El Banco de España duda de la solidez de la recuperación

Las señales de recuperación que ha dado la economía española a finales del pasado año pierden fuerza. Si por el lado de la oferta, la producción industrial había "suavizado los descensos" frente al resto de sectores, según ha admitido hoy el Banco de España, al mismo tiempo que dentro de la demanda el consumo lograba repuntar por primera vez en dos años; ambos apartados han difuminado su mejora durante su entrada en 2010. Según el INE, la producción industrial ha vuelto a aumentar su ritmo de caída en enero en 3 puntos hasta el 4,6%, el consumo privado está dando "señales dispares" que no permiten confirmar la tendencia positiva de finales de 2009. Por otra parte, advierte de una "fuerte presión al alza" sobre el gasto en las pensiones a partir de 2050.

El organismo urge a hacer los "mayores esfuerzos" para reabsorver cuanto antes "el elevado stock" de nuevos parados

Según afirma la institución que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez en su último boletín económico, "el nivel de utilización de la capacidad productiva de la industria" ha registrado una mejoría, "aunque aún pequeña", así como en los bienes de equipo, que registró una "leve recuperación". También la inversión en construcción sigue cayendo, aunque de forma más moderada, en un momento en el que finalizan las obras del Fondo Local.

No obstante, el Banco de España no disponía del dato del Índice de Producción Industrial que ha publicado hoy el INE y que arroja una caída del 4% o de un 2,5% eliminado el efecto calendario. Este descenso contrasta con el dato del 1,5% de diciembre y que supuso su menor descenso en 20 meses. Según el INE, el descenso de enero es consecuencia, por su mayor repercusión en el índice, de la caída de la producción de bienes intermedios (5,6%), bienes de equipo (5,6%) y energía (5,3%). Los bienes de consumo duradero y los no duraderos retrocedieron un 21,8% y un 2,7%, respectivamente. El banco Merrill Lynch no comparte esta visión y hoy se ha desmarcado con una previsión de crecimiento del 0,5% para la economía española.

Indicadores "muy escasos"

Por lo que respecta a la demanda, el organismo afirma que, aunque los datos disponibles sobre principios de año son aún "muy escasos", dan "señales dispares". Así, frente al nuevo aumento de la venta de coches gracias al Plan 2000E, algunos indicadores cualitativos como la confianza de los consumidores retrocede.

Fuera del plano puramente macroeconómico, el Banco de España vuelve a la carga con la necesaria reforma del sistema de pensiones. En concreto, augura que la tasa de dependencia -porcentaje de población mayor de 65 años sobre la población en edad de trabajar- se "duplique" hasta 2050, generando una "fuerte presión al alza" sobre el gasto en las prestaciones y en la sanidad. A partir de este argumento, establecido según las proyecciones del INE, anticipa así las posibles consecuencias que la contracción de la población tendrá sobre las cuentas públicas.

Así, el organismo sostiene que la importante expansión demográfica reciente, causada por los "sustanciales flujos migratorios", se ha reducido de forma "drástica" e incluso se proyecta "una contracción de la población entre 16 y 64 años en las previsiones tanto a corto como a largo plazo". En su opinión, el fenómeno de la inmigración explica en torno al 80% del crecimiento medio de la población en edad de trabajar desde 2000. Un porcentaje que se sitúa en algo más del 50% en el caso de la población activa y cerca del 45% en el empleo. En estos dos últimos casos, también destaca el importante papel que ha jugado la progresiva incorporación de las mujeres nacionales al mercado de trabajo.

Por otra parte, urge a hacer los "mayores esfuerzos" para que el mercado laboral "reabsorba" cuanto antes "el elevado stock" de nuevos parados originado desde el inicio de la crisis con el fin de evitar un repunte del paro de larga duración (aquellos que llevan más de un año en situación de desempleo). En opinión del Banco de España, el incremento del paro ha sido la "consecuencia más grave de la crisis" y sitúa la contratación temporal y la poca antigüedad de los trabajadores como los factores que explican fundamentalmente las mayores entradas al desempleo.