El Santander cree que la recesión continuará hasta final de 2013
El beneficio del banco cae un 66% hasta 1.804 millones por las pérdidas de España El banco cubre ya el 90% de la normativa sobre riesgo inmobiliario Los resultados en el exterior compensan las fuertes pérdidas en España
El Santander ha aprovechado que llueve sobre mojado y que los mercados ni se inmutan cuando los resultados de una entidad caen en picado. El banco cerró septiembre con un beneficio consolidado de 1.804 millones, un 66% menos que los nueve primeros meses de 2011. Sus acciones cayeron un 0,59% en Bolsa, mientras que el Ibex perdió un 0,16%.
La entidad presidida por Emilio Botín ha cargado 5.010 millones de coste de los decretos de febrero y mayo (que cubren las inversiones inmobiliarias) contra la cuenta de resultados de septiembre. Si el banco hubiera aplicado este cargo a las cuentas de la red Santander en España y Banesto hubieran presentado unas pérdidas conjuntas de unos 4.000 millones brutos. Para el último trimestre debe provisionar 700 millones más para cubrir las exigencias del Gobierno. El crédito ha caído en 13.000 millones desde diciembre, “en hipotecas y construcción, no a las empresas”, aclaró.
El grupo ve bien que se pida el rescate para bajar la prima 200 puntos
Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado, admitió que desde el punto de vista contable se puede decir que “en España ha habido una cifra negativa, pero como entendemos que el cargo de los decretos del Gobierno es extraordinario, que ocurre una sola vez, lo hemos pasado al grupo”. Esta es una de las grandes ventajas del grupo diversificado, que compensa los malos resultado de unas áreas (España y Reino Unido) con la bonanza de otras, en este caso Brasil, México y el resto de Latinoamérica.
Además, el Santander ha realizado provisiones por la morosidad de todo el grupo por 9.533 millones, con la que la cobertura de los impagados se eleva nueve puntos, hasta el 70%. En total ha provisionado por 14.543 millones un 50% más que el mismo periodo del año anterior. La morosidad del grupo ha subido 0,47 puntos, hasta el 4,33%, aunque la red Santander ya está en el 9,56%, en línea con el sector. Los impagados no dejarán de crecer hasta el primer trimestre de 2014, según Sáenz. “Siempre me equivoco, pero creo que todas las unidades de España alcanzarán el 7,3% frente al 6,38% actual”, auguró este ejecutivo. El grupo destacó la reducción de la exposición inmobiliaria en 5.500 millones desde diciembre, hasta los 26.500 millones.
Pese a estos lastres, la entidad ha generado un resultado antes de provisiones de 18.184 millones. El beneficio ordinario hasta septiembre asciende a 4.250 millones, con un descenso del 19,9%, al que se suman 1.029 millones de plusvalías obtenidos con la venta de la filial de Colombia y la cartera de seguros de vida de España y Portugal. La caída del beneficio en el tercer trimestre es mucho mayor, desde los 1.800 millones a los 100 millones, un desplome del 94%.
Mantiene previsión de dividendo
El beneficio por acción del Santander es de 0,19 euros hasta septiembre. Pese a ello, la entidad mantiene su previsión de repartir 0,60 euros de dividendo este año, el mismo que en 2011 “salvo que el Consejo lo cambie”. ¿Cómo lo podrá hacer? La clave es que el 75% del importe no se paga en metálico sino en títulos porque así lo deciden voluntariamente los accionistas.
Pese al lastre que ha supuesto España para el grupo, Sáenz aseguró que no renuncian a la nacionalidad. “Somos un banco español con todas las consecuencias, aunque solo ganemos aquí el 16% del beneficio total. Estamos condicionados por el bono español, que nos arrastra. Es una situación que no queremos ni podemos obviarla”.
Y las perspectivas que tiene el grupo para España no son buenas. “Creo que el final de la recesión llegará el último trimestre de 2013. Ahí tocaremos fondo e iniciaremos una recuperación, que será lenta”, apuntó Sáenz. Sin embargo, el banquero comentó que en la reciente reunión del FMI en Tokio “las sensaciones sobre España eran positivas por los avances en las medidas tomadas y la credibilidad de las pruebas de Oliver Wyman”. También apuntó que entre los banqueros se comentó “que había que dar un impulso al crecimiento económico porque es una reclamación social”.
