Draghi asegura que lo peor de la crisis ya ha pasado y pide acción a los Gobierno
El presidente del BCE insiste en defender su política en una entrevista con el alemán 'Bild' "En otoño pasado la situación era crítica y había que evitar el estrangulamiento del crédito" El 'FT' informa de que el instituto emisor estudia empezar a retirar medidas extraordinarias
El presidente del Banco Central Europeo (BCE) está convencido, según afirma en una entrevista que publica hoy el diario alemán Bild, de que lo peor de la crisis del euro ya ha pasado, aunque admite al mismo tiempo que aún quedan algunos riesgos. "Lo peor ya pasó pero sigue habiendo riesgos", dijo Draghi antes de defender que "la situación se estabiliza”. Según recuerda, los datos de la eurozona, como inflación, balanza de cuenta corriente y sobre todo los déficits públicos, “son mejores que por ejemplo en Estados Unidos".
Según insistió Draghi, la confianza de los inversores ha regresado y desde hace varias semanas el BCE no ha tenido que volver a intervenir comprando títulos de deuda soberana, una idea que ya expuso tras el último consejo ejecutivo del BCE a principios de mes. "Ahora es el turno de los gobiernos, tienen que lograr que la eurozona sea a largo plazo resistente a las crisis", reiteró. Sin embargo, su optimismo choca con la tozudez del mercado, que en las últimas jornadas ha reavivado las dudas sobre la situación de los países bajo sospecha, especialmente contra España, una vez que parecen disiparse los efectos analgésicos de las subastas millonarias de liquidez para la banca.
Además, frente a las críticas que ha recibido la institución desde, precisamente, Alemania y otros países del euro alineados en la línea más ortodoxa de la política económica, Draghi defendió las intervenciones del BCE para atajar la crisis, en especial las subastas extrarordinarias de liquidez. "En otoño pasado la situación era crítica. Se hubiera podido llegar a un peligroso estrangulamiento del crédito y con ello a quiebras de empresas que de pronto se hubiesen encontrado sin respaldo financiero. Eso era algo que teníamos que evitar", dijo.
Draghi considera además que las inyecciones de capital efectuadas por BCE no son un factor de inflación porque la mayoría de los bancos no pusieron ese dinero en circulación, sino que lo utilizaron para cancelar viejas obligaciones. "Así que el dinero está casi neutralizado con respecto a la inflación", sostuvo antes de agregar que la "operación no fomenta la inflación". "Y nosotros observaremos con mucho cuidado si y cómo el dinero entra al sistema económico", advirtió.
En cualquier caso, garantizó que si la situación de los precios empeora, algo que podría producirse de continuar la escalada de los precios del crudo, el BCE tomará “inmediatamente” actuaciones preventivas. "Si uno permite el precio del petróleo y el reciente aumento de impuestos de varios gobiernos, hemos permanecido estable en (una inflación de) un 1,5% durante meses".
Para hacer frente a un alza de precios, el instituto emisor tiene margen con los tipos de interés, que están en el mínimo histórico del 1%, aunque si la recuperación no acaba de coger fuerza, podría acabar por decantar al BCE por tomar una decisión en el sentido contrario.
Sobre el abanico de opciones que tiene la Autoridad Monetaria sobre la mesa para mantener los precios bajo control (que es su principal mandato), el periódico británico Financial Times (enlace con suscripción) informa hoy de que está estudiando retirar su programa de compra de cédulas hipotecarias a los bancos por un importe total de 40.000 millones. La medida, en cualquier caso, se ha visto superada, precisamente, por las subastas de liquidez y apenas ha servido para adquiriri unos 9.000 millones de esta deuda garantizada.
El rotativo añade que esta decisión podría ser el primer paso con vistas a volver a las medidas convencionales de política monetaria.
Por otra parte, Draghi revela que las diferencias de opinión entre él y el jefe del Bundesbank (Banco Central alemán), Jens Weidmann, había sido "exagerada". Es más, en la entrevista, el presidente del BCE pone a Alemania como modelo por haber logrado reinventar el estado de bienestar sin incurrir en deudas desproporcionadas.
"Alemania es un ejemplo. El viejo modelo del estado de bienestar europeo ha muerto porque con frecuencia no funciona sin deudas. Los alemanes lo han reinventado sin deudas desproporcionadas", explicó.
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