La fuerza del destino

Ahora que se recuerdan los acontecimientos del año que acaba, nos llega la muerte de Pedro Armendáriz Jr., buen actor, excelente conversador, serio en su trabajo y cachondo con las amistades. Se le veía por el festival de San Sebastián adonde acudía cada año sin reclamar invitación alguna, hablando de todos los temas, en los últimos tiempos especialmente de su gestión al frente de la Academia mexicana de Cine.

Se ha muerto traicionado por un cáncer silencioso pero implacable en un ojo, mientras trabajaba en una telenovela, La fuerza del destino. Varios periódicos mexicanos han recordado que su padre, divo de gran popularidad, protagonista entre muchas otras de El bruto de Buñuel, murió también a consecuencia de un cáncer. Trabajó en El conquistador de Mongolia, junto a John Wayne, Susan Hayward o Agnes Moorehead: 91 de las 220 personas que intervinieron en la película enfermaron de cáncer. Y no se dudó de que la razón estuviera en las pruebas nucleares que el Gobierno estadounidense estaba realizando en Utah, muy cerca del lugar de filmación. Armendáriz padre, agotado por los dolores, decidió quitarse la vida con un balazo en el pecho.

Armendáriz Jr., al que familiarmente se le llamaba "tío" por su gran cordialidad y su envergadura física, "ha muerto con dignidad", decía al teléfono la actriz Patricia Reyes Spíndola, que compartió reparto con él en Antes que anochezca, además de gran amistad. Como la tuvo Armendáriz con Antxon Eceiza, también recientemente fallecido, a cuyas órdenes protagonizó la película vasca Días de humo. Acaba el año, se va una época