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Goirigolzarri confía en que el Estado gane dinero con las ayudas a Bankia

El presidente del banco defiende la "transformación radical" de la entidad Asegura que ya está "saneada y es solvente" y que ahora el reto es hacerla rentable

Íñigo de Barrón
Goirigolzarri, antes de la rueda de prensa sobre los resultados.
Goirigolzarri, antes de la rueda de prensa sobre los resultados.Gorka Lejarcegi

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigozarri, ha asegurado hoy que la entidad que dirige es la única que puede devolver las ayudas públicas que ha recibido y, además, se ha mostrado confiado en que lograrán hacerlo con una “gran rentabilidad” para el Estado. La meta, ha añadido Goirigolzarri en este sentido, es que los contribuyentes puedan “recibir un retorno” por sus fondos. "El objetivo de Bankia es que a finales de 2014 ó 2015 pueda dar una alternativa real para que el Gobierno pueda poner en valor su participación. Eso nos gustaría", ha declarado.

BFA-Bankia solicitó ayudas públicas por un importe de 17.959 millones de euros en 2012. A este dinero hay que sumar los 4.465 millones que el fondo estatal para la reforma del sector, el FROB, inyectó en la entidad en 2011. El Estado, sin embargo, ya computa este capital como pérdidas.

El ejecutivo ha defendido durante la presentación de los resultados de la entidad, que tal y como se esperaba han arrojado unas pérdidas récord de 19.056 millones, que Bankia ha tenido una fuerte transformación que ha hecho que sea un grupo "saneado, solvente y muy líquido". Por tanto, ahora toca “también ser rentables”. Ese es “el reto”, ha insistido Goirigolzarri en relación al futuro que afronta el banco una vez que la inyección de dinero público se materialice en acciones a través de la ampliación de capital con la que movilizará 18.000 millones.

En cuanto a cómo quedará Bankia tras esta operación y su situación en Bolsa, Goirigolzarri ha defendido que “la cotización va a ser completamente diferente”. La razón, ha añadido, es que va a ser una acción en la que confían en “generar valor para los accionistas”. “Estamos comprometidos en conseguirlo, aunque los analistas dirán cuál es el precio objetivo” de las acciones tras los ajustes y tras llevar a cabo una recapitalización que amenazan con diluir el peso de los minoritarios y dejar el valor nóminal de las acciones en un céntimo.

La mayor sorpresa en las cuentas de Bankia han estado en la pérdida de depósitos y en la morosidad. En el primer apartado, la sucesión de problemas que sufrió el banco desde su nacionalización en mayo hasta que se concretaron las ayudas se tradujo en la salida de 22.300 millones, el equivalente al 22,5% del pasivo, aunque esta cifra incluye el dinero que se han movido por operaciones financieras como amortización de cédulas singulares y cesiones temporales de activos. Así, bajando al detalle con vistas a detectar el comportamiento de las familias y empresas, el descenso en las cuentas corrientes y de ahorro ha sido de 7.630 millones, mientras que en depósitos estrictos ha sido del 12,8%, con 8.020 millones.

Goirigolzarri ha asumido esta pérdida, pero se ha mostrado confiado en que no se prolongará durante más tiempo. Tras “sufrir importantes pérdidas de clientes entre mayo y octubre” y de cuota de mercado, ha argumentado, ambos parámetros se han estabilizado y "están en un nivel de atracción similar al de marzo de 2011", antes de la salida a Bolsa y de que se desbordasen los problemas que acabaron provocando su nacionalización y que, por extensión, llevaron al Gobierno a solicitar un rescate para sanear el sector a sus socios europeos.

“Tenemos que transmitir confianza a nuestra clientela porque la situación de Bankia no es inferior a la de ningún banco en España”, ha defendido. “Somos una franquicia solvente y nuestro objetivo es devolver las ayudas a los contribuyentes”, para lo que han realizado un “un cambio radical desde el 25 de mayo”, que es cuando tomó las riendas en sustitución de Rodrigo Rato. “Presentamos una realidad diferente y transformada”, ha insistido.

Para justificar su defensa de que es una entidad solvente y sólida, Goirigolzarri ha destacado que todas las participadas está ajustadas a precios de mercado y que la entidad cuenta con una exposición al riesgo promotor "muy reducida", el 3,6 % de la cartera tras el traspaso de activos al banco malo. También ha subrayado que, tras la ampliación de capital por 18.000 millones, la solvencia del grupo será del 9%, en términos EBA. En BFA llegará al 15%. Asimismo, ha reseñado que su liquidez se eleva a unos 40.000 millones, lo que permite tener cubierto el 90% de los vencimientos de deuda.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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