La información cultural crece en EL PAÍS
La nueva web sobre el mundo de las artes echa a andar con una triple vocación: más y mejores reportajes, compromiso en la opinión y una apuesta por los nuevos talentos y por Latinoamérica
Más alta, más ancha, más exhaustiva, más comprometida, mejor contada, mejor presentada y más cercana al lector: esa es la difícil pero innegociable vocación con la que nace la nueva sección de Cultura de EL PAÍS en su versión digital. Un reto. Una obligación.
No la cultura del espectáculo, sino el gran espectáculo de la cultura -con su seductora mezcla de excelencia, pensamiento y diversión- es lo que el lector tiene desde el pasado miércoles en su cita con el Periódico Global en Español. La nueva web de Cultura echa a andar como un crisol de todas las posibilidades y soportes que las nuevas tecnologías ofrecen a la hora de poder contar lo que día a día -pero también hora a hora, y en algunos casos minuto a minuto- acontece en el mundo de las artes y de los llamados bienes del espíritu.
Latinoamérica y los talentos emergentes, entre las prioridades de la nueva web
Nuevos blogs, nuevas secciones y un gran soporte visual al servicio de la cultura
Junto a la vocación innegociable de exhaustivo y riguroso espejo informativo del hecho cultural en todos sus prismas, la nueva web aportará la guinda visual de los vídeos exclusivos, las galerías de imágenes que narran en fotos el pulso cultural del mundo y el atractivo de un nuevo diseño capaz de seducir al lector sin estridencias pero con toda la ambición periodística del mundo. Del lector fiel de EL PAÍS y, por qué no, de nuevos lectores susceptibles de dejarse atrapar por nuevos enfoques, nuevas formas de presentación, nuevas maneras de pensar la información cultural, sin prejuicios y sin ideas preconcebidas... una mirada heterodoxa proyectada desde el rigor.
Este nuevo portal web nace con una filosofía iconoclasta alejada de los cotos cerrados de cierta cultura que se quiere exclusiva y elitista. Todo -todo lo que a juicio de nuestros periodistas y expertos, pero también de nuestros lectores, merezca la pena- tendrá cabida en esta ventana abierta. Por eso, junto a los nombres ya consagrados de la literatura, el cine, la música, el arte, el teatro, la danza, la arquitectura, la fotografía, el cómic, la moda o la gastronomía, el lector podrá entrar y ver lo que se cuece en los fogones de los nuevos creadores, esos que, sin haber llegado, están en ello y por los que creemos que merece la pena apostar. La nueva web habilitará para todos ellos una especie de contenedor gigante de talentos (Se busca talento) en el que cabrán las obras de esta creación emergente: relatos, cortometrajes, vídeos, fotografías, pinturas, coreografías, piezas teatrales, tebeos...
En un mundo como el actual de duda, escepticismo y desánimo, la nueva apuesta cultural de EL PAÍS quiere aportar el mayor y mejor número posible de balizas, de avisos a navegantes sobre el complejo pero sobre todo placentero universo de la cultura. A ello dedicarán su esfuerzo, además de nuestros periodistas, importantes firmas que en sus artículos y en sus blogs reflexionarán en torno a las artes. Algunos de sus nombres son de sobra conocidos por el lector habitual de EL PAÍS: Carlos Boyero (comentarista de cine y televisión y, mucho más allá, cronista de la vida en general, quien a partir de ahora dispondrá de un nuevo espacio bajo el título Territorio Boyero), Marcos Ordóñez (crítico teatral y autor del nuevo blog Bulevares periféricos), Diego A. Manrique (uno de los críticos musicales españoles imprescindibles en los últimos 30 años, y que además de firmar el blog Planeta Manrique rescatará en la nueva web toda su sabiduría radiofónica a través de un espacio en formato mini), Estrella de Diego (crítica de arte y firma invitada del nuevo blog Sin Título / Untitled), Eugenia de la Torriente (analista del mundo de la moda y creadora de la bitácora personal Delitos y faldas), el productor musical y compositor Javier Limón arranca El limonero, Anatxu Zabalbeascoa (experta en arquitectura y diseño) y nuestro crítico taurino Antonio Lorca, que junto a sus artículos en el periódico expondrá sus personales, intransferibles e innegociables puntos de vista en el nuevo blog Primer aviso.
A todos ellos se les unirá la pluma romántico/satírica de Jacinto Antón -casi un género periodístico en sí mismo-, que también inaugura bitácora personal: El correo del zar. Lo propio hará Javier Rodríguez Marcos, que dará la palabra en su blog Letra pequeña a todo aquello que acontezca o vaya a acontecer en la trastienda del mundillo literario y sus alrededores. Y la última incorporación: el escritor peruano Iván Thays y su blog Vano oficio.
Texto, fotografía y vídeo articularán también el discurso periodístico sobre una disciplina -la gastronomía- que hemos incluido en un lugar de honor dentro de la nueva web de Cultura. Los comentarios periodísticos de Rosa Rivas, las pequeñas clases magistrales de Mikel López Iturriaga en su blog El comidista y las de José Carlos Capel en sus Gastronotas tratarán de trasladar al lector al gratificante pero a menudo mal conocido universo de los fogones. A todos estos nombres y todos estos blogs se suman los ya existentes, bitácoras colectivas en las que los periodistas culturales del diario cuentan día a día todo lo que les llega del mundillo cultural: Papeles perdidos (libros), Versión muy original (cine), Muro de sonido (música), El concertino (música clásica)...
Vídeos exclusivos sobre las más diversas facetas de lo cultural, álbumes de fotos que vertebrarán relatos de primer orden y adelantos en exclusiva de los libros más esperados (además de esporádicos concursos para obtener entradas o regalos) conformarán el material que, desde la pestaña Exclusivo, pondrán al servicio del lector el material cultural menos conocido del momento. Además, otra ventana, bajo el lema Nos gusta, actuará a modo de arsenal de sugerencias subjetivo: todo aquel magma de actualidad cultural que, por unas u otras razones, creamos que merece ser subrayado y ofrecido al lector de forma preferente.
Lo dicho. Todo un reto. Una obligación.
Babelia
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