El Estado sacrifica al ajuste las medidas para reactivar la economía
La inversión en infraestructuras cae a la mitad de lo que se presupuestó en 2010 El gasto total en I+D baja un 25%, y la inversión para programas de ciencia, un 34% Hacienda sostiene que las prestaciones por desempleo caerán un 5,5% pese a la recesión
"Primero el déficit, segundo el déficit y tercero el déficit". El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha dejado claro cuál es la prioridad del proyecto de Presupuestos para 2012 que prevé un ajuste de más de 27.000 millones. El objetivo es pasar del 8,5% al 5,3% de déficit público, en un esfuerzo presupuestario inédito. En conferencia de prensa tras presentar el proyecto en el Congreso, Montoro ha defendido que los ajustes son "neutros para el crecimiento económico". Pero los datos de inversión pública evidencian hasta que punto se ha sacrificado las medidas de reactivación económica en aras de la consolidación fiscal.
La inversión en infraestructuras de la Administración central y los entes públicos apenas llega a 11.368 millones, una disminución del 22% respecto al ejercicio anterior, cuando ya se recortó en un 30%. La política pública con mayor capacidad para reactivar la economía a corto plazo se queda así a la mitad de lo que se presupuestaba en 2010.
El mordisco es también sensible en el gasto en innovación, una de las principales bazas públicas para alentar un cambio de modelo y un crecimiento más sostenible a largo plazo. El gasto en I+D civil se reduce en un 25%, y en el caso de las transferencias de capital, el descenso llega al 34%. Aquí el recorte triplica el que se implementó en 2011. En la investigación militar, la caída es similar, rayando en el 25%.
En total, el Gobierno afronta un recorte de gasto cercano a los 18.000 millones para lograr el objetivo de déficit y, también, para compensar el aumento ineludible en algunas partidas. Las estimaciones de Hacienda en esto son llamativas. Por un lado, cree que las prestaciones por desempleo descenderán en 1.235 millones (un 5,5%), pese a que la recesión en marcha elevará el paro a mayor velocidad que en 2011, cuando la caída presupuestada no llegó a 500 millones.
Los expertos contaban con que se presupuestarían 1.000 millones más, no menos. La diferencia es más abultada en la previsión de gasto en los intereses de la deuda, donde fundaciones como Funcas o Fedea anticipaban un aumento de 6.000 millones, que en las cuentas del Estado se queda en poco mas de 1.000. Y eso que el nivel de deuda pública escalará al 80%, diez puntos porcentuales más de cómo cerró en 2011.
Condicionados por el ajuste, el llamado gasto social, que incluye partidas como las pensiones o las prestaciones por desempleo, se reduce un 4,3%, hasta los 175.382 millones. En dinero contante y sonante supone un tijeretazo de 7.900 millones. Con respecto al total, el peso del gasto social se reduce del 58% de 2011 al 56%.
La crisis financiera consolida la partida de los intereses, presupuestada en 28.876,03 millones de euros, por encima de las prestaciones por desempleo (28.805 millones). También supera la partida de gastos de personal, que se queda en 27.340 millones, tras aumentar un 1,3% y solo se ve superada por las pensiones, a las que se destinarán 115.825 millones, un 3,2% más.
Los detalles de las nuevas medidas de ingresos, con las que el Gobierno quiere recaudar 12.300 millones más, ya fueron anunciados por Montoro el pasado viernes. Entre ellas destaca la eliminación de deducciones del impuesto de sociedades (para recaudar más de 5.300 millones) y una controvertida amnistía fiscal, con vistas a aflorar unos 25.000 millones. El objetivo es recaudar 2.500 millones, ya que estos fondos estarán penalizados con un gravamen único del 10%. Además, según el documento de los presupuestos que hoy se puede ver al detalle, podrían aumentar los ingresos por otras tasas, como las aeroportuarias, ya que las tasas de salida por pasajero de Barajas y El Prat se disparan. El pago por seguridad sube el 66% en todos los aeropuertos y el de control de equipajes se triplica.
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