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El PP vuelve a salvar los recortes en sanidad del Gobierno de CiU

El Parlament rechaza una moción que exige frenar el 'tijeretazo' sanitario

El PP es el complemento perfecto de CiU en esta legislatura: le sirve de muleta para aprobar las principales leyes del primer año de mandato de Artur Mas y de salvavidas para evitar la censura al Gobierno cuando la oposición aprieta las tuercas. Ayer en el Parlament se vivió un episodio más: el PSC presentó una moción en la que se exigía al Gobierno "dejar sin efecto los recortes previstos en el sistema sanitario público". Estos textos no son vinculantes, por lo que el Ejecutivo de Mas, como ha hecho en otras ocasiones, podía haber hecho oídos sordos. Sin embargo, su aprobación habría supuesto una dura censura a la política de recortes en sanidad.

El texto resultante solo obliga a la Generalitat a informar en un plazo de 20 días sobre los efectos de las clausuras de urgencias nocturnas en ambulatorios y la idoneidad -o no- de replantear algunos de estos cierres. Nada más. El Parlament no reprueba, por tanto, el acelerón en los ajustes que CiU exige para ahorrar unos 80 millones de euros en el último trimestre del año. Más de la mitad, unos 45 millones, de las nóminas del personal sanitario. La Cámara catalana tampoco censura retirar media paga extra de Navidad a los profesionales del sector y paralizar los hospitales públicos al menos durante cinco días para ahorrar alrededor de un millón de euros.

Los nacionalistas aceptan revisar los servicios afectados por los ajustes

CiU y PP maniobraron para conseguirlo: el grupo popular se abstuvo en la votación de la moción socialista y se aseguró, a cambio, la aprobación de un texto propio sobre los recortes de sanidad. CiU logró convertir el texto inicialmente crítico de los populares en un simple propósito de revisión por parte del Gobierno. El resto de la oposición denunció el pacto de CiU con el PP para evitar "el revolcón" parlamentario.

La moción del PP se votó antes que la del PSC. Por ello, los socialistas conocían de antemano el pacto. En un gesto para dejar en evidencia el acuerdo, eliminaron todos los puntos de su texto (referidos a medidas concretas del Gobierno) y dejaron solo el que exigía la paralización total del tijeretazo. El grupo de Sánchez-Camacho se abstuvo y se limitó a sacar pecho de su propia moción. "Hace pocos minutos hemos logrado que reconozca los errores y tome las medidas para rectificar los que se han cometido hasta ahora", celebró la diputada del PP Eva García. CiU no lo vio igual: solo se refirió a la "eficiencia" del sistema y no hizo ninguna crítica a los ajustes en Sanidad.

El PP intentó justificar su abstención a la moción presentada por los socialistas asegurando que no estaba de acuerdo con los plazos fijados. La diputada ecosocialista Laia Ortiz reprendió a los populares por su actitud: "Ustedes pueden hacer todos los papeles, pero nos vamos conociendo. Si ustedes no votan paralizar los recortes en sanidad, es por algo", criticó. "Los ciudadanos asistimos con perplejidad a una continua degradación de los servicios de sanidad", sentenció el diputado y portavoz de salud del PSC, Josep Maria Sabaté.

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En los primeros seis meses de Gobierno de CiU, recordó Sabaté, la sanidad pública catalana ha experimentado un retroceso en los principales indicadores. Las listas de espera han aumentado el 22% el primer semestre del año en relación con el mismo periodo de 2009, mientras que la actividad del transporte sanitario no urgente -también recortado por Salud- ha caído alrededor del 10%. "Y son datos hasta antes del verano, cuando los recortes en sanidad no hacían más que empezar", lamentó Sabaté.

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