La OCDE pide al BCE que compre bonos y baje los tipos para reactivar la economía

La economía mundial se ha debilitado desde la pasada primavera, arrastrada sobre todo por una zona euro atrapada por la crisis de deuda y crecimiento. Mientras, el consumo de los hogares cae por las políticas de austeridad fiscal y las empresas pierden confianza cada día que pasa. Para hacer frente a este desalentador panorama, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) propone en un informe publicado este jueves que el Banco Central Europeo (BCE) baje los tipos de interés, ahora en el mínimo histórico del 0,75%, y compre bonos para aliviar la presión de los mercados sobre la deuda soberana de países como España.

"En la zona euro, la tasa de interés debería rebajarse", explica el organismo, integrado por 34 países. Además, la OCDE afirma que, siempre que la inflación esté bajo control, se debería ampliar "el programa de compra de activos" y que hay que tomar medidas para ayudar a normalizar la situación en los países más vulnerables. "La debilidad de la periferia se está extendiendo hacia el centro" de Europa, advierte.

Estas recomendaciones se hacen públicas justo cuando el Consejo de Gobierno del BCE se encuentra reunido en Fráncfort para estudiar posibles medidas relacionadas con la política monetaria y analizar el plan de compra de deuda ilimitada propuesto por su presidente Mario Draghi para aliviar la tensión que ejercen los mercados sobre la prima de riesgo española, que sigue rozando los 500 puntos básicos.

Menor crecimiento

La crisis del euro ha llevado a la OCDE a rebajar las previsiones de crecimiento para seis de las siete economías más ricas del mundo, integradas en el G-7. La economía alemana, la mayor de Europa, crecerá un 0,8% este año, frente al crecimiento del 1,2% pronosticado en mayo. Italia sufrirá una recesión del 2,4% (frente a la contracción del 1,7% prevista hace unos meses); Francia crecerá solo una décima, en lugar del 0,5%; Reino Unido se contraerá el 0,7%, en lugar de crecer un 0,8%. Al otro lado del Atlántico, Estados Unidos crecerá un 2,3%, en lugar del 2,4%, y Canadá, un 1,9%, en lugar del 2,2%.

El organismo con sede en París reconoce que los recortes y reformas llevados a cabo por algunos Gobiernos europeos para reducir el déficit público están actuando como un lastre para la actividad económica en el corto plazo, pero "son necesarios desde el punto de vista del medio plazo". "En la zona euro, las cuentas públicas siguen estresadas en varios países. Y deben seguir con sus planes de consolidación fiscal y cumplir con los objetivos oficiales de déficit. Estas medidas procíclicas son poco deseables en principio, pero los mercados financieros dejan poco margen", se afirma en el informe, firmado por Pier Carlo Padoan, economista jefe de la OCDE.

Los mercados han dado una relativa tregua este verano, a juicio del economista jefe de la OCDE, por el pacto fiscal alcanzado en la cumbre europea de finales de junio, la bajada de tipos de interés llevada a cabo por el BCE en julio y el anuncio de Draghi de su intención de intervenir en los mercados de deuda soberana.

La OCDE considera que los países de la zona euro deben seguir adelante con la reforma del mercado laboral para que el empleo vuelva a crecer, "facilitar el ajuste salarial" y evitar que el paro se afiance.