El consorcio ofrece acabar las obras si el Canal de Panamá paga otros 740 millones

Lo que el presidente de Sacyr, Manuel Manrique, calificó de “avance” en las negociaciones con la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) —“Somos optimistas respecto a llegar a un punto de encuentro”, anticipó a TVE—, se convirtió unas horas después en un aparente callejón sin salida. Entre una posición y otra, medio un duro comunicado de Impregilo, el socio italiano del constructor español en la ampliación del Canal, que endurecía notablemente las exigencias del consorcio. Una divergencia que, según fuentes de la ACP consultadas por EL PAÍS, ya se había hecho notar en la negociación.

El consejero delegado de Salini Impregilo, Pietro Salini, difundió ayer una nota con una doble propuesta para desbloquear el litigio a cuenta del pago de sobrecostes en la obra por 1.600 millones de dólares (1.200 millones de euros), que el consorcio Grupo Unido por el Canal (GUPC), del que Impregilo y Sacyr tienen el 96%, exige cobrar ya bajo la amenaza de parar la obra.

Además del anticipo, Salini quiere que se cancele el pago de otros adelantos

La doble propuesta de Salini es sensiblemente más dura que lo que salió de la primera ronda de negociaciones, el pasado martes, tras la mediación de la ministra de Fomento española, Ana Pastor. En esa reunión, la ACP ofreció un anticipo de 183 millones de dólares (135 millones de euros), siempre y cuando se retirara la amenaza de parar la obra, a lo que el consorcio contratacó con la petición de un adelanto de 400 millones de dólares (294 millones de euros). Pero el consejero delegado de Salini Impregilo quiere que ese adelanto venga acompañado además de “la consolidación” de los anticipos ya hechos, que según la ACP suman 784 millones de dólares (577 millones de euros más).

La vía alternativa ofrecida por Salini es que la Autoridad del Canal de Panamá se avenga a abonar ya los sobrecostes, un pronto pago por el que el consorcio aceptaría reducir la factura por los supuestos desvíos de 1.600 millones a 1.000 millones de dólares (737 millones de euros). Y a lo que no se aviene el consejero delegado de la empresa es a retirar la amenaza de paralización, que se anuncia para el próximo 20 de enero.

Sin pacto, vamos al arbitraje, y mientras Panamá se queda sin canal Impregilo, socio de Sacyr

“Las propuestas que planteó representan la solución más sencilla, más rápida y más económica. Si no se aceptaran, la palabra pasaría al arbitraje internacional que tiene sede en Miami y, mientras, Panamá no tendrá su nuevo canal ni los ingresos derivados de su actividad, que equivalen a 6.500 millones de dólares al año”, advirtió Salini, quien recalcó que la Autoridad del Canal de Panamá tiene a su disposición todos los fondos del plan de contingencia (al menos 600 millones de dólares) que no ha utilizado. Aunque no hizo falta que lo recordara, la empresa italiana tiene otra carta bajo la manga: la obra no puede proseguir sin las compuertas que construye Impregilo; la ACP, tras la reunión del martes, recordó que hay cuatro compuertas ya hechas esperando para ser embarcadas en Italia.

El administrador de la Autoridad del Canal de Panamá, Jorge Quijano tenía previsto comparecer ayer (a última hora de la noche en España) ante la Asamblea Nacional panameña para rendir cuentas sobre el litigio empresarial. Por ahora, la posición de la ACP sigue siendo la misma, a la espera de que las negociaciones se retomen de manera formal en Ciudad de Panamá. La agencia estatal panameña insiste en limitar el anticipo a 183 millones de dólares, y siempre que el consorcio se comprometa a retirar la amenaza de paralización. Y, para el reconocimiento de sobrecostes, emplaza a la vía habitual, que culminaría en el arbitraje internacional en Miami.