El Canal de Panamá da una semana a Sacyr para cerrar un acuerdo
El gestor panameño y el consorcio acercan posiciones para retomar la obra El presidente de la ACP advierte de que "aún quedan temas por resolver"
El administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Jorge Quijano, anunció este miércoles ante el Congreso panameño que se vislumbran soluciones al conflicto financiero con el consorcio liderado por Sacyr, el Grupo Unidos por el Canal (GUPC), litigio que desde el 5 de febrero pasado mantiene paralizadas las obras de ampliación de la vía interoceánica. Pero Quijano advirtió que las diferencias deben estar resueltas definitivamente antes de una semana.
“La paciencia tiene su fín”, dijo antes de la comparecencia. “Estas negociaciones tienen que concluir para el próximo martes. Si no, tendremos que tomar otro rumbo. Si por alguna razón se cae [el acuerdo], no va a ser por nosotros y por lo tanto tendríamos que hacer un movimiento hostil”, añadió.
El conflicto financiero comenzó el 1 de enero, cuando el consorcio anunció que suspendería las obras el 20 de enero si la agencia estatal se negaba a financiarle 1.600 millones de dólares (1.200 millones de euros) por gastos adicionales imprevistos en la construcción de las esclusas para expandir la ruta. Finalmente, la amenaza tomó cuerpo el 5 de febrero. Desde entonces, las partes lanzan propuestas y contrapropuestas centradas en como financiar el final de las obras, mientras los arbitrajes previstos resuelven la cuestión de los sobrecostes.
En una detallada explicación a los legisladores, Quijano confirmó que en los últimos días se han salvado la mayoría de divergencias entre la ACP y GUPC y que el martes de esta semana conversó con la cúpula ejecutiva del consorcio —comandado por Sacyr Vallehermoso y la italiana Impregilo—, que solucionó como afrontar la devolución de 748 millones de dólares que la Autoridad anticipó al consorcio.
Una de las opciones financieras, relató, es que las dos partes aporten 100 millones de dólares cada una, que una fianza de cumplimiento por 400 millones de dólares se convierta en préstamo y la ACP pague a GUPC un débito pendiente de diciembre de 2013. Una pieza clave del engranaje es que Zürich América, como aseguradora del proyecto, acepte participar en el plan.
“Esto se resuelve de una manera, o de otra", recalcó, al insistir en que la ACP se prepara a asumir las obras si se rompen las negociaciones con GUPC, porque “lo que queda por delante” es 1.300 o 1.400 millones de dólares del total de 3.118 millones de dólares que se pactó con el consorcio. El grupo constructor, sin embargo, cree que esa opción es económicamente inviable, y el órgano panameño que intermedia en las disputas entre ambas partes considera que el cambio de constructores implicaría un retraso de entre tres y cinco años sobre la fecha prevista (2015).
Pese a todo, Quijano enfatizó que la ampliación, que empezó en 2007 con un presupuesto de 5.250 millones de dólares, estará lista en 2015 “con o sin” GUPC, bajo el contrato que firmaron en 2009 o con otras opciones.
“La gente encuentra algo de incertidumbre cuando se van dilatando las cosas. Pero nosotros tenemos que tener la capacidad para tener paciencia para asegurarnos que lo que se contrata al final, lo que pongamos al final, es lo mejor para el país”, admitió Quijano antes de acudir al plenario. .
“Nuestro equipo ha estado trabajando 18 horas o más diarias, sábados y domingos, con nuestros abogados locales e internacionales, y con contacto directo aún con los ejecutivos de estas empresas, para tratar de lograr el mejor acuerdo entre las partes para asegurarnos de que estas obras se concretan en el tiempo más corto posible", explicó.
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