Draghi aprecia la “mejora significativa” de los mercados y aleja el rescate
El presidente del BCE aprecia un “contagio positivo” de la “significativa mejora” en los mercados Advierte de que “no hay marcha atrás” en la austeridad Mantiene los tipos de interés en el 0,75% pese a la vuelta a la recesión de la Eurozona
El lenguaje del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, es más directo que el de sus predecesores. Aun así, para interpretarlo, nunca está de más echar mano de cualquier disciplina que ayude, como la teología. Porque lo que proclamó este jueves Draghi es la buena nueva de que la confianza en los mercados financieros ha mejorado de “forma significativa”, que se “ha reducido la fragmentación”, con primas de riesgo algo menos dispares. Y vaticinó que tanto esas mejoras, como la política monetaria del BCE, con tipos de interés en el 0,75%, mínimo del euro, “encontrarán el camino” para reactivar la economía a finales de este año.
La nueva profecía de Draghi aleja la perspectiva del rescate europeo de España —más allá de los casi 40.000 millones ya inyectados a la banca española—, cuando en otoño se creía inminente. Tras la reunión mensual del Consejo de Gobierno del BCE, Draghi se refirió a uno de los mecanismos habituales en los mercados: la profecía autocumplida. “En esta crisis, ha habido ejemplos de contagio negativo, pero lo que tenemos ahora es un contagio positivo”.
En el origen de “ese contagio positivo”, está una proclama de Draghi, que en el supervisor europeo ha quedado ya impresa en letras de molde: “El BCE hará todo lo necesario para sostener el euro. Y créanme, será suficiente”. Fue la frase, en julio pasado, que sirvió de preámbulo a la decisión del banco central de establecer un programa de compra ilimitada de bonos en los mercados secundarios de países en problemas que pidieran el rescate al Eurogrupo, siempre que cumpliesen una serie de condiciones (en corto, más recortes y más reformas).
El BCE mantiene los tipos de interés en el 0,75% por unanimidad
La activación de ese programa de compra de bonos es, por ahora, un acto de fe. El Gobierno español, el principal candidato a requerir la asistencia del Eurogrupo se ha resistido panza arriba. Y el Ejecutivo alemán de Angela Merkel tampoco ve con buenos ojos embarcarse en la aventura en año electoral. Pero el anuncio de que esa intervención del BCE es posible ha bastado para relajar la tensión. “Hemos demostrado que podemos guiar las expectativas del sector privado”, enfatizó Draghi.
Cuando se le inquirió sobre si esas expectativas podía darse la vuelta si ningún Gobierno pide el rescate, si no se prueba el nuevo programa de compra de bonos, su respuesta fue: “Pregunte a los mercados”. Como si estuviese ensayado, los inversores financieros suministraron una réplica simbólica: el tipo de interés del bono español a 10 años bajó del 5%, un nivel que no alcanzaba desde marzo de 2012, y la prima de riesgo (el diferencial con el interés del título alemán al mismo plazo) se quedó por debajo de los 350 puntos básicos.
Mario Draghi comparecerá en el Congreso el 12 de febrero
La mejora de los indicadores en los mercados financieros sirvió también a Draghi para explicar el pequeño milagro que se obró en la planta 36 de la Eurotower, sede habitual de las reuniones del Consejo de Gobierno. En diciembre, una mayoría de gobernadores había apostado por rebajar el tipo de interés ante la recaída de la zona euro, que afronta su segunda recesión en cuatro años. De entonces a ahora, no ha habido ningún cambio relevante en las perspectivas reales: el nivel de desempleo, cercano al 12% en el conjunto de la zona euro, bate récords, y hasta el Bundesbank, el banco central alemán, recorta sus previsiones de (exiguo) crecimiento. Pero, este jueves, la decisión de mantener los tipos en el 0,75% fue “por consenso”.
Draghi recalcó que esa mejora en los mercados financieros se debe también a que ha habido “importantes decisiones en la política europea”, como la asignación al BCE de poderes de supervisión sobre buena parte de la banca europea, a notables avances “en la reparación” de los balances tóxicos en varios bancos —el rescate de la banca española es el primer ejemplo a mano—, pero, sobre todo, al elevado ritmo de reformas y ajustes presupuestarios.
Draghi acudirá al Congreso de los Diputados el 12 de febrero
El presidente del BCE, el italiano Mario Draghi, comparecerá en el Congreso de los Diputados el próximo 12 de febrero, según han confirmado fuentes socialistas. El PSOE fue quien propuso al presidente de la Cámara, Jesús Posada, que trasladara al dirigente del BCE el deseo del Congreso español de que Draghi compareciera, como ya había hecho ante el Bundestag alemán para analizar la situación económica europea.
Las cada vez más frecuentes advertencias de que ese elevado ritmo de recortes puede estar agravando la recesión no amilanan a Draghi. “Por todo lo hecho ya, por todos los sacrificios que han supuesto, no se debe dar marcha atrás”, dijo sobre el ajuste del déficit, sin hacer guiño alguno a la posibilidad de una graduación en los ajustes.
Sobre la necesidad de “perseverar” en las reformas estructurales fue aún más contundente. “El mayor riesgo para la recuperación es que los Gobiernos no mantengan el ritmo de reformas necesario”, dijo en un mensaje con varios destinatarios, incluido el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Draghi, que comparecerá en el Congreso el 12 de febrero, quiso cerrar su intervención ante la prensa cerrarcon otro mensaje positivo, muy similar al que maneja ahora el Gobierno español: “Empezamos a ver los beneficios de las medidas tomadas”. Pero eludió concluir que “lo peor ha pasado ya”, una frase que pareció tener en la punta de la lengua en varios momentos. “El jurado está todavía deliberando, esto no ha acabado aún”, afirmó.
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