Preguntado por si consideraba bueno que España pida el rescate, Sáenz comentó que “es cierto que podría producir buenos efectos”, como “situar la prima de riesgo cerca de los 200 puntos”. “Lo vemos con buenos ojos”, dijo a los analistas.
El consejero delegado del Santander se mostró crítico con el banco malo. “Todavía no sabemos cómo será. Tendrá una gestión muy compleja y la clave será que tenga buenos gestores”, comentó. El banco resaltó su fortaleza de capital, con un core capital del 10,4%, “el mejor de España”.
Latinoamérica, el granero
En los tres primeros trimestres de 2012, los ingresos básicos y gastos de Santander aumentaron a ritmos del 5%, lo que colocó el margen neto (beneficio antes de provisiones) en 18.184 millones, con un incremento del 3%. La combinación de ingresos y costes tiene como consecuencia que la ratio de eficiencia se sitúa en el 45,4%, tres décimas mejor que el cierre de 2011. De este importe, 9.533 millones (+30%) se han destinado a provisiones para insolvencias, mientras que otros 5.010 millones brutos (3.475 millones netos) se han destinado a dotar el riesgo inmobiliario en España, tanto como consecuencia de la nueva regulación como de otras pérdidas inmobiliarias que se han contabilizado.
El crédito a familias y empresas (otros sectores residentes) cae un 8,2%
Sin contar los saneamientos extraordinarios que provocan que el negocio en España esté en pérdidas, Latinoamérica aporta el 50% del beneficio —Brasil suma el 26%; México, el 13%, y Chile, el 5%—; Europa continental añade el 28% —España un 16%; Polonia, un 5%, y Alemania, un 4%—; Reino Unido, el 13%, y Estados Unidos, el 9%. El resultado cae en todos los principales países salvo en Reino Unido y Polonia.
En España, si se descuentan las provisiones para cubrir el riesgo y las pérdidas inmobiliarias, el beneficio atribuido al grupo es de 1.054 millones, con un recorte del 5,9% con respecto a 2011, con aumento del 9,8% en el margen neto. Como esos saneamientos y pérdidas del ladrillo suman 3.475 millones, el resultado que aporta España a las cuentas del grupo es negativo por importe de unos 2.000 millones.
Caída del crédito en España
El crédito crece en las unidades que operan en mercados emergentes, Latinoamérica y Polonia, mientras que cae con fuerza en las economías que están en fuertes procesos de desapalancamiento, como España y Portugal. En cambio, en estos últimos países están creciendo más los depósitos. El importe de la inversión crediticia neta de Grupo Santander se situó en 754.094 millones al cierre de septiembre de 2012, un 3% más que hace un año. El volumen de crédito crece en un 10% en Brasil y México, y un 9% en Polonia. Sin embargo, cae en Portugal un 8% y un 7% en España.
Menos empleados en España
El número de accionistas se mantiene bastante estable. Aumenta en 20.000 en un año, pese a caer 10.000 desde el cierre de 2011. Con 3.283.913 accionistas, el Santander asegura que es el grupo financiero internacional con mayor número de accionistas y de oficinas (14.496). El grupo cuenta con 188.146 empleados (331 más que hace un año, aunque en España la reducción es de 383 empleados) y con 102 millones de clientes.
En el caso español, crece el crédito a las Administraciones públicas un 44%, hasta 17.738 millones, pero el crédito a familias y empresas (otros sectores residentes) cae un 8,2%, hasta 188.392 millones. La caída del crédito a pymes y empresas sin finalidad inmobiliaria es del 3%, hasta 100.131 millones. El mayor recorte se produce en el crédito promotor, del 25% en doce meses, lo que supone una caída de 6.191 millones en el stock de la financiación al sector inmobiliario.
El conjunto de créditos del grupo asciende a 754.000 millones de euros y representa un 117% de los depósitos (642.600 millones). Antes de la crisis, en diciembre de 2008, esa relación era del 150%. En España, la relación créditos depósitos es del 108%, con 199.000 millones en créditos netos y 185.000 millones en depósitos más pagarés minoristas. Dicha ratio era del 178% al cierre de 2008.
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