La capital del móvil pierde cobertura

A Barcelona, la capital mundial del móvil, le falta cobertura. A los problemas de servicio en varios barrios y de saturación de la red cuando hay grandes eventos les llegó el remate hace unos días: el estudio European Cities Monitor, de la consultora Cushman & Wakefield (C & W), revelaba que la que será capital mundial del móvil a partir del año que viene ha bajado cinco puestos -del 15 al 20- en calidad de sus telecomunicaciones. Ingenieros y operadores instan al alcalde de Barcelona, Xavier Trias, a actualizar las ordenanzas para poder instalar más antenas.

El estudio de C & W, que se elabora desde hace 22 años con una encuesta a 500 altos ejecutivos, indica que en general Barcelona pasa del cuarto al quinto lugar como ciudad para hacer negocios. "La nota en telecomunicaciones no se corresponde con la buena valoración global de Barcelona. Pese a no ser expertos, los ejecutivos que contestan tienen feedback de sus directivos y delegados, y sí, es preocupante", asegura el socio y director de C & W en Barcelona, Oriol Barrachina.

"La ordenanza no favorece que la ciudad sea capital del móvil", dice Redtel

El director general de Telefónica en Cataluña, Kim Faura, esta semana se refirió a esas complicaciones."Tenemos problemas graves para instalar. Nos preocupa si queremos ser capital del móvil", lamentó. El compromiso de Telefónica en la capitalidad del móvil es que en 2012 esté lista la telefonía de cuarta generación, el 4G -100 megas, una velocidad para navegar cómodamente desde los móviles y tabletas-, y llegue a toda la ciudad. "Los técnicos dicen que habría que doblar el número de antenas, las nuestras y las de la competencia", dijo. Pero eso requiere un cambio en las ordenanzas que no llega. "El alcalde Xavier Trias lo llevaba en su programa electoral", recordó. Fuentes del área de Hábitat Urbano del Ayuntamiento responden que Barcelona "es mobilefriendly" y que "se está redactando" la ordenanza. En juego están los 3.500 millones que supone la capitalidad y la reputación de la ciudad como epicentro de la tecnología móvil.

"Les hemos advertido de que si no hay un borrador listo en diciembre no habrá tiempo material de llegar al Mobile", alerta el decano del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Telecomunicaciones, Ferran Amago. El colegio lleva años alertando del problema. Su último informe, del pasado verano, se refería a los endémicos problemas de cobertura en el Barri Gòtic, la Sagrera, la Bonanova, zonas de Nou Barris, Sagrada Família y Montjuïc, además de la aparición de nuevas áreas con problemas en Vall d'Hebron, Mallorca-Meridiana y el Carmel.La Generalitat también ve necesario actuar. "Hay que aumentar la capacidad con más antenas y más fibra óptica para conectarlas", señala un portavoz de la Dirección General de Telecomunicaciones. El papel de la Generalitat en este campo, señala, es "ayudar al despligue, el control y la planificación". Es decir, son los encargados de mediar para que no se sobrepasen los límites de emisiones que fijan las normativas europeas y ceder emplazamientos para torres.

Amago enumera el rosario de trabas de la normativa municipal: "Con la actual ordenanza no se puede actualizar la red existente, no se pueden desplegar nuevos puntos por las distancias mínimas que establece, no contempla que las operadoras de telefonía compartan emplazamientos y no tiene en cuenta que las antenas 4G reducen mucho el impacto visual y casi se mimetizan con el entorno", afirma. En Barcelona hay 637 antenas, de las cuales más del 50% son de Telefónica y solo el 5% son compartidas.

La Asociación Española de Operadores de Telecomunicaciones RedTel critica que las restricciones de la ordenanza "no favorecen que la ciudad sea la capital mundial del móvil que aspira a ser, ya que existen problemas de cobertura y capacidad para responder a los nuevos servicios de comunicaciones móviles". Además, recuerda que la Federación de Municipios editó una ordenanza modelo en 2005 con recomendaciones que firmaron Ayuntamientos, comunidades, el Ministerio de Industria y los operadores.

Desde Redtel aventuran que habrá en breve una "lucha por invertir" entre operadores, cuando estos comiencen a ejecutar las licitaciones de espectro concedidas por el ministerio. Suman una inversión directa de 2.000 millones de euros y generarán 40.000 puestos de trabajo. "Aquellos municipios en los que sea fácil instalar antenas verán como las inversiones necesarias se hacen realidad más pronto que tarde. Por eso sería tan importante que el equipo de gobierno actual en Barcelona fuese consciente de que tiene en sus manos un instrumento para fomentar la inversión en infraestructuras en su ciudad", advierten.

Al clamor de Telefónica se suman Vodafone y Orange. Fuentes de Orange subrayan que la compañía está renovando por completo la red desde el año pasado. En Barcelona trabaja en un despliegue de LTE (siglas de long term evolution), la tecnología en la que se basa la telefonía 4G, que cubra la mitad de la ciudad y "quiere que esté operativo en el primer trimestre de 2012". Pero alertan: "Para llevarlo a cabo es indispensable la colaboración de las instituciones, adaptando las ordenanzas municipales para hacer posibles los cambios de infraestructuras que requiere el despliegue de LTE".

A la hora de desplegar, no se puede olvidar el recelo que las antenas de telefonía despiertan entre la ciudadanía. Ferran Amago cita el último estudio publicado en la revista British Medical Journal, del instituto de Epidemiología del Cáncer de Dinamarca. "Confirma que no hay evidencias sustanciales de que sea nocivo para la salud". El estudio, con todo, analiza un periodo de solo 10 años. Además, recuerda el decano, "la legislación española sobre potencia radiada por antena es mucho más restrictiva que la europea, y la catalana es mucho más restrictiva que la española".

La doctora Anna García Hom, del Centro de Investigación en Gobernanza del Riesgo de la UAB, subraya que también su institución alertó en 2009 de que con la infraestructura actual sería muy difícil dar servicios de 3G y 4G. García Hom responde a los recelos que levantan las antenas: "Cuantas más antenas se instalan, mejor, porque la potencia entre punto y punto disminuye con la distancia". Esto es, si entre la plaza de Catalunya y la zona alta solo hubiera dos antenas, tendrían que ser mucho más potentes que si se instalaran decenas. En este punto coincide la Generalitat. "Cuantas más antenas haya, menos radiación electromagnética emitirá el móvil que llevamos en el bolsillo", añade.