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A la rica alga… ‘delicatessen’

Suralgae produce algas para la cocina tradicional y la alta cocina

En primer plano, Consuelo Guerra, con sus socias Mónica Medina y Raquel Velázquez.
En primer plano, Consuelo Guerra, con sus socias Mónica Medina y Raquel Velázquez. P. V.

Corría 2007 cuando Mónica Medina, Raquel Velázquez y Consuelo Guerra eran tres universitarias que vieron en las antiguas —y abandonadas— salinas del parque natural de la Bahía de Cádiz lo que podía ser su futuro: recolectar, manufacturar y distribuir algas para el consumo humano. Poco después nacía Suralgae. Según explica Consuelo Guerra, directora comercial y cofundadora de la firma, “nos decidimos cuando vimos que las algas no solo eran un recurso marino que podía ser utilizado como alimento en sí. Fue básico que también descubriéramos que, por su sabor, las algas podrían ser usadas tanto en los platos diarios de la cocina tradicional como en la alta cocina”.

Consuelo tira de memoria para recordar que la luz se le encendió mientras estudiaba Ciencias del Mar en el campus de Puerto Real de la Universidad de Cádiz: “Teníamos una asignatura sobre algas marinas. Aquello me hizo ver las propiedades nutritivas y valores naturales de las algas. Además, mi hermano es cocinero así que, comentándolo con él, se me encendió la bombilla”. Entonces lo habló con sus amigas —hoy, también, socias— y decidieron intentarlo. “Realmente, al principio, vimos esto más como una vocación que como una salida laboral, aunque enseguida comprobamos que nuestra afición podía convertirse en nuestro trabajo”.

Poco después, cuando Suralgae solo era un proyecto en un papel, la iniciativa recibió su primer apoyo exterior: un accésit en el programa de emprendimiento Atrévete, de la Consejería de Innovación de la Junta de Andalucía. “Nos dijeron que nos premiaban no solo por presentar una iniciativa empresarial que podía ser rentable económicamente, sino por ser sostenibles con el medio natural en el que trabajábamos también”.

Para esta emprendedora la definición de empresario es curiosa: “Eso es algo que se puede decir de Amancio Ortega que, hoy por hoy, solo se dedica a llevar el control de cuentas de su empresa. Nosotras aquí hacemos de todo, trabajamos en todo el proceso. Somos más emprendedoras y trabajadoras que empresarias”, sostiene. Consuelo acaba de llegar de pasar varias horas en el estero La Pastorita, de Chiclana de la Frontera. “Salimos al amanecer. Pasamos varias horas con el barro hasta las rodillas, seleccionando, una a una, las algas que luego procesamos”, indica.

Perfil y proyectos

Mónica Medina, Raquel Velázquez y Consuelo Guerra son amigas y licenciadas en Ciencias del Mar por la Universidad de Cádiz. Coincidencias que les han llevado a fundar la empresa Suralgae, donde son socias.

Suralgae quiere una nueva nave donde recoger el producto en menos tiempo y en mayor cantidad. Además de exportar a mercados como Brasil o Japón, desarrollar nuevos productos y explotar nuevas especies.

Mientras sus compañeras seleccionan la cosecha de la mañana, la emprendedora es consciente de lo que han conseguido: “Cuando empezamos, tan solo había una tesis doctoral sobre las algas de la bahía de Cádiz. Nosotras hemos estudiado e investigado mucho hasta llegar a desarrollar nuestra propia línea de productos en salazón, deshidratados, polvo y salmuera. Hacemos desde aceitunas rellenas de algas a ventresca de atún en salsa de algas o lechuga de mar, por nombrar algunos productos”. Otro elemento que ha contribuido al desarrollo de Suralgae y al éxito de sus productos en las cocinas ha sido el original y minimalista diseño de sus envases. “Con ello queremos transmitir nuestros valores, una personalidad de marca basada en la jovialidad, frescura, innovación y sencillez”, explica.

Así es como, sin prisa pero sin pausa, Suralgae ha ido extendiendo su presencia tanto por España (“estamos en varios restaurantes con estrella Michelin”) como por el extranjero (“trabajamos con una distribuidora en el exterior, a través de marca blanca, que nos permite estar presentes en 16 países. También, con nuestra marca, estamos en tiendas de Londres, Livorno y Helsinki y, online, a través de la plataforma www.hermeneus.es”).

Impulsado hacia un mercado global, Suralgae se ha querido mantener enraizado en el hábitat andaluz en el que nació y está creciendo (“para ser universal hay que ser local, es nuestra forma de diferenciarnos. Por eso, en nuestra página web http://www.suralgae.com tenemos recetas típicas de la cocina andaluza adaptadas para ser cocinadas con algas”). Y otra diferencia: estas tres gaditanas se han hecho fuertes en un sector tradicionalmente dominado por los hombres.

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