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Un juez investiga al Talaso de Oia por sus vertidos fecales

Un análisis dice que multiplica por 720.000 el tope de coliformes

Las aguas residuales del Talaso Atlántico, balneario de talasoterapia emplazado en las proximidades de Cabo Silleiro, municipio de Oia, multiplican hasta extremos estratosféricos los niveles de coliformes fecales, según una denuncia por delito contra los recursos naturales, el medio ambiente y la salud pública que investiga el juzgado de Tui. El lugar de vertido, en la línea litoral, se encuentra a 183 metros del punto en que el establecimiento capta el caudal para su piscina y bañeras, donde los clientes reciben los tratamientos de talasoterapia.

La denuncia, por un presunto delito contra los recursos naturales, el medio ambiente y la salud pública, se dirige contra los propietarios del hotel y, por omisión y dejación de funciones, contra Augas de Galicia, Dirección General de Costas, consellerías de Sanidade y Pesca y el Ayuntamiento de Oia. Fue presentada en el juzgado tudense a mediados de agosto por Eulogio Abeleiras, tras detectar "desde hace tiempo" en el barrio de As Mariñas-Mougás, donde se ubica el balneario, "unos fuertes y fétidos olores a aguas sucias o fecales" cuyo rastro llevó al lugar de vertido del hotel balneario.

El supuesto foco de contaminación está a 183 metros del de captación de aguas

Los análisis de muestras tomadas en el lugar de vertido, realizados por el laboratorio Labaqua el pasado mayo, arrojan una proporción de 72 millones por 100 mililitros de unidades formadoras de colonias de coliformes fecalesj. El máximo autorizado al Talaso Atlántico por la Consellería de Medio Ambiente es de 100 unidades formadoras de colonias por 100 mililitros, por lo que lo multiplicaría por 720.000. A su vez, el DQO (demanda química de oxígeno requerido para oxidar la materia orgánica de una muestra, lo que determina el grado de contaminación en función de determinadas variables) fue de 3.035 miligramos por litro, cuando el límite fijado en la citada autorización de vertido es de 160 miligramos por litro.

Tampoco el punto de vertido coincide con el autorizado por la Xunta, según la denuncia, que aporta un informe de una empresa de topografía, Topogray, según el cual el vertido se realiza a 419 metros al sureste del punto autorizado, que debería estar mar adentro. La Sociedad Española de Talasoterapia, de la que el Talaso Atlántico es socio fundador, recomienda bombear las aguas residuales a una distancia de uno a dos kilómetros de la costa y a mitad de profundidad entre la superficie y el fondo.

La denuncia se extiende a los distintos órganos de la Administración, por omisión de sus obligaciones de vigilancia y control, singularmente de Augas de Galicia, que debería haber hecho un seguimiento a partir de una serie de análisis destinados a comprobar el estado del emisario y la calidad del vertido que no consta se hayan presentado. El Talaso Atlántico, a su vez, está pendiente de derribo desde 2007 por sentencia del Tribunal Superior de Galicia, que anuló las licencias de construcción.

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