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Deterioro del mercado laboral

Díaz Ferrán rectifica sobre la propuesta de reforma laboral

El líder de los empresarios deja de considerar el documento como "un buen punto de partida" y advierte de que no lo puede "valorar positivamente"

Con el paso de los días, la propuesta de reforma laboral del Gobierno pierde atractivo y ha dejado de gustar hasta a la CEOE. Si ayer su vicepresidente, Joan Rosell, la consideraba un "buen punto de partida", hoy su inmediato superior en la patronal, Gerardo Díaz-Ferrán, ha asegurado que los empresarios "no pueden valorar positivamente" el documento que el lunes les hizo llegar el Ejecutivo y en el que abogaba por extender el contrato con una indemnización de 33 días.

"Amén a todo lo dicho", dijo ayer Díaz Ferrán al ser preguntado sobre si compartía la opinión de Rosell. Sin embargo, ahora asegura que no lo pueden valorar positivamente "porque es bastante ambiguo y no concreta nada". Eso sí, ha matizado que han recibido la propuesta "con cariño" y ha defendido que no supone un abaratamiento del despido. "Hay que interpretarlo adecuadamente. Ni el Gobierno está proponiendo abaratar el despido, ni nosotros estamos pidiendo abaratar el despido", ha aseverado.

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Además, aunque se ha mostrado dispuesto a negociar, ha advertido de que es "prácticamente imposible" alcanzar un acuerdo a final de este mes, tal y como proponía el Gobierno. El plazo que baraja el líder empresarial sería el de cerrar pactos "en mayo o antes del verano". "Seguiremos en las negociaciones poniendo encima de la mesa aquellos temas que ponemos desde hace dos años y que consideramos imprescindibles para reformar el mercado de trabajo", ha añadido. "Lo que nosotros estamos permanentemente diciendo es que se tienen que respetar el derechos de los trabajadores, tengan el contrato que tengan ahora y cuando entre en vigor la reforma, y para ello proponemos nuevos contratos mejores de los que hasta ahora existe", ha explicado Díaz Ferrán.

Pese a las diferencias entre patronal y Gobierno, en lo que sí coinciden en que la propuesta no no implica un abaratamiento del despido. Tal y como ha afirmado el ministro del ramo, Celestino Corbacho, la voluntad del Ejecutivo no es recortar derechos a los trabajadores, si no "explorar vías que permitan aligerar el coste de las empresas".

Modelo alternativo

En opinión del ministro, la reforma laboral debería suponer la transición hacia un modelo alternativo más resistente a futuras crisis, de tal forma que el deterioro económico "no se cebe tan directamente sobre el empleo". "En ningún caso supone abaratar el despido", sino que plantea una redistribución de las condiciones en las que se hace frente a las indemnizaciones, ha insistido por su parte su colega al frente de Fomento, José Blanco.

Según ha explicado Corbacho, no se trata de "mimetizar" el modelo austriaco o alemán, sino de aportar al debate las experiencias de otros países donde la crisis no ha tenido los mismos efectos sobre el empleo que en España. Bajo esta premisa, ha defendido la necesidad de buscar alternativas a un modelo caracterizado por la alta temporalidad y el paro juvenil.

La opinión de Díaz Ferrán ha sido ratificada en un comunicado de la patronal. En el texto, juzga "insuficiente y un tanto ambigua" la propuesta y advierte de que en el documento planteado por el Ejecutivo se introducen "rigideces" en algunas modalidades de contratación que resultan "esenciales" para ciertos sectores y que habría que "evitar sobre todo en la actual coyuntura económica".

Así, aunque considera "adecuado" que el Gobierno esté asumiendo la necesidad de acometer reformas en la línea aconsejada tanto por su organización como por instituciones como el FMI o el Banco de España, estima que en el documento propuesto hay medidas necesarias defendidas por su organización "que no están incluidas o debidamente reflejadas". Entre ellas, destaca la flexibilidad interna de las empresas, la rebaja de cotizaciones sociales hasta su equiparación con la media europea, la reducción del absentismo laboral, la colaboración en la intermediación laboral de las ETT, la introducción de mayor flexibilidad en el contrato a tiempo parcial y un contrato de formación para jóvenes que dé respuesta a la "grave situación" de empleo que atraviesa este colectivo.

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