La ONU da un ultimátum de cuatro semanas para evitar la hambruna de 73 millones de pobres
El Programa Mundial de Alimentos reclama 324 millones más a los países donantes para continuar con sus suministros por la carestía de los productos básicos
El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PAM) ha realizado una "petición extraordinaria urgente" a los gobiernos de los países desarrollados para donar 500 millones de dólares (324 millones de euros) como mínimo en las cuatro próximas semanas con el objetivo de evitar el próximo racionamiento de la ayuda alimentaria que reciben 73 millones de pobres ante la carestía a máximos de los productos básicos y materias primas.
Según informa hoy el diario británico Financial Times, que ha tenido acceso a una misiva enviada por la agencia de las Naciones Unidas a los responsables de los países donantes durante las vacaciones de Semana Santa, el PAM advierte que si no llega dinero antes del 1 de mayo deberá cortar el suministro a "aquellos que dependen del mundo para sobrevivir en tiempos de miseria".
La amenaza de un corte en la ayuda es real e inminente tras las numerosas llamadas de alerta que la institución ha realizado recientemente, añade el texto firmado por la directora de la institución internacional, Josette Sheeran.
El Programa Mundial de Alimentos calcula que el agujero en sus fondos para poder continuar con la ayuda aumenta "día a día" y actualmente está entre 600 y 700 millones de dólares tras la subida de un 20% en el precio de los alimentos en las últimas tres semanas, la llegada del barril de petróleo hasta los 100 dólares y la consecuente carestía en los costes del transporte. Además, las previsiones apuntan a que "las subidas no presentan signos de que vayan a moderarse a corto plazo", añaden.
El rotativo británico recuerda que Estados Unidos es el primer donante de la institución con unos 1.100 millones de dólares en 2007, la mayoría de ellos en envíos de alimentos. La Unión Europea, con 250 millones, y Canadá, con 160, ocupan el segundo y tercer lugar en ayudas en efectivo.
Si el PAM recibe finalmente estos 500 millones, el presupuesto total de la agencia aumentaría hasta los 3.400 millones, aproximadamente el doble que los 1.700 millones que gastó en 2000. La organización dependiente de Naciones Unidas da ayuda a 73 millones de personas necesitadas repartidas en 80 países.
Razones conocidas
De su parte, los analistas achacan la subida de los alimentos básicos al fuerte incremento de la demanda en los países de economías emergentes, el aumento de la población mundial, la proliferación de inundaciones y sequías por el cambio climático y el mayor apetito de la industria de biocarburantes por los cereales.
A modo de ejemplo el diario recuerda que el precio en los mercados de materias primas de productos indispensables como el trigo se ha expandido al maiz y el arroz. Precisamente este último, que es el principal alimento de 2.500 millones de personas en el sudeste asiático, ha escalado durante la pasada semana a su máximo de los últimos 34 años mientras países exportadores como Vietnam, Tailandia, India y Egipto han impuesto restricciones a los compradores extranjeros como Filipinas para asegurarse el suministro en los mercados nacionales.
Incluso en el último de ellos, Egipto, la ONU expone que las autoridades han dado órdenes al Ejército para controlar los suministros de alimentos con el objetivo de evitar revueltas sociales.
Nestlé advierte que con los biocarburantes "no habrá nada que comer"
El creciente recurso a las materias primas alimentarias para la producción de biocarburantes pone en peligro el abastecimiento de alimentos para la población del mundo, advirtió ayer el patrón del primer grupo agroalimentario mundial, Nestlé, Peter Brabeck.
"Si se quiere cubrir el 20% de la necesidad creciente de productos petroleros con biocarburantes, como está previsto, no habrá nada que comer", ha declarado el presidente del gigante alimenticio suizo, Peter Brabeck, en una entrevista publicada por el semanario suizo NZZ am Sonntag.
"Otorgar enormes subvenciones para producirlos es inaceptable moralmente e irresponsable", ha afirmado el dirigente al estimar que millones de toneladas de maíz dedicadas a biocarburantes son toneladas de maíz menos para el sector alimentario.
El fenómeno de los biocarburantes ha hecho subir los precios del maíz, la soja y el trigo, las tierras cultivables son escasas y el agua también está amenazada, ha declarado Brabeck, antes de subrayar que para producir un litro de bioetanol se necesitan 4.000 litros de agua.
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