Alierta apoya las reformas de Rajoy y defiende que España es muy solvente
El presidente de la operadora culpa al riesgo país de la caída de la cotización de la empresa Considera que se han sentado las bases para la recuperación de la economía
El presidente de Telefónica, César Alierta, se quejó hoy en la Junta General de Accionistas de la evolución de la cotización, que cayó un 21% en 2011, comportándose peor que la media del sector en Europa, y achacó esa caída “fundamentalmente al sentimiento negativo de los inversores hacia los valores españoles en el contexto macroeconómico actual”.
No obstante, Alierta aprovechó el turno de ruegos y preguntas para defender la buena salud de la economía española y sus perspectivas de crecimiento, mucho menos pesimistas que las que apuntan organismos internacionales que no citó (los del FMI y la Comisión Europea son especialmente críticos), al tiempo que hizo una defensa encendida de las reformas del Gobierno que, a su juicio, sientan las bases adecuadas para la recuperación económica. “España es un país solvente, muy solvente y las reformas que se han hecho sientan las bases para la recuperación”.
Alierta anunció que en los próximos días el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), el lobby formado por los presidentes de grandes empresas españolas, presentará un informe en el que se destacará los elevados índices de solvencia de la economía española, mucho mejor que lo apuntado por los citados estudios de organismos internacionales.
En la actualidad, la acción de Telefónica está cotizando a precios similares a los de 2005
Pese a esa defensa de la economía española, Alierta reconoció a los accionistas que se observa una estrecha correlación entre la evolución del riesgo país España y la cotización de Telefónica. En este sentido, apuntó que los mercados no están reconociendo el potencial de crecimiento de la compañía ni la gran transformación experimentada en los últimos años, con la creación de Telefónica Digital como último hito.
Para el presidente de la compañía, resulta “sorprendente” que en la actualidad la acción de Telefónica esté cotizando a precios similares a los de 2005, cuando la compañía ha multiplicado desde entonces por dos el número de clientes; por 1,7 los ingresos; por 1,5 el beneficio bruto operativo (OIBDA) y por 1,8 el beneficio por acción. “Si siguiéramos esta dinámica, supondría que en siete años la acción no valdría nada. Y eso está claro que no va a ocurrir. Esta compañía tiene mucho recorrido”, aseguró.
Alierta, en el discurso entregado a los accionistas que no fue leído, recordó la política de dividendo acordada para 2012, en la que se remunerará a los accionistas con 1,5 euros por acción, de los que 1,3 euros serán por un dividendo en efectivo y el resto por recompra de acciones propias. Según la compañía, ambas medidas suponen una rentabilidad del 13,3% a precios actuales, la mayor entre las cien empresas más grandes del mundo por capitalización bursátil.
El presidente destacó que la difícil coyuntura económica por en valor la diversificación geográfica de la compañía, la mayor del mundo por número de clientes exceptuando a las dos chinas y la tercera por beneficio neto tras China Mobile y Vodafone.
La Junta se celebró con normalidad y escaso público. No faltaron las tradicionales intervenciones protagonizadas por representantes sindicales, acompañados de abucheos y gritos contra Alierta y su consejo. Este año, las más duras correspondieron al sindicato de Alternativa Sindical de Trabajadores (AST), cuyas consignas repetidas a lo largo de la junta motivaron que Alierta señalara: “Ya me he enterado que quieren mi dimisión, no hace falta que lo repitan tanto”.
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