El recorte del trasvase Tajo-Segura solivianta a los regantes alicantinos

La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, desveló en su página web durante unas horas del viernes pasado el nuevo Plan de Cuenca del Tajo, que prevé reducir el trasvase Tajo-Segura a un volumen de entre 91 y 134 hectómetros cúbicos al año. Y ese mismo día, la Confederación del Segura hacía públicos los datos del cierre del año hidrológico 2010-2011 en su cuenca, que reflejan la aportación de 343,856 hectómetros desde la cedente del Tajo hacia Alicante, Murcia y Almería. Del total, 235 hectómetros se destinaron al riego, 101 al abastecimiento del Taibilla y siete fueron desviados hacia Andalucía para dar servicio a 2,5 millones de personas y 70.000 regantes.

Alarte: "El borrador del plan del Tajo no es más que una especulación"

El mantenimiento del trasvase es "vital para la economía", dice Clemente

Eladio Aniorte: "No lo vamos a permitir, no podríamos vivir sin el agua del Tajo"

La filtración del documento en plena precampaña electoral provocó que el mismo ministerio desautorizara la publicación del borrador de la CHT, calificado como un "documento de trabajo". En sus 101 páginas se recoge la futura ampliación de 240 a 400 hectómetros cúbicos como reserva no trasvasable de los embalses de la cuenca del Tajo y un incremento del caudal ecológico del río a su paso por Toledo del 40%.

Ayer, los regantes alicantinos y sobre todo el PP recogieron el guante. El portavoz de la Federación Provincial de Regantes de Alicante, Ángel Urbina, calificó las intenciones del documento como "una aberración y una canallada", que si se aprueba traerá como consecuencia que "aquí nadie querrá invertir en la agricultura". Urbina añadió que "eso no se puede hacer sin darnos alternativas, porque el 60% de los regadíos de la provincia dependen del trasvase". "Somos la cuarta provincia de España y nos parece una falta de respeto que no se atiendan nuestras necesidades", dijo antes de añadir que "a nadie se le ocurriría anunciar que Madrid o Barcelona van a tener menos agua". Urbina pretende activar a todos los futuros implicados en la Mesa del Agua de Provincial esta misma semana para reivindicar el mantenimiento del trasvase Tajo-Segura.

El presidente de Asaja en Alicante, Eladio Aniorte, fue tajante. "No lo vamos a permitir", aseguró, "porque aquí no se podría vivir sin el agua del Tajo". Carmen González, vicepresidenta de COAG, evitó la polémica y se limitó a decir: "Lo que no queremos es pérdida de masa agraria". González abogó por retirar todos los documentos de cuenca redactados a partir de errores de las Administraciones públicas en la contabilización de las hectáreas de regadío, "que se registren con exactitud las que hay y se actúe en consecuencia para garantizar su continuidad". "Con los problemas que ya teníamos, después de la nueva PAC (Política Agraria Común) aprobada por Europa, nos faltaba esto", añadió.

El secretario general de los populares valencianos, Antonio Clemente, aseguró que el mantenimiento del trasvase Tajo-Segura "es vital para la economía alicantina y desde el PP vamos a defenderlo para que se mantenga". Según Clemente, el secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte "dice que defiende una infraestructura como el trasvase Tajo-Segura, pero en el Congreso la diputada socialista alicantina Juana Serna ha votado a favor de la caducidad del mismo". Clemente añadió que el PP es el único partido que tiene claro que la política hídrica "tiene que ser una política de consenso".

Jorge Alarte señaló que hablar del borrador del Plan de Cuenca del Tajo "no es más que una especulación". "Será el Gobierno que salga elegido de las urnas el 20-N el que tome las decisiones", agregó. En cualquier caso, el secretario general del PSPV reiteró que la postura de los socialistas es que "este trasvase no se toca". "Pase lo que pase y a pesar de María Dolores de Cospedal, ni un paso atrás", subrayó. Sobre la política hídrica del PP, Alarte dijo que este partido no tiene un proyecto de agua para España sino "un puñado de falsedades". También se refirió a las declaraciones del exportavoz de Fomento del PP en el Congreso, Andrés Ayala, en las que dijo que el PP tiene en su agenda recuperar el trasvase del Ebro si gana las elecciones, aunque después se vio obligado a matizar, asegurando que lo que se retomará es el Plan Hidrológico Nacional.

La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, aseguró: "Ni me creo que sea un descuido, ni me creo que sea un borrador". La regidora enfocó la noticia en clave política para añadir que "esto viene a confirmar que de revalidar el PSOE el Gobierno de España, volverían a intentar cerrar el grifo para Alicante y Murcia".

La Consejería de Agricultura mostró su absoluto "rechazo al documento" y la "defensa inequívoca de las condiciones de explotación del actual trasvase por su impacto en la agricultura y economía". Por su parte, la presidenta de la Diputación de Alicante, Luisa Pastor, calificó las intenciones de los técnicos de la CHT como "muy preocupantes" y adelantó que a lo largo de la semana que viene será analizado conjuntamente con la consejería y los regantes, aunque ya advirtió que "la demanda del agua que recibimos está más que justificada". Pastor aseguró que esa decisión supone "condenar al territorio" y "nos aleja del necesario consenso en materia hídrica".

Los recortes en el plan de cuenca del Tajo se suman a los previstos en el mismo plan del río Júcar, donde se recoge la eliminación de 18.000 hectáreas de regadío en 39 poblaciones del Vinalopó y L'Alacantí, un hecho que supondría, según un estudio de la Junta de Usuarios del Vinalopó avalado por la Universidad de Alicante, la destrucción de 35.000 puestos de trabajo y 220 millones de pérdidas anuales. El futuro Plan Hidrológico del Júcar dio pie a la firma el pasado 23 de julio del llamado Pacto de Monforte, firmado en esta localidad del Vinalopó Mitjà, al que se sumó el PSPV en defensa de la continuidad del regadío alicantino.