El desasosiego económico de López
El 'lehendakari' recibe un rosario de reproches a su oferta de colaboración frente a la crisis - Defiende financiar planes de empleo con el impuesto de patrimonio
Lo intentó por activa y por pasiva, pero solo encontró el silencio por respuesta, cuando no la crítica directa. El Parlamento evidenció ayer el desasosiego económico del lehendakari, Patxi López, y su práctica soledad para hacer frente a la crisis, pese a su oferta de entendimiento y colaboración entre partidos e instituciones para "sacar Euskadi adelante". Más allá del final del terrorismo y la política penitenciaria, sobre el empleo y la regeneración giró la mayor parte de su discurso durante el pleno de política general que estrenó el nuevo curso parlamentario. Salvo guiños aislados por parte del PP, no recabó ni buenas palabras. La oposición le tachó de inconcreto en algunas propuestas y de incompetente en otras. "No puedo creer que la respuesta a mi petición de compromisos haya sido nula", lamentó el jefe del Ejecutivo autónomo en su turno de réplica.
"La respuesta a mis compromisos ha sido nula", lamentó el jefe del Ejecutivo
La oposición coincide en acusar a López de inacción e incompetencia
López se subió a la tribuna del Parlamento consciente de que la crisis es, a la vez, la principal preocupación ciudadana y causa fundamental de su desgaste político, sabedor de la dificultad de hacer frente desde Euskadi a una recesión que es global, pero confiado en obtener respaldo en una materia que quiso sacar del cálculo electoral. A ella le dedicó la mayor parte de su intervención inicial, que se aproximó a las dos horas. De inició dejó claras sus prioridades. "Mantener los servicios públicos universales y crear empleo como resultado de un fortalecimiento de la economía. El resto, si tiene que esperar, esperará", advirtió. A cambio, anunció una reducción del gasto corriente y de las subvenciones. "Hay que definir las prioridades", argumentó.
Tras plantear la necesidad de acometer reformas "de calado" en el Estado del Bienestar para hacerlo sostenible, el lehendakari recordó la cifra de 140.000 desempleados que suma Euskadi para centrarse en el mercado de trabajo. Anunció su pretensión de que se analice de forma individual la situación de cada parado y definir las zonas de Euskadi especialmente azotadas. En la solución implicó a otros agentes, como las cajas de ahorros y las principales empresas. A estas les solicitó "un esfuerzo en la contratación" que se comprometió a respaldar con dinero. A aquellas, facilidades de financiación, en especial para las pymes. "La fusión de las cajas debe velar por los intereses de la economía del país e implicarse en su entramado empresarial para darle recorrido y potencia", dijo.
López incluyó en su receta el fomento de la investigación y la internacionalización, apuestas, como las anteriores, para las que solicitó colaboración y apoyo. Una petición que extrapoló a la lucha para evitar duplicidades entre instituciones y a la política fiscal, el otro eje de su discurso económico. Reclamó "un esfuerzo conjunto del Gobierno vasco y las tres Diputaciones para combatir mejor el fraude, que hoy nos cuesta a la ciudadanía vasca, al año, lo mismo que todo el sistema educativo", citó. En este sentido, abogó por la recuperación del impuesto de patrimonio y se comprometió a destinar la recaudación íntegra que le corresponda al Gobierno a cofinanciar los programas de empleo y apoyar la economía. A renglón seguido, instó a ahcer lo mismo a las Diputaciones
Pero el lehendakari quiso ir ayer más allá. Con los tres diputados generales, a los que ya en julio trasladó su oferta de reforma tribiutaria, presentes en el salón de plenos, planteó que el foro para ese debate sea el propio Parlamento. "Quisiera solicitar autorización a la Mesa para que, además del Gobierno y losgrupos parlamentarios, participen los representantes de las instituciones forales", señaló. "Las cosas que nos afectan a todos se deben discutir entre todos", recalcó.
