El Eurogrupo dice que “hará todo lo necesario” para proteger a los ahorradores

El Eurogrupo, la reunión de los ministros de economía y finanzas de la eurozona, hará “todo lo necesario” para proteger las cuentas de los depositantes. Parafraseando al presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, que el pasado verano afirmó que haría todo lo que estuviese en su mano para salvar a la moneda única, el ministro luxemburgués de finanzas, Luc Frieden, ha asegurado que los ahorros de los europeos cuentan con el mismo respaldo. Después de que en la madrugada del sábado ese mismo Eurogrupo acordara como condición al rescate de la economía chipriota la imposición de un impuesto sobre los depósitos de los ahorradores locales, incluidos los inferiores a 100.000 euros, el grupo encabezado por el holandés Jeroen Dijsselbloem, trata de defender que lo pactado no supone violar la sacrosanta seguridad de los ahorros.

El sector bancario del pequeño país mediterráneo es cuatro veces superior al PIB nacional

“Cueste lo que cueste, hoy, mañana, en los días por venir, nos aseguraremos que los depósitos en Europa son seguros”, ha enfatizado Frieden. El tono empleado por el ministro luxemburgués ha sido secundado por Dijsselbloem, que apenas lleva dos meses en el cargo. El responsable del Eurogrupo ha reiterado la excepcionalidad de Chipre. El impuesto sobre las cuentas bancarias “no va a producirse en otros países porque sus sectores financieros no están tan desequilibrados como en Chipre”. El sector bancario del pequeño país mediterráneo es cuatro veces superior al PIB nacional.

El plan de rescate acordado por el eurogrupo la semana pasada contemplaba que 5.800 de los 10.000 millones de euros del paquete serían “recaudados” a través de un impuesto sobre los depósitos bancarios de todos los ahorradores, incluidas las cuentas inferiores a 100.000 euros, el umbral, hasta entonces infranqueable, protegido por el fondo de garantía de depósitos en todo el continente. La medida liberó al fantasma del pánico bancario en las economías de la periferia del euro y provocó la rectificación de ayer de Bruselas.

Bautismo de fuego

Jeroen Dijsselbloem heredó del luxemburgués Jean Claude Juncker el liderazgo del eurogrupo el pasado enero y tras apenas tres cumbres al timón el holandés se enfrenta a críticos que le acusan de no prever la ira provocada por un impuesto confiscatorio sobre pequeños ahorradores que podría ser rechazado por el parlamento chipriota lo que podría sumir a la eurozona en una nueva crisis.

Un bautismo de fuego para el novato. De acuerdo a los testimonios de algunos presentes en la cumbre del pasado viernes los alemanes Wolfgang Schäeuble, ministro germano de finanzas, y Joerg Asmussen, miembro del consejo directivo del Banco Central Europeo, fueron las voces dominantes en la reunion. “Existe la frustración de que países fuera de la Troika (UE, BCE y FMI) y Alemania se están convirtiendo en meros transeuntes en estas reunions cruciales, y Dijsselbloem, está siguiendo la corriente, reforzando esa realidad”, confiesa un diplomático de un país pequeño de la zona euro.