Una gran marea verde inunda el centro tras el primer día de huelga

La primera jornada de huelga en la educación pública madrileña congregó a decenas de miles de padres, profesores y alumnos (41.400, según cálculos de EL PAÍS). La cabecera, precedida de una marea de personas con camisetas verdes, partió de Neptuno pasadas las seis y media portando una pancarta con el lema La educación no es gasto, es inversión. ¡No a los recortes! Un dirigente sindical, a esas horas, presuponía que las declaraciones de la presidenta Esperanza Aguirre, en las que acusaba "al PSOE, su candidato

[Alfredo Pérez Rubalcaba], IU, los sindicalistas, los indignados y, por supuesto, los de la ceja", iban a sacar a mucha gente a la calle. Y así fue.

Acompañados de música, silbatos y vuvuzelas, los manifestantes corearon consignas como "Espe, espe, espe, especulación" y "La enseñanza es una inversión de futuro". La marcha transcurrió entre proclamas a favor de la educación pública y gratuita y en contra de los recortes que está aplicando el Ejecutivo que preside Esperanza Aguirre. Al pasar por delante de la Consejería de Educación y del ministerio, ambos en la calle de Alcalá, hubo una sonora pitada contra los dirigentes de ambos, en especial contra la consejera Lucía Figar. Muchos pidieron su dimisión.

Una segunda cabecera ("Recuerda Londres: un profesor menos hoy son cuatro policías más en el futuro") apelaba a la trascendencia de los recortes. "Es solo la punta del iceberg, esa es mi sensación. Los recortes no han hecho más que empezar", temía Carmen, profesora de un instituto de Fuenlabrada. Los docentes estuvieron respaldados por padres ("soy madre", era el letrero identificativo de ellas) y alumnos, los más ruidosos de la marcha, que cargaban con equipos de música y tambores. "Se trata de salvar la educación", resumía la familia Calvache, padre, madre e hijo con un cartelito colgado al cuello en el que se decía que iba a perder el laboratorio de químicas.

Un policía de paisano agarró a uno de los manifestantes, lo sacó de entre la multitud y lo llevó a la fuerza a una marquesina. El agente había visto cómo este joven había trepado a la Cibeles para colocarle a la diosa una pancarta. Al principio se acercaron tan solo unos curiosos pero, tras enterarse de que se trataba de un compañero, decenas de profesores rodearon al policía y al chico ("compañeros, ayudadme", gritaba él). Un grupo de antidisturbios se puso como escudo de los congregados, que cantaban "más educación y menos policía" o se preguntaban por qué los jugadores del Real Madrid sí pueden subirse en la estatua con impunidad. La diosa pagana, cuando ya había oscurecido y los manifestantes despejaban la zona, seguía con la pancarta en la mano.

Mientras, miles de personas se congregaban en la Puerta del Sol, que no tuvo capacidad suficiente para acoger a los ríos de manifestantes. De hecho, los representantes sindicales pronunciaron sus discursos y aún continuaban entrando en la plaza centenares y centenares de personas, en su mayoría profesores y padres que lucían las camisetas verdes (estandarte en la defensa de la educación pública). Los cuatro sindicatos convocantes (CC OO, ANPE, UGT y CSI-F) destacaron la altísima participación de personas en la marcha y la cifraron en unas 90.000. La Comunidad de Madrid rebajó la cifra a 5.000, informa Europa Press.

Los sindicatos agradecieron el seguimiento de toda la comunidad educativa y no solo de los profesores afectados. Recordaron que los recortes del Gobierno regional supondrán una merma en la calidad de la enseñanza, ya que se tendrán que suprimir clases de refuerzo, laboratorios, bibliotecas y las actividades extraescolares. "Que miles de interinos vayan a la calle es una vergüenza intolerable. Lo primero que habría que recortar es el sueldo de Esperanza Aguirre", criticó Eduardo Sabina, de UGT. "Este Gobierno está planteando una irresponsabilidad total en lo público. No vamos a parar hasta que se sienten a negociar y se replanteen la educación que quieren. Octubre está ahí delante y habrá que movilizarse más", añadió.

"Estamos sufriendo un linchamiento total por unas desafortunadas declaraciones de la presidenta. No somos ni vagos ni irresponsables. No nos quejamos porque tengamos que dar dos horas más, sino porque están llevando la educación pública a un callejón sin salida. Es necesario que la Consejería de Educación mueva ficha, abra una vía de diálogo y se avenga a negociar", arengó Francisco Melcón, representante del sindicato ANPE.

El más aclamado fue Francisco García, de CC OO, que emuló el célebre discurso de Martin Luther King, transformando el sueño en pesadilla. "He tenido una pesadilla en la que las escuelas infantiles eran traspasadas a empresas dedicadas a limpieza", ironizó García. "He tenido una pesadilla en la que el instituto de mi hija tenía 22 profesores menos y no podía desdoblar las clases de inglés, lengua y matemáticas. No había biblioteca, ni laboratorios, ni clases de refuerzo, ni salidas extraescolares. Lo malo es que no era solo en el instituto de mi hija, sino en todos los institutos de Madrid", continuó. "Cuando he abierto los ojos, he visto una enorme y magnífica marea verde de gente llena de ilusión y a la que le sobra Esperanza [en referencia a la presidenta regional]", concluyó entre aplausos.

Los convocantes recordaron que hay una cadena humana esta tarde en torno a la Consejería de Educación. "Si viene tanta gente también podemos rodear la sede del Gobierno regional en la Puerta del Sol", dijeron. "No vamos a parar hasta que retiren las instrucciones de principio de curso y se readmita a los 3.000 interinos despedidos".