El FMI cree que el déficit público no bajará al 3% hasta el año 2017
Según el organismo, España no cumplirá los objetivos de ajuste El Fondo prevé que la deuda supere el 100% del PIB, pero exagerando el rescate bancario
Los recortes de gastos e inversiones y las subidas de impuestos aprobadas por el Gobierno están dañando el crecimiento económico y llevarán a la economía española a ser, junto con la griega, la que más se contraiga en 2013 entre los 105 países más relevantes analizados por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero esos duros ajustes no permitirán a España cumplir con los objetivos de déficit, según el organismo. Y no solo este año o el que viene. Las previsiones del FMI incluidas en el informe Monitor fiscal divulgado esta madrugada en Tokio apuntan a que España no logrará reducir su déficit por debajo del 3% comprometido con la Unión Europea hasta el año 2017, con tres de retraso sobre lo previsto ahora.
La prima de riesgo supera en unos 200 puntos la que Madrid merecería
El Fondo ha empeorado significativamente las previsiones que formuló hace menos de tres meses, con motivo de su informe anual sobre España. En julio, al calor del último paquete de ajuste y sin conocer aún los datos de ejecución presupuestaria más recientes, el Fondo apostaba por el Gobierno y daba por buena su previsión de un déficit equivalente al 7,3% del producto interior bruto (PIB). Ahora dice que “los datos preliminares del primer semestre muestran escaso progreso en la consolidación fiscal” y que el riesgo de incumplir el objetivo del conjunto del año se ha incrementado pese a las medidas que han ido entrando en vigor desde julio. Su nueva previsión es un déficit del 7% (cifra que no toma en cuenta el desfase adicional que pueda surgir por el saneamiento de la banca, que el Gobierno cuantifica en 1,1 puntos).
Pero el incumplimiento se va acentuando para los próximos años. Para 2013, el Gobierno hace descansar su objetivo de déficit en una previsión de ingresos acorde con una caída del PIB del 0,5% que ni los más optimistas se creen. El Fondo prevé que el descuadre de las cuentas públicas sea del 5,7% en 2013, el año en el que el Gobierno de Rajoy, cuando llegó al poder, prometía alcanzar el 3%.
Está claro que el plan presupuestario bienal no ha convencido a los economistas del Fondo, pues la diferencia con las previsiones oficiales se va ensanchando aún más en 2014 y 2015.
La banca hincha la deuda
Las previsiones de deuda pública son aún peores, pero estas tienen trampa. El Fondo dice que ha tomado en cuenta 100.000 millones de deuda por el rescate de España para sanear la banca “para ser prudente y a la espera de detalles adicionales”, pese a que admite que hay un margen de seguridad en esa cifra que no se va a utilizar. Si finalmente se utilizan solo 40.000 millones, como asegura el Gobierno, habría que restar a las previsiones del FMI casi seis puntos del PIB.
Sin esa corrección, lo que dicen las previsiones del Fondo es que la deuda pública española alcanzará el 100% del PIB en 2014 y tocará techo en 2016 en el 101,4% del PIB, cifra que sigue siendo muy preocupante aunque se le descuenten seis puntos.
El único consuelo del Gobierno está en el saldo primario (esto es, sin intereses) cíclicamente ajustado (esto es, sin recesión). Ese saldo ya se prevé positivo para 2013, aunque en mucho menor grado de lo que el Fondo preveía hace menos de tres meses.
La prima debería ser de 200 puntos
En su informe, el Fondo rompe otra lanza en favor de la prima de riesgo española, la rentabilidad extra que exigen los inversores a la deuda española a 10 años frente a la alemana, considerada la más segura en euros. En un mensaje que ya había transmitido previamente, el FMI indica que su nivel actual no refleja los rasgos fundamentales de la economía española (como déficit, deuda, crecimiento e inflación). Su nivel teórico, concluye el informe, se sitúa unos 200 puntos por debajo del real.
La institución aconseja frenar el ajuste si la economía empeora
En cambio, las rentabilidades exigidas a países refugio como Finlandia y, sobre todo, Japón y Estados Unidos están por debajo de las que en teoría les corresponderían. Estados Unidos y Japón son precisamente los países que atraen mayor atención en el informe del Fondo, pues no en vano concentran más de la mitad de la deuda pública mundial. Al Gobierno de Tokio, ciudad donde se celebra la asamblea del FMI, el organismo le advierte de que la subida del impuesto sobre el consumo no bastará para hacer sostenible su astronómica deuda. Tanto a Japón como a EE UU, el Fondo les reclama una estrategia creíble de consolidación fiscal a medio y largo plazo. En el caso norteamericano, el organismo prefiere una corrección gradual y no brusca, como la que se derivaría del llamado abismo fiscal, los ajustes semiautomáticos previstos para el próximo ejercicio si el Congreso no lo impide.
El FMI, sin embargo, es consciente del impacto sobre el crecimiento que están teniendo algunos de los recortes y recomienda a los países que tengan margen de maniobra (es decir, que se financian barato en los mercados) que frenen los intentos de contención del déficit si ven que el crecimiento se sitúa significativamente por debajo de las previsiones.
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