La catedral de Sevilla sigue siendo una caja de sorpresas
Hallado un túmulo que podría ser el del rey Fernando III
La catedral de Sevilla, el templo gótico con más superficie del mundo, es una caja de sorpresas. Por más que su archivo guarda cuidadosamente libros de cuentas y asientos desde que comenzaron los trabajos en 1433 para transformar la mezquita Aljama en catedral, el monumento sigue deparando novedades. La última ha aparecido esta semana cuando se ha levantado la solería de la capilla real y, según Alfonso Jiménez, el arquitecto conservador del templo, han descubierto una estructura en el centro que podría haber sido el túmulo sobre el que estuvo la tumba del rey Fernando III de Castilla desde finales del siglo XVI hasta 1729, fecha en la que el cuerpo del rey santo se trasladó a la urna de plata en el altar mayor de la misma capilla.
Sería el último lugar donde reposó el monarca antes de su canonización
"La capilla real no ha sido siempre un espacio vacío, como la conocemos hoy, sino que tenía diversos elementos. Lo curioso es que nada de lo que está saliendo ahora estaba documentado ni por escrito ni con dibujos. Han aparecido unos pivotes que podrían ser el anclaje para una verja de madera de 4,70×6,20 metros. A falta de confirmación por los arqueólogos, creemos que sería la protección de un túmulo en forma de estrella, cuya huella ha quedado ahora descubierta", explicó ayer Alfonso Jiménez.
Si la hipótesis se confirma se trataría del último lugar en el que reposó el rey Fernando (1199-1252) junto a su esposa Beatriz y su hijo Alfonso, ya que, tras su canonización en 1671, el cabildo decidió que un santo no podía estar rodeado de los restos de mortales y encargó la construcción de la urna de plata a la que se trasladaron sus restos en 1729 y en la que permanece.
Al levantar el suelo de mármol para su restauración ha aparecido también una anterior solería de ladrillos de barro cocido blanco y rojo de la que no se tenía noticias y en la que aparecen marcas de lo que se supone que era el anclaje de un órgano y de otras verjas de madera. "Sabemos que es de 1573 porque, hace poco, hemos localizado la factura de los ladrillos suministrados por Juan de Gainza", aclara el arquitecto.
El plazo de finalización de la obra, que comenzó el pasado 10 de octubre y tiene un presupuesto de 300.000 euros, es abril de 2012. Además de consolidar y resolar los 250 metros cuadrados de la capilla, se realizará un completo estudio arqueológico del solar ubicado extramuros de la antigua mezquita.
Por su parte, Francisco Navarro, delegado de Administración y Patrimonio de la catedral, adelantó ayer que se admitiría su demora hasta septiembre de 2012. La obra, en la que intervienen 10 alumnos de la Escuela Taller Forja XXI bajo la dirección de la arqueóloga Georgina Aguilar, está aún en fase de limpieza. Los especialistas han clasificado y numerado las 2.600 losas de mármol blanco y negro que se colocaron en 1755 y que volverán a su lugar una vez consolidadas.
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