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Reportaje:IRAK | 2007 | EMPOTRADOS CON EL EJÉRCITO DE EE UU

En la línea de fuego

Antes de la invasión de Irak de marzo de 2003, la CIA tenía un plan secreto para enviar a Bagdad cientos de banderitas de EE UU. La idea era que los ciudadanos de la capital iraquí pudieran agitarlas, en un éxtasis colectivo de alivio y gratitud, cuando los soldados norteamericanos desfilaran triunfantes por sus avenidas. La CIA planeaba filmar estas escenas, la versión árabe de la liberación de París de 1944, y retransmitirlas por las televisiones del mundo. A los 60 días, según cálculos del aparato de inteligencia exterior de la superpotencia, comenzaría la retirada de las tropas estadounidenses.

El guion de la vida real ha resultado ser algo diferente. Vivir en Bagdad es vivir dentro de una película de terror veinticuatro horas al día, siete días a la semana, sin fin. Todo indica que, lo mire uno por donde lo mire, la situación irá a peor. Para un ciudadano normal de la capital iraquí, la vida es una pesadilla cuya única salida es la muerte. Siempre hay un asesino al otro lado de la puerta, a la vuelta de la esquina. (...) De las cien personas (media conservadora) que padecen muertes violentas en Irak cada día, la mitad habrá tenido la mala suerte de encontrarse camino del trabajo, de compras en el mercado, en el lugar donde explotó una de las enormes bombas que sacuden Bagdad con la misma frecuencia con la que en una ciudad de Europa Occidental hay un accidente de coche. Pero la otra mitad muere de manera más horriblemente calculada, si cabe. Secuestrados por la noche, los arrastran a lugares donde los someten durante horas a golpes, torturas y mutilaciones no mortales antes de acabar con ellos: a veces, a tiros; a veces, decapitados. Cincuenta cada noche, día tras día, sin fin. (...)

"El término guerra civil no abarca la complejidad del conflicto. Hoy No hay una guerra, hay cuatro o cinco"

Se ha discutido mucho en las tribunas de opinión del mundo occidental sobre si lo que hay ahora en Irak es una guerra civil. Según Ybarra, es algo peor. En una guerra civil hay dos bandos que se disputan dos territorios. (...) Existe una lógica política. (...) Ybarra dice que hubo una época en Irak en la que, hasta cierto punto, estos principios se podían aplicar. Pero hoy, además de una guerra entre chiíes y suníes, lo que hay es una contienda entre todo tipo de milicias por pequeños territorios de la ciudad. (...)

En 2004, el National Intelligence Estimate, un informe producido por 16 servicios de inteligencia de EE UU, anticipaba que "el peor escenario" en Irak era una guerra civil. El informe de la misma agrupación de agencias para 2007 afirma que el término guerra civil no abarca el grado de complejidad que tiene hoy el conflicto iraquí, ya que ahora, además de un enfrentamiento general entre chiíes y suníes, hay violencia entre diferentes facciones chiíes, hay una explosión de violencia meramente criminal y hay ataques de insurgentes suníes o grupos afiliados a Al Qaeda contra los soldados norteamericanos. Es decir, no hay una guerra; hay cuatro o cinco. O, como John McLaughlin, un antiguo director de la CIA, lo definió en una entrevista con The New York Times, "la guerra civil es jugar a las damas; esto es ajedrez".

(...) Bush no solo se ha convertido en el sargento reclutador más eficaz de Al Qaeda, sino que hay un creciente número de personas en todo el mundo, de todas las creencias y no creencias, que considera que Estados Unidos representa un peligro mayor para la humanidad que los perpetradores del atentado terrorista más sangriento de la historia. Lo que ha logrado Bush es que nunca haya habido más gente en el mundo que discrepe con su propuesta ideal de que EE UU es "la mayor fuerza del bien de la historia". Lo que explica en parte que, según los últimos informes de los servicios de inteligencia de Washington (...) la red global terrorista de Al Qaeda está más unificada, y más directamente bajo el control de Bin Laden y su número dos, Ayman al Zawahiri, que nunca.

La peor consecuencia de la ingenuidad con la que Bush ha caído en la trampa que Bin Laden le tendió es el horror cotidiano que padece la población civil de Irak. Aunque no se debe olvidar (...) el peligro y el miedo a los que están sometidos los soldados norteamericanos. Las fuerzas de ocupación se ven obligadas a ejercer hoy, ante todo, funciones policiales, protegiéndose tanto a sí mismas como a la sociedad civil, misión que les ha costado más de 3.000 vidas y 30.000 heridos de gravedad. Irak es ahora Apocalipse now.

¿Cómo se ha llegado a esto? ¿Cómo se ha cometido lo que el exvicepresidente Al Gore define como "el peor error estratégico de la historia de EE UU"? Se han propuesto muchas teorías: el factor petróleo; la agenda ideológica de los neoconservadores dentro de la Administración de Bush; la necesidad de los americanos de venganza tras el ataque del 11-S; la psicología edípica, incluso, de George Bush, hijo... La verdad, como se va entendiendo al pasar el tiempo, es que es una mezcla de todos estos elementos, y más. (...)

Tanto el presidente Bush como la mayor parte de los norteamericanos están programados para entender su lugar en el mundo como el del vaquero bueno -el pistolero que lleva sombrero blanco- en las películas de John Wayne. La película empieza cuando los malos cometen una agresión contra los buenos. El desenlace es tan previsible como satisfactorio. El jefe de los buenos persigue a los malos, a cuyo jefe mata el bueno en la escena final.

En esta secuencia, tomada durante una de las patrullas de la Compañía Bravo de los Marines por Faluya, descubren a un francotirador escondido entre las ruinas de una nave industrial.
En esta secuencia, tomada durante una de las patrullas de la Compañía Bravo de los Marines por Faluya, descubren a un francotirador escondido entre las ruinas de una nave industrial.ÁLVARO YBARRA ZAVALA

¿Una guerra que se acaba?

El ataque. El 23 de marzo de 2003, una coalición de países liderada por EE UU invadió el territorio iraquí con el pretexto de acabar con unas armas de destrucción masiva que nunca fueron halladas. España formó parte de la alianza, por decisión de Aznar.

Bajas españolas. En abril de 2003 muere en un bombardeo estadounidense el cámara de televisión José Couso. El caso, del que se hizo cargo el juez Santiago Pedraz, sigue instruyéndose en la Audiencia Nacional. En noviembre de aquel año, las tropas españolas sufren su peor emboscada, en la ciudad de Mahmudiya. Mueren siete agentes del Centro Nacional de Inteligencia.

Repliegue de tropas. En abril de 2004, el recién nombrado presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anuncia la vuelta a casa de los soldados españoles aduciendo la ausencia de apoyo de la ONU a la invasión.

Muerte de Sadam. Al Ejército estadounidense no le costó dar con el dictador iraquí Sadam Husein. Lo apresaron en diciembre de 2003, se le juzgó por la matanza de 143 chiíes y fue condenado a morir en la horca en diciembre de 2006.

La brecha de Wikileaks. A finales de 2010, la página fundada por Julian Assange publicó casi 400.000 archivos secretos sobre la guerra. Por primera vez se reveló una cifra oficial de muertos: 109.000 entre 2003 y 2009; más del 60% eran civiles.

Final de la invasión. Hace un mes, el presidente de Estados Unidos anunció: "Después de nueve años, la guerra de Estados Unidos en Irak ha terminado". Los 40.000 soldados desplegados allí volverán "a finales de año", según Barack Obama.

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