No fueron bien recibidas sus ofertas de colaboración por la mayoría de los gruposs. El PNV ofreció una de las réplicas más duras. Su portavoz, Joseba Egibar, acusó a López de analizar el escenario sin ofrecer propuestas concretas, como un observador ajeno, y le recordó que la fiscalidad "no es de su competencia", sino foral. Además, le achacó haber multiplicado "por 13" la deuda vasca y le reprochó que no haya presentado todavía un plan institucional de empleo, pese a sumar casi dos años y medio de legislatura.
En una línea muy similar se manifestó Aralar. Su portavoz, Aintzane Ezenarro, acusó a López de "disfrazarse de izquierdas" al hablar de fiscalidad, ya que en 2009, según recordó, el PSE pactó con PNV y Hamaikabat un plan de estabilidad "para no tocar los impuestos" y gracias al cual se suprimió el de patrimonio, que seguía vigente en Gipuzkoa. Las acusaciones de inacción se repitieron entre los parlamentarios de las tres formaciones que integran el grupo mixto: EA, EB y UPyD.
Solo el PP se mostró favorable a "impulsar las medidas necesarias para generar confianza con capacidad de acuerdo y altura de miras", según reflejó su presidente, Antonio Basagoiti, quien también defendió la revisión de "los sistemas actuales de evaluación de las ayudas sociales", si bien criticó, en clara referencia al PSOE, el planteamiento "electoralista", a su juicio, de "quito este impuesto hoy y mañana lo pongo".
Llevar la reforma fiscal al Parlamento
La lucha conjunta contra el fraude y el aumento de la presión tributaria, junto a la revisión de bonificaciones y subvenciones, centra la reforma fiscal que López abandera como imprescindible en el actual marco de recesión.
El lehendakari ya la dio a conocer en julio y ayer la rescató en el pleno de política general, donde planteó una de las novedades que aportó en materia económica: llevar al Parlamento la discusión de los diferentes modelos y propuestas fiscales, debate en el que además del Gobierno y los grupos parlamentarios, pudieran participar en la Cámara los representantes de las tres Diputaciones.
Recordó su propuesta para elaborar, de forma conjunta, un único plan de lucha contra el fraude para toda Euskadi, un fraude que cuesta a los vascos cada año "lo mismo que todo el sistema de educación".
Una discusión para después del 20-N
Uno de los problemas que Eudskadi debe afrontar y en los que el lehendakari viene incidiendo en los últimos tiempos ees en la necesidad de repensar y racionalizar el entramado institucional vasco "Pocos lugares del mundo concentran tantas administarciones en tan poco espacio", señaló.
López adelantó que el Gobierno el informe que el Parlamento le mandó elaborar sobre las duplicidades e ineficiencias en el entramado institucional. El texto será remitido en los próximos días a la Cámara, pero el lehendakari propuso, "desde el respeto absoluto a la Cámara", aplazar su debate hasta después del 20-N.
Tras los comicios, se convocaría una ponencia parlamentaria o una comisión especial en la que analizar el estudio y sus conclusiones. En ella deberían participar el resto de instituciones y expertos en la materia.
Empresas, Lanbide y funcionarios
Durante su intervención en clave económica, el lehendakari hizo un llamamiento especial al G-20 empresarial vasco. A las firmas más potentes de Euskadi, algunas de las cuales están incluso en mejor situación que antes de la crisis, para pedirles un esfuerzo de contratación, sobre todo de jóvenes. Con tal fin anunció que tiene previsto reunirse con sus responsables.
También en materia de empleo, López avanzó que desde el próximo 1 de enero, las oficinas de Lanbide abrirán de forma ininterrumpida de 8.00 a 20.00 para prestar una atención más individualizada. El objetivo es llegar a 20.000 jóvenes.
El jefe del Ejecutivo autónomo abordó, además, la cuestión de los funcionarios, a quienes planteó un pacto para la sostenibilidad del empleo condicionado a una reducción del absentismo y a una mayor movilidad funcional.
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