El Banco de España romperá su “deber de secreto” para informar al FMI y al BCE
Es una de las condiciones por la asistencia financiera a los bancos
Nuevos tiempos que acaban con reglas centenarias. En el mundo financiero, el “deber de secreto” del Banco de España es uno de los pilares que ni siquiera la última refriega política ha conseguido fulminar.
Sin embargo, el rescate bancario se lo ha llevado por delante. En el Boletín Oficial del Estado del sábado pasado se establecía que la información que el Banco de España “tenga que facilitar a la Comisión Europea, al BCE, a la Autoridad Bancaria Europea, al FMI, a la Facilidad Europea de Estabilización Financiera y al Mecanismo Europeo de Estabilidad” quedará “exceptuada del deber de secreto”. Según el BOE, la razón es que “esa información es necesaria para el desempeño” de esta institución con la asistencia financiera.
Además, se establece que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), dirigido desde días por Antonio Carrascosa (Madrid, 1958), será el que distribuya toda la ayuda del rescate a las entidades vía préstamo o en efectivo. Incluso podría realizar anticipos cuando una entidad, a juicio del Banco de España, pueda “estar sometido a tensiones de liquidez que pueden afectar a su estabilidad”. El anticipo será compensado como un crédito.
La nueva disposición del Gobierno establece que el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) del sector se encargará del refuerzo de la solvencia y podrá tomar medidas para recapitalizar a las entidades. El coste de las medidas será inferior a los desembolsos que haya realizado el FGD en los procesos de reestructuración. Con este fin, el FGD podrá “comprometer su patrimonio para la prestación de las garantías” que se le pudieran exigir. Este compromiso podrá ser asumido por las entidades, recuerda el Gobierno al sector.
El tercer asunto relevante que anunció el Boletín Oficial es que el Gobierno pone a disposición del sector financiero 55.000 millones en avales públicos para las emisiones de bonos y obligaciones nuevas. En las últimas emisiones, la banca utilizó estos avales para obtener créditos directamente del BCE, sin pasar por el mercado, ya que sigue totalmente cerrado para las entidades españolas. Estos planes de avales comenzaron con el Ejecutivo de Zapatero. El Estado también pone a disposición 3.000 millones para avalar fondos de titulización de activos.
Como en ocasiones anteriores, esto no le saldrá gratis a la banca. Las entidades que lo soliciten deberán pagar el 0,5% del total otorgado. También se ha establecido una comisión de emisión, aunque no se detalla su cuantía. Según el BOE, el importe lo establecerá la Secretaría General del Tesoro con las directrices de la Comisión Europea, siguiendo las normas “sobre ayudas estatales a bancos”. Las entidades tienen hasta el 5 de diciembre de 2012 para presentar sus solicitudes.
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