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El parricida que volvió al lugar del crimen

Los Mossos detienen en Barcelona al presunto homicida de su madre

Camilo S. Baquero

El culpable siempre vuelve al sitio del crimen. Tópico del cine negro o verdad de la psicología criminal, ayer el principio se volvió a cumplir. José María G. Ch., de 41 años, regresó a su piso de la calle barcelonesa de València dos horas después de presuntamente haber apuñalado mortalmente a su madre, de 74 años, y dejar malherido a su padre, de 80. El cálculo le falló y allí se topó con los Mossos d'Esquadra, que le detuvieron en el acto.

Los Mossos recibieron hacia las ocho de la mañana la llamada de un vecino alertando de la presencia de dos cuerpos en el rellano del primer piso de la finca 106-108 de la calle de València. Según este vecino, se habían oído gritos provenientes de la casa donde vivían las dos víctimas y el menor de sus dos hijos.

Ambos cuerpos presentaban heridas de arma blanca. Al llegar los mossos y el personal del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) la mujer, identificada con las iniciales M. P. Ch., ya había fallecido y el hombre, M. E. G., que estaba en estado grave, fue trasladada al hospital Clínico. Al cierre de esta edición, el hombre seguía en estado grave en el centro hospitalario.

Según los vecinos, la pareja, originaria de Zaragoza, habitaba desde hacía décadas en el edificio y tenían dos hijos. Uno compartía el piso con ellos y el otro se encontraba en Madrid.

Aunque los Mossos aseguran que el presunto homicida sufre algún tipo de trastorno mental, el portero y otros vecinos de la finca lo niegan. José María G. Ch. es propietario de una empresa de informática que tiene como razón social el piso donde ocurrió el homicidio. La empresa ofrece servicios de consultoría y desarrollo de software. Recientemente, el presunto parricida había participado en una convocatoria del Ministerio de Industria para estímulo de Competitividad I+D+i. Su proyecto, que también ofrece en la página web de su empresa, fue rechazado.

Dos horas después de los hechos, mientras los agentes registraban el piso y los periodistas se arremolinaban en el portal de la finca, José María G. Ch. apareció en la misma calle de València. Vestía unas bermudas grises, una camiseta negra y cargaba una bolsa de ordenador. Sobrepasó el portal de su casa y siguió caminando en dirección a la calle de Viladomat. Los mossos, uniformados y de paisano, le identificaron, corrieron tras él y lograron detenerle a unos 50 metros del portal. El hombre no ofreció resistencia y acompañó a los policías dentro del edificio. Según testigos, José María G. Ch. llevaba dentro de la bolsa una muda de ropa. Cuando sea presentado ante el juez, los Mossos le acusarán de un delito de homicidio y otro de tentativa de homicidio.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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