Castellana 200 vendido por 140 millones de euros
Drago Capital y PSP compran el complejo inmobiliario y prevén invertir 260 millones de euros más en España
El fondo de pensiones de las fuerzas armadas canadienses, PSP, y Drago Capital han firmado un acuerdo vinculante para la compra del Complejo Inmobiliario Castellana 200, por unos140 millones de euros.
No es la primera operación firmada por el tándem que ya adquirió en 2011 una cartera de tres edificios: Gran Vía, 32 y Miguel Yuste, 40, al Grupo PRISA, en Madrid y el de Caspe, 6-20 en Barcelona.
PSP es una de las gestoras de fondos de pensiones norteamericanas más grandes, con 79.800 millones de dólares de activos en gestión. Vino a España de la mano de Drago Capital, una compañía de inversión y gestión inmobiliaria que actualmente gestiona 2.800 millones de activos en la península ibérica.
El acuerdo firmado por ambas en 2011 contempla invertir en total 400 millones de euros en el mercado inmobiliario nacional, con lo que todavía tiene pendientes 260 millones de euros más.
El complejo Castellana 200, edificado en 2011, suma un área de oficinas que comprende dos edificios, uno con 5.155 metros cuadrados de oficinas y otro con 15.137 metros cuadrados. El área comercial cuenta con 6.500 metros cuadrados de SBA (superficie bruta alquilable) con una selección de operadores de marcas de primer orden. El proyecto incluye también un terreno de 18.000 metros cuadrados pendiente de construcción y compatible con varios usos y 844 plazas de aparcamiento.
El consorcio formado por Drago Capital y el inversor norteamericano ha estado asesorado en la adquisición de Castellana 200 por Rodex. Los despachos Gómez-Acebo y Pombo y Clifford Chance han asesorado al consorcio y Uría & Menéndez al Vendedor.
Drago gestiona 12 vehículos de inversión que engloban más de 1.300 inmuebles, fundamentalmente edificios de oficinas, activos residenciales, locales comerciales, apartamentos turísticos y hoteles y obtiene 162 millones de euros de ingresos anuales por arrendamientos.
La pieza más jugosa
Castellana 200 fue segregado de la cartera de Reyal Urbis por su situación estratégica junto a la city madrileña cuando la promotora presidida por Rafael Santamaría comenzó a tener problemas por su alto endeudamiento con las entidades financieras.
El proyecto se puso en marcha en 2006 y se paralizó en 2009. En 2010, Reyal Urbis, abocada a volver a refinanciar su deuda, perdió el control del edificio que se iba a levantar sobre el solar de 7.082 metros cuadrados situado entre los números 198 y 208 del paseo de la Castellana, con vuelta a la calle de Carlos Maurrás. Las entidades que entonces lo financiaban (Santander, Banesto, BBVA, Sabadell, Banco de Valencia -hoy integrado en CaixaBank- y Bancaja -hoy en manos de Bankia-) forzaron, como condición para firmar, la constitución de una sociedad para que este activo estratégico quedase desligado del proceso de refinanciación, y evitar así que, caso de la inmobiliaria se viera abocada al concurso de acreedores, el inmueble quedara al margen. Las entidades tendrían el 51% de esa sociedad tras aportar 25 millones adicionales a los 170 ya comprometidos, y quedaría el 49% restante en manos de Reyal Urbis, que pondría el solar y las obras ya acometidas y mantendría su gestión. Las cosas se torcieron.
Actualmente, son el Sabadell, la Sareb, el Santander y el BBVA los propietarios del complejo cuyos rumores de venta han animado el mercado inmobiliario durante los últimos meses y se barajaban cuatro fondos interesados, pero no el que finalmente ha cerrado la operación.
Castellana 200 contó con una inversión inicial de 350 millones de euros. Cuando se retomaron las obras en 2010, las entidades firmaron un crédito sindicado de 241 millones, a los que habría que sumar lo que invirtió Reyal Urbis y otras entidades. Como la venta se ha cerrado por 140 millones de euros en 2010, se podría hablar de unos 200 millones de euros de pérdidas brutas.
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