Zangana, economista europeo de Schroders, sintetizaba ayer en un comunicado el mensaje más generalizado de los analistas. “El mercado espera al menos un recorte en su tipo de interés de referencia, además de una bajada de los tipos de los depósitos, pero ¿habrá algo más que proporcione apoyo a la concesión y demanda de préstamos bancarios en la economía?”, señaló.
Y es que los datos han sido aún más bajos de lo esperado y la expectativa de baja inflación se mantiene para dos años, según el BCE. El precio de la energía tienen mucho que ver. En mayo se estancaron, después de haberse recortado un 1,2% en abril, y también los bienes industriales no energéticos se mantuvieron intactos, tras el avance de una décima. Así, la inflación subyacente, que excluye la volatilidad de la energía y los alimentos frescos, experimentó en mayo una subida del 0,7%, frente al 1% de abril. En el caso de excluir únicamente el precio de la energía, la inflación de la eurozona subió seis décimas en marzo, tres menos que en abril.
España es uno de los países con la inflación más baja como consecuencia del paro y el recorte de salarios experimentado pero el hecho de que también sus pa´sies vecinos tengan un lento avance de precios hace que buena parte de ese esfuerzo de competitivdad se quede en el camino. Para el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía española es la que sufre un mayor riesgo de deflación, que implica una caída generalizada y sostenida de los precios y es negativa porque acaba por deprimir el consumo.
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