Repsol sacrifica dividendo por la prioridad de mantener la calificación
Brufau reconoce que el nivel actual de retribución al accionista no era sostenible Repsol presenta su nuevo plan estratégico sin contar con la empresa nacionalizada Apuesta por crecer en exploración y upstream y anuncia desinversiones por 4.500 millones
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha anunciado este martes que la compañía reducirá el porcentaje de beneficios que se destinará a dividendos y su volumen de autocartera con el objetivo de intentar mantener la calificación de la petrolera, así como para no sacrificar sus resultados ahora que ya no cuentan con la aportación de YPF, su antigua filial argentina nacionalizada en abril.
Brufau ha explicado que "a los accionistas hay que retribuirles razonablemente" pero que la situación debe amoldarse a la coyuntura actual y ha añadido que la política de dividendo se adaptará a la de los competidores. Así, ha reconocido que el nivel de los últimos años, en los que Repsol abonaba una media de 1,15 euros por acción, no era sostenible. El anuncio ha lastrado la cotización del valor en Bolsa, que ha perdido más de un 6%, lo que ha dejado el valor de sus acciones en mínimos anuales por debajo de los 13 euros.
Las acciones de la empresa han caído con fuerza en Bolsa hasta su nivel más bajo del año
Brufau también ha destacado durante la presentación del nuevo plan estratégico de la petrolera hasta 2016 que el objetivo es reducir su deuda actual de 11.300 millones a entre 7.000 millones y 9.000 millones. Para ello prevén convertir preferentes en capital por unos 3.000 millones de euros y reducir su autocartera en un 5%. Junto a ello, el presidente de la compañía ha adelantado que venderán activos no estratégicos —entre los que no está Gas Natural— por entre 4.000 a 4.500 millones.
Sobre el conflicto con Argentina, Brufau ha argumentado que su grupo está "dispuesto a negociar" una solución para YPF. "Vamos a hacer todo lo posible y necesario, dentro de una actitud jurídica y de diálogo, para recuperar el valor de nuestros activos en Argentina", ha señalado antes de vaticinar que, en caso contrario, el proceso ante el comité de arbitraje del Banco Mundial (Ciadi). Las partes tienen seis meses para intentar arreglar de forma amistosa sus diferencias antes de acudir a las instituciones
Exposición a Argentina
Brufau ha destacado que "las inversiones en YPF eran mucho más de lo que le correspondía en función de sus resultados". "Invertíamos entre el 30% y el 35%, mientras que las alegrías no pasaban del 20%", ha añadido. Sobre YPF, el presidente de Repsol ha anunciado que esperan llegar a un acuerdo antes del 30 de junio con los auditores sobre el riesgo de la empresa en Argentina.
Según ha revelado el ejecutivo, la exposición al país alcanza los 5.000 millones de euros entre el prestamo a su exsocio en YPF, el grupo Petersen y el 6% que le queda en la petrolera argentina. Una participación que podría llegar al 12% si se ejecutan las garantías de este crédito, "el cual es bastante probable que resulte impagado", ha añadido Brufau. En todo caso, el presidente de Repsol ha defendido la posibilidad de recuperar la inversión y ha reclamado al Gobierno argentino que lance una opa sobre estos títulos no expropiados.
"A nosotros el 12% no se nos ha expropiado, no se nos ha dicho nada... si alguien tiene voluntad de cumplir lo que firma, tiene que hacer una opa. En aquello que no se ha expropiado, que es el 49 por ciento restante (...) alguien en su momento decidió que en el caso de cambio de control había que hacer una opa", ha declarado.
Nuevo plan estratégico
Según su nueva hoja de ruta, en la que ya no tiene en cuenta a la petrolera argentina, Repsol invertirá 19.100 millones hasta 2016 con el objetivo de casi duplicar su beneficio al final del periodo. Esta cifra es unos 3.000 millones inferior a la de su antiguo plan estratégico, lo que arroja un recorte del 13,5%.
En concreto, Repsol apuesta por crecer durante los próximos cuatro años en las áreas de Exploración y Producción (upstream) y maximizar los retornos de la de Refino y Márketing (downstream). Con ello, confía en ganar unos 3.000 millones en 2016 y multiplicar por 1,8 el beneficio neto respecto a 2011, cuando ganó 1.700 millones una vez excluida la aportación de YPF.
Además, al final del periodo espera alcanzar una producción de hidrocarburos de 500.000 millones de barriles equivalentes de petróleo al día, con tasas interanuales de crecimiento del 7%.
El plan, que se basa en un precio del barril de crudo brent de 80 dólares, contempla que Repsol mantenga durante el periodo una tasa de reemplazo (que refleja la relación entre el petróleo que se extrae y las nuevas reservas que se descubren) del 120 %, diez puntos más que en su anterior estrategia.
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