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Los seis grandes bancos se quejan ante Linde de la lentitud del Ejecutivo

La cúpula de las mayores entidades se reúne para analizar el avance de la crisis

Íñigo de Barrón
Ignacio Goirigolzarri y Alfredo Sáenz, (ambos en el centro) en la 44 edición de la reunión de antiguos alumnos del IESE.
Ignacio Goirigolzarri y Alfredo Sáenz, (ambos en el centro) en la 44 edición de la reunión de antiguos alumnos del IESE.BERNARDO PÉREZ

Los banqueros han cambiado su tradicional actitud ante el poder, más o menos complaciente, después de recibir doce decretos leyes que les han exigido más capital y más provisiones al mismo tiempo, algo que consideran realmente dañino. Y esta vez no se lamentaron a solas, sino en presencia de sus más altas autoridades, el recién llegado gobernador, Luis Linde, y el subgobernador, Fernando Restoy.

Los protagonistas fueron los seis bancos que se han erigido como los nuevos “grandes”, que mantienen desayunos una vez al trimestre. Por parte del Santander y del BBVA acudieron sus consejeros delegados, Alfredo Sáenz y Ángel Cano, mientras que por parte del resto estuvieron los presidentes: Isidro Fainé, de La Caixa, Ángel Ron, del Popular; José Ignacio Goirigolzarri, que se estrenaba como representante máximo de Bankia, y Josep Oliu, del Banco Sabadell. La Asociación Española de Banca (AEB) acogió el evento, que se celebró el miércoles de la semana pasada.

Los pesos pesados del sector criticaron sin ambages la falta de rapidez y de una hoja de ruta clara del Gobierno a la hora de tomar medidas. Sobre todo, algunas como la subida del IVA, que se consideraba ya imprescindible desde hace meses y que aún no se ha anunciado oficialmente. Los banqueros creen que “la falta de liderazgo lleva a actuar a remolque de las medidas exigidas por la Comisión Europea, con el consiguiente perjuicio para la imagen y peso específico del Ejecutivo”, comentó alguno de los presentes.

Los pesos pesados del sector criticaron sin ambages la falta de rapidez y de una hoja de ruta clara del Gobierno a la hora de tomar medidas

En este sentido, se interpretó la grave pérdida del puesto en el consejo directivo del Banco Central Europeo (BCE), de donde ha salido José Manuel González Páramo y no ha sido sustituido por ningún otro español. El candidato propuesto, Antonio Sáinz de Vicuña, actual director de los Servicios Jurídicos del BCE, se ha considerado en Fráncfort como un candidato sin suficiente currículo para el cargo. Lo mismo ha ocurrido con Belén Romana, que no ha logrado ser elegida para presidir el mecanismo permanente del rescate europeo.

Esta actitud de arrastrar los pies por parte del Gobierno es especialmente criticable, según los banqueros, porque España está considerada en Europa como un caso grave y cualquier demora en la toma de resoluciones agrava mucho la situación en los mercados. Esta tensión se traduce en fuertes bajadas de las cotizaciones bancarias, que arrastran una caída cercana al 30% de media.

Pese a estar Goirigolzarri presente, no se evitó el tema más recurrente en el sector: la errónea actuación del ministro de Economía, Luis de Guindos, en el rescate de Bankia. Las entidades consideran que la petición de 23.000 millones para sanear los activos de Bankia después de una salida agonizante del anterior presidente, Rodrigo Rato, ha permitido que en el extranjero se generalice y se crea que el sector está tan mal como la entidad nacionalizada.

Esta actitud de arrastrar los pies por parte del Gobierno es especialmente criticable, según los banqueros, porque España está considerada en Europa como un caso grave

Alguno de los presentes consideró que a España se le está llevando hasta el límite de su resistencia, consintiendo —por parte del BCE— que se eleve la prima de riesgo hasta límites imposibles, a la vez que sube con fuerza la rentabilidad del bono, “para que después se acepten todas las medidas sin capacidad de negociación”. Los ejecutivos financieros consideran imposible cumplir con los objetivos del déficit, es decir, que el Estado logre ingresos y se financie en los mercados, si se mantienen los tipos de interés en los actuales niveles asfixiantes.

Incluso alguno expresó la idea de que España es un país virtualmente intervenido por la Unión Europea, aunque ante la opinión pública solo se verbaliza que existe un rescate bancario. En este sentido, se comentó que no actuar con diligencia podría dar argumentos a los poderes europeos que abogan por una intervención oficial de España, algo que se consideró sumamente arriesgado por la posibilidad de que después ocurriera lo mismo con Italia y Francia, lo que podría llevar a una disolución del euro, con la llegada de infinitos problemas.

Tampoco se espera que la inyección de los 60.000 millones de capital a las entidades sea la panacea para solucionar la crisis económica. En su opinión, como dijo el Premio Nobel de economía, Paul Krugman, “el problema de España no es la banca, sino la economía”. Los presentes coincidieron en que la exigencia de más capital y más provisiones al mismo tiempo tienen un efecto muy grave: la sequía absoluta de crédito. Con esta ausencia de préstamos, dudan de que se pueda recuperar el PIB español.

Los ejecutivos expresaron a Linde y Restoy la necesidad de romper el bucle que une el riesgo bancario al de la deuda soberana. Esta situación se está agravando con la adquisición de Deuda Pública por parte de las entidades, con el riesgo de que en un futuro se produjera una quita del valor de los bonos españoles (como ya se hizo en los ejercicios teóricos de la Autoridad Bancaria Europea), lo que provocaría un daño enorme a la solvencia de las entidades.

Los banqueros temían fuertes condicionantes a todo el sector por las ayudas europeas. Al final han quedado en mayor nivel de capital y control sobre la liquidez. Para las cajas de ahorros sí ha habido medidas más severas.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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