La inflación frena su avance al 2,6% en enero por los carburantes y la electricidad

En las previsiones del Gobierno y de los expertos que elaboran predicciones sobre los precios de consumo se anticipaba que la inflación perdería fuelle a lo largo de este año, para acabar cerca del 2%. Pero no que perdiera intensidad tan pronto, menos aún cuando en el arranque de 2013 se acumularon incrementos en tarifas de transporte público, peajes o tasas aeroportuarias. Sin embargo, el avance del IPC que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) revela que la tasa anual de inflación se quedó en el 2,6% en enero, frente al 2,9% con el que cerró 2012.

“Este resultado es consecuencia, principalmente, del comportamiento menos inflacionista de los precios de la electricidad y los carburantes”, explica el comunicado del INE, que, como es habitual, detallará lo que ahora anticipa el indicador adelantado del IPC dentro de dos semanas.

Carburantes y electricidad también encajaban subidas puntuales en enero: gasolinas y gasóleos porque caducaba la exención fiscal a los biocombustibles que se incorporan a la mezcla; la tarifa eléctrica más habitual, porque, como consecuencia de la subasta de energía entre las compañías, Industria anunció una subida media del 3% para este mes.

Pero si se compara con lo que ocurrió el año pasado, que es lo que refleja la tasa anual del IPC, el resultado es bien distinto. En el paso de 2011 a 2012, gasolinas y gasóleos registraron un incremento del 4%, superior al registrado ahora.

Y en electricidad, el incremento de la tarifa por el precio de la subasta de la energía, se compensa de sobra porque los usuarios dejan de costear este mes las consecuencias de una sentencia del Supremo que dio la razón a las compañías. En 2011 y 2012, el Gobierno intentó congelar la tarifa bajando los peajes, la parte regulada del recibo que cubre los costes de distribución y primas a renovables, aun cuando esos costes no se habían comportado así. El Supremo obligó a refacturar los importes no reconocidos entre agosto y diciembre, lo que, de media, incrementó el recibo un 7%. Un sobrecoste que, en enero de este año, deja de pesar sobre la factura de la luz.

El recibo de la electricidad también incide en la tasa mensual del IPC, que se anota su mayor recorte en medio siglo, un 1,4% menos que en diciembre. También la decisión del Constitucional de suspender, desde mediados de mes, el cobro de un euro por receta que había instaurado Cataluña en junio. Una suspensión que se extendió a Madrid hace apenas un par de días.

Pero, como es habitual por estas fechas, lo más relevante para la comparación mensual son las rebajas en bienes como vestidos y calzados. En los últimos años, la debilidad del consumo ha llevado a descuentos cada vez más agresivos, de modo que la tasa mensual del IPC en enero cae, de promedio, un 1,1% desde 2009.