"Me veían un privilegiado por ser funcionario; ahora no cobro"
Ildefonso Rubio lleva 30 años en el Ayuntamiento de Barbate. Ha recibido la extra, pero le deben tres sueldos
Ildefonso Rubio, de 61 años, lleva exactamente la mitad de su vida trabajando en el Ayuntamiento de Barbate (Cádiz) como funcionario. El mismo lugar donde su mujer está contratada como laboral, aunque recientemente ella ha estado en paro. "Nos ha pasado que yo, con un puesto fijo, no he cobrado a tiempo y ella sí ha recibido el desempleo. Tiene su gracia, ¿eh?". Pero Rubio y el resto de los 313 empleados públicos de Barbate no se ríen. Desde hace año y medio acumulan continuos retrasos en el pago de sus nóminas. El consistorio no tiene dinero para abonar sus sueldos a tiempo. "Algunos nos ven unos privilegiados por ser funcionarios. Creen que ganamos mucho y trabajamos poco". Pero la vida de Rubio lo desmiente.
El alcalde dice que se pasa el día buscando dinero para las nóminas
A pocos años de concluir su vida laboral, Rubio se ha visto de bruces con la peor crisis que recuerda. "Este pueblo siempre ha tenido problemas pero, al menos, nosotros siempre habíamos cobrado". Barbate, municipio marinero con enormes posibilidades, se ha atascado en una crisis casi crónica derivada de polémicas políticas, el hundimiento del sector pesquero tradicional y los límites que imponen el parque natural de la Breña y el polígono militar del Retín, que se llevan gran parte de su suelo. "Yo creo que todo empezó con Juan Guerra", opina el funcionario. Recuerda cómo su pueblo fue protagonista cuando se destapó el caso de corrupción que afectó al hermano del entonces vicepresidente del Gobierno. "Desde entonces no levantamos cabeza. Como si alguien hubiese dictado que a Barbate no se le podía dar ni agua".
Cuando Rubio empezó a trabajar en el Ayuntamiento, su empleo no era tan envidiado. "Cobraba unas 20.000 pesetas (120 euros), lo que ganaba un pescador en una semana". Empezó en la recaudación de impuestos y desde hace años es administrativo en el área de Servicios Sociales. "Aquí se ven las caras de la crisis, los verdaderos dramas". Pero ahora esos trabajadores del Ayuntamiento son también potenciales reclamadores de ayudas porque no cobran sus sueldos.
"Todo empezó poco a poco. Dejamos de cobrar a principios de mes y empezamos a hacerlo a mediados. Y cada vez se retrasaba más", recuerda Rubio. Luego llegaron nóminas impagadas, pagas extras no cobradas y deudas que llamaban a las puertas. Ahora mismo el Ayuntamiento acaba de darles la extraordinaria del verano pero tienen tres sueldos pendientes. "He tenido que tirar de los ahorros. Porque ni mi mujer ni yo cobramos". Tienen tres hijos a su cargo, de entre 30 y 18 años, y un nieto. "Los dos mayores están en paro. Y el pequeño estudiando". Le duele la falta de esperanza. "Antes te decían que si estudiabas, tendrías trabajo. Ahí están mis hijos, con una carrera y esperando un empleo".
Rubio, junto a sus compañeros, protesta cada media hora a las puertas del Ayuntamiento. Esta semana han impedido el acceso a los concejales y también han protestado en Sevilla. No culpan aunque sí exigen soluciones al alcalde, el socialista Rafael Quirós, quien, a pesar de los problemas económicos de su pueblo, revalidó mayoría absoluta en mayo. El consistorio no recibe apenas ingresos ni ayudas estatales por acumular una deuda millonaria con la Seguridad Social. El regidor Quirós admite que no tiene tiempo de gestionar porque toda su jornada la dedica a buscar dinero para las nóminas.
El sueldo de Rubio apenas alcanza los 1.500 euros. "Y eso que llevo 30 años. Aquí somos casi todos mileuristas". Por eso se lamenta de los que siguen criticando a los funcionarios como él. "Habrá de todo. Pero yo trabajo mucho y ahora ni cobro".
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