El Consell presiona a Olivas para que deje la presidencia de Bancaja
El FROB ultima la valoración del Banco de Valencia para iniciar la subasta
Las presiones aumentan para que José Luis Olivas abandone la presidencia de Bancaja, según confirman fuentes políticas y empresariales, algunas de las cuales llegaron a apuntar que podría presentar la dimisión esta misma semana, en el consejo de administración convocado para el viernes. Desde el entorno del presidente de la caja, cuya trayectoria acredita una gran capacidad de resistencia, se negó ayer rotundamente, sin embargo, que tenga pensado dar ese paso e incluso que haya recibido mensajes al respecto.
Las fuentes consultadas relacionaron las presiones para que deje el cargo con su gestión tanto al frente de Bancaja como del Banco de Valencia, que presidió hasta pocas semanas antes de que fuera intervenido por el Banco de España en noviembre pasado. Fuentes de la Generalitat aseguraron que se ha trasladado a Olivas una "invitación a dimitir". Ya a finales de 2011, después de que el Banco de España tomase el control del Banco de Valencia por su delicada situación de solvencia, fuentes de la Generalitat calificaron de "insostenible" la posición de Olivas al frente de Bancaja.
La postura del Gobierno autonómico está en la misma línea que la de influyentes empresarios valencianos, que abogan por una solución que contribuya a recuperar la normalidad en Bankia, el grupo en el que se han integrado Bancaja, Caja Madrid y otras cinco entidades menores, Caja de Canarias, Caixa Laietana, Caja de La Rioja, Caja Ávila y Caja Segovia.
En el momento de la integración, Bancaja era la tercera caja española por activos y logró un 37,7% de la fusión. Fuentes financieras aseguran que el presidente de Bankia, Rodrigo Rato, está convencido de que Olivas le engañó en ese proceso, y que ahí está el origen de una mala relación que perdura. La decisión de revisar el valor del Banco de Valencia —que pertenecía al Grupo Bancaja— en el momento de la fusión, adoptada en febrero por la matriz Banco Financiero y de Ahorro (BFA), fue un signo de ello.
Ya entonces algunas fuentes relacionaron la operación impulsada por Rato como una forma de forzar la dimisión del presidente de Bancaja. Olivas logró que la caja cerrara filas en el siguiente consejo de administración, pero ello no ocultó el hecho de que los propios consejeros de Bancaja en BFA habían votado a favor de la nueva auditoría al Banco de Valencia.
La intervención del Banco de Valencia fue aprovechada por Rato para forzar que Olivas dimitiera como vicepresidente de BFA. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ultima la valoración del Banco de Valencia para iniciar la subasta. El proceso se ha retrasado porque, a diferencia de las cajas nacionalizadas, la entidad tiene junta general de accionistas, que si se oponen frontalmente pueden dificultar mucho la venta del banco. Si la valoración de es positiva, aunque fuera de manera residual, se facilitaría todo el proceso. Algunas fuentes comentaron que la primera valoración “da un pequeño valor positivo”, algo que no pudo ser confirmado por fuentes oficiales. No obstante, la solución se conocerá en pocos días.
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