Bolivia asume el "control absoluto" de los hidrocarburos
Morales da seis meses a las empresas para adaptarse a la nueva situación.- Los militares toman el control de los campos petrolíferos
El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha firmado esta tarde el "decreto supremo" 28.701, que nacionaliza y otorga al Estado andino el "control absoluto" de todos los hidrocarburos. En la ceremonia de la firma, celebrada en la localidad petrolera de Carapari, Morales, líder del Movimiento al Socialismo (MAS), ha subrayado: "Se acabó el saqueo de nuestros recursos naturales por empresas extranjeras". Según ha anunciado momentos después el comandante general del Ejército de Bolivia, los militares ya han empezado a tomar el control de los campos petrolíferos para escenificar esta medida.
Conforme a dicho decreto, las empresas extranjeras que operan en Bolivia, principalmente la hispano-argentina Repsol YPF y la brasileña Petrobras, deberán entregar toda su producción a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB, estatal). La petrolera estatal comercializará esos recursos en el país y tendrá a su cargo los convenios de exportación. Asimismo, el texto fija un plazo de 180 días para que todas las empresas petroleras suscriban nuevos contratos y se adecuen a la nueva normativa para poder seguir operando. En caso contrario, el Gobierno intervendrá sus instalaciones y deberán abandonar el país. "Se acabó el saqueo de nuestros recursos naturales por empresas extranjeras", ha declarado Morales tras leer el decreto en el campo petrolero de San Alberto.
Un decreto muy amplio
El presidente ha anunciado la confiscación de las acciones necesarias de varias empresas mixtas para que YPFB tenga en ellas más del 50%, entre ellas Andina -filial de Repsol YPF y la tercera productora de gas natural en Bolivia-, y una subsidiaria de Petrobras Bolivia. Varias fuentes diplomáticas consultadas por Efe han señalado que el "decreto supremo" va más allá de lo que preveían y que a las petroleras extranjeras no les quedará más remedio que recurrir a arbitrajes internacionales, o dejar Bolivia. El mandatario ha precisado que ésta es la "tercera y definitiva" nacionalización del gas, después de que en 1937 se nacionalizara, por primera vez en Suramérica, la empresa Standart Oil, y en 1969 a la Gulf Oil, ambas de EE UU.
Morales ha agregado que todos los campos petrolíferos serán ocupados por el batallón de ingenieros de las Fuerzas Armadas y funcionarios de YPFB. Nada más producirse la firma, columnas de militares han tomado el control de algunos campos, según ha confirmado el comandante general del Ejército. Aunque de momento las empresas han reaccionado con total cautela, el presidente ha exhortado a los bolivianos a movilizarse frente a "cualquier intento de sabotaje de algunas empresas" y ha dicho que serán bienvenidos los trabajadores de las petroleras que se sumen "a este cambio". "Pedimos a las empresas petroleras que respeten la dignidad de los bolivianos, que respeten esta decisión del pueblo boliviano. Si no respetan, nos haremos respetar a la fuerza, porque se trata de respetar los intereses de un país", ha advertido Morales.
Aunque en los últimos días fuentes oficiales habían descartado que Morales fuese a anunciar la nacionalización, con la que se especula desde su llegada al poder, el anuncio se ha producido apenas una hora antes y de forma inesperada a través de la Agencia Boliviana de Información (ABI, estatal). Morales, cuyos cien primeros días de mandato se cumplen mañana, no ha dejado nada al azar. Ha elegido como día el Primero de Mayo y como escenario el campo de San Alberto, el más rico de Bolivia, operado por la Petrobras y situado en Carapari, a unos 100 kilómetros al sureste de la ciudad de Tarija. De hecho, a la hora del anuncio, al mediodía hora local (18.00 en Madrid), Morales tenía previsto pronunciar un discurso en la plaza principal de La Paz en la celebración del Día del Trabajo.
En el acto, calificado de "histórico" por la ABI, han participado varios ministros, trabajadores e invitados especiales, que han escuchado a Morales reivindicar el derecho de los pueblos a tener el control de sus recursos naturales. La entrega de los yacimientos a las petroleras extranjeras, durante el proceso de capitalización de las empresas públicas, significó para el país la pérdida del control estatal sobre la riqueza nacional. Tras la masacre de octubre de 2003, perpetrada por el principal capitalizador, el entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, la demanda popular de recuperar los recursos nunca cejó y fue una de las principales propuestas del programa electoral de Morales. El líder cocalero ganó las elecciones de diciembre con el 54% de los votos. Su popularidad cayó del 80% en marzo al 68% en abril, según una encuesta del diario La Razón.
Arranca la campaña electoral
Este gesto de Morales se produce además el día en el que se ha abierto oficialmente la campaña para la elección de la Asamblea Constituyente el 2 de julio, aunque el Gobierno y la oposición hacen proselitismo desde hace meses. Los 255 diputados que resulten elegidos comenzarán sus deliberaciones el 6 de agosto y tendrán un plazo de un año para reemplazar la Constitución actual, vigente desde 1967.
Morales ha reiterado que se propone "refundar" el país en esa Asamblea y cambiar radicalmente las estructuras estatales, administrativas, jurídicas y políticas. Morales se lamenta de que el sistema legal le impide gobernar en favor de las mayorías indígenas marginadas durante siglos y que no participaron en la primera fundación de Bolivia como república en 1825. El primer presidente indígena de Bolivia apunta además contra las políticas neoliberales y las privatizaciones de sus antecesores en el Palacio Quemado han convertido al país en un "estado colonial".
48,7 billones de pies cúbicos de gas
Bolivia posee reservas de 48,7 billones de pies cúbicos de gas, los segundos en importancia del continente después de los de Venezuela, que tiene el triple. En Bolivia operan la hispano argentina Repsol YPF, la brasileña Petrobras, las británicas Bristish Gas y British Petroleum y la franco-belga TotalFinaElf.
También tienen inversiones las estadounidenses Panamerican Energy y Exxon Mobil, la argentina Pluspetrol, la Canadian Energy y la coreana Dong Wong. Los campos San Alberto y Sabalo, desde donde se exporta el 70% del gas boliviano y que están operados por Petrobras, están ahora obligados a entregar el 82% de su producción a YPFB, lo que permitirá generar para el Estado boliviano 300 millones de dólares adicionales en el 2007.
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