La reforma comunitaria del vino plantea arrancar 200.000 hectáreas en cinco años
La Comisión Europea ha aprobado hoy su propuesta de ayudas a los vitivinicultores
La Comisión Europea (CE) ha aprobado hoy su propuesta de reforma de las ayudas comunitarias a los vitivinicultores, que plantea el arranque de 200.000 hectáreas de viñedos en la UE en cinco años, lo que supone el 6% de todas las viñas de la UE (3,4 millones de hectáreas). Con la propuesta de hoy, Bruselas reduce a la mitad sus expectativas sobre el abandono respecto al documento que dio a conocer hace un año (400.000 hectáreas) y que suscitó el rechazo de la mayoría de los países.
La reforma que propone Bruselas mantiene el presupuesto para apoyar al sector (unos 1.300 millones de euros anuales en toda la UE), aunque cambia la forma de repartirlo. La propuesta ofrece "primas atractivas" que serán superiores en la primera campaña de aplicación.
Así, la ayuda para el abandono de hectáreas empezaría con un montante de 7.174 euros por hectárea de la UE en 2009, lo que supone un incremento del 30% respecto a los niveles actuales de apoyos al abandono. La prima por hectárea de viñedo abandonado iría descendiendo un 20% anualmente hasta 2013; hasta situarse en 2.938 euros por hectárea.
La partida para las medidas de arranque serán 430 millones de euros en el primer año y este dinero irá descendiendo hasta 59 millones de euros en 2013. Dentro del presupuesto, los "sobres nacionales" se distribuirían entre los países según criterios como la superficie de cultivo, la producción y su gasto histórico, según la propuesta aprobada hoy. España, que recibe un 36% del presupuesto de la OCM, ha defendido en las negociaciones sobre el vino, dentro de la UE, que se tengan en cuenta criterios históricos. Los países podrán destinar esa asignación a actuaciones de reconversión, apoyos para promoción, para cosecha en verde y medidas nuevas de gestión de crisis como seguros y constitución de mutuas.
Modernizar el sector
El objetivo de la CE es reestructurar el sector, hacerlo más fuerte y ofrecer una salida a los viticultores que no pueden competir. Bruselas ha propuesto que los Gobiernos puedan frenar el arranque si supera el 10% de sus viñas y que lo limiten en zonas montañosas o con problemas medioambientales. Bruselas calcula que en 2009 se arrancarán 60.000 hectáreas; 50.000 en 2010; 40.000 en 2011; 30.000 hectáreas en 2012 y 20.000 en 2013, aunque estas cifras son estimativas. Pasados esos cinco años, se liberalice el cultivo y en 2014 se supriman los derechos de plantación que actualmente restringen la superficie de viñedos.
Además, plantea la supresión inmediata de ayudas actuales, como los apoyos al mosto, la destilación de crisis o la destilación para alcohol de uso de boca (utilizado como materia prima por las industrias de brandy), esta última de importancia para España.
Bruselas plantea también mantener la prohibición a las importaciones de mosto para vinificación y la mezcla de vinos de la UE con caldos de países terceros. Ademá, la CE quiere simplificar el etiquetado, estableciendo una regulación que se aplique a todas las categorías de vino.